Las búsquedas en internet, dominadas por Google en los últimos 25 años, se han vuelto tan cotidianas como las llamadas telefónicas, pero la ola actual de la inteligencia artificial (IA) generativa podría transformarlas radicalmente.
Las consultas formuladas con palabras clave y las listas de enlaces a sitios web parecen obsoletas frente a las interacciones que millones de internautas ya tienen con interfaces como el ChatGPT de OpenAI, capaz de conversar con humanos y generar todo tipo de textos tras una simple solicitud.
“La gente se está dando cuenta de cuánto usa Google no para encontrar una página web, sino para responder una pregunta”, dijo Stefan Sigg, director de productos de Software AG, con sede en Alemania.
Microsoft, considerado durante mucho tiempo el tío aburrido de las grandes empresas de tecnología, abrazó sin miedo la idea de integrar un robot conversacional (inspirado en el ChatGPT) a Bing, su motor de búsqueda.
El nuevo Bing, que se lanzó en todo el mundo después de tres meses de pruebas, responde directamente a una consulta en lugar de arrojar una página llena de enlaces para que el usuario navegue y haga clic.
Con una directiva, Bing puede elaborar tablas comparativas entre dos productos, proponer un calendario de actividades, redactar una evaluación o ayudar a preparar una entrevista de trabajo, por ejemplo.
“Trabajo pesado”
“Ahora, el motor de búsqueda hace el trabajo pesado por usted”, dijo Cathy Edwards, vicepresidenta de ingeniería de Google, durante la conferencia anual de desarrolladores I/O de la compañía en California la semana pasada.
El usuario ya no tiene que “revisar toda información y luego juntar las cosas”, explicó, al presentar la nueva versión del Google Search.
Para ponerse a tiro con su rival Bing, Google ha actualizado su motor de búsqueda con IA, que será probado por usuarios en Estados Unidos en las próximas semanas, dijo la compañía.
“Lo que estamos tratando de hacer es hacerlo más natural e intuitivo, tan fácil como preguntarle algo a un amigo que tiene respuestas sobre todas las áreas”, dijo a la AFP Elizabeth Reid, vicepresidenta de Búsquedas de Google.
Google y Microsoft también han comenzado a agregar herramientas de inteligencia artificial generativa a sus diversos servicios, desde la nube hasta el procesamiento de textos.
Estos robots conversacionales son presentados como “copilotos”, según el término empleado por Microsoft.
En la conferencia, Google anunció que Bard, su interfaz estilo ChatGPT, se abrirá a 180 países.
“Genio” personal
“Creo que la búsqueda se dividirá en un millón de piezas y se integrará en todo tipo de interfaces, y no solo en un lugar monolítico centralizado, que es en lo que se ha convertido Google”, señaló John Battelle, periodista y empresario de medios.
Pero si cada sitio web y aplicación interactúa con los usuarios a través de un chat de IA que se expresa como un ser humano profesional y convincente, será aún más difícil que hoy distinguir la buena información de la mala, advirtió.
“¿Confiaría en un agente de viajes para encontrar la opción más ventajosa? No”, señaló Battelle.
“Por eso quiero que mi propio ‘genio’, mi agente personal, negocie con el sitio web”, continúa.
Aplicaciones como Replika y Anima ya ofrecen “acompañantes” de IA, o sea, chatbots que actúan como amigos virtuales.
Pero Battelle sueña con tener un “genio” que recopile su información en todas partes - en su teléfono inteligente, su computadora, su televisor, su automóvil - para responder a sus preguntas y realizar tareas.
Este robot, alimentado por datos personales, compraría por ejemplo para el usuario la mejor aspiradora según sus gustos y hábitos y las promociones vigentes, ahorrándole una larga y tediosa búsqueda online.
“Papel vital”
En el futuro inmediato, Google no va a desaparecer, afirmó Jim Lecinski, profesor en la Escuela de Administración Kellogg.
“Hace cuatro años, con la llegada de los asistentes de voz, Google, Alexa (Amazon), Siri (Apple), pensábamos que la gente solamente iba a hablar con las máquinas”, dijo.
Pero la IA generativa podría desafiar el modelo económico de Internet, ya que permitiría a los usuarios encontrar el producto que deseen “sin tener que hacer clic en un anuncio”, subrayó Lecinski.
El experto cree sin embargo que las empresas involucradas, como Google o Meta (casa matriz de Facebook e InstaGram), encontrarán soluciones.
En la nueva versión de Google Search presentada el miércoles, los anuncios siguen apareciendo según la pregunta que se haga.
“No podemos predecir el futuro, pero creemos que los anuncios seguirán desempeñando un papel vital”, dijo Reid de Google.