Mauricio Ramos, CEO de Millicom, que comercializa sus servicios como Tigo, estuvo el pasado 3 de abril para reunirse con 550 colaboradores de la firma en Costa Rica, entre otras actividades.
El ejecutivo explicó la estrategia hacia el mercado y los accionistas, las tendencias de la industria, y los cambios en los servicios y en las operaciones una vez que las autoridades aprueben la compra de los activos de Movistar en el país.
“No es un plan de negocios basado en sinergias para reducir planillas”, dijo Ramos. “Es un plan basado en sumar fijo y móvil, salir con más productos y crecer”.
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Oriundo de Cali, Colombia, tiene 20 años en telecomunicaciones. Fue presidente regional de Liberty Global, hoy Liberty Latin America, la firma que compró Cabletica en el 2018.
Desde hace cuatro años se vinculó como CEO global de Tigo. Casado y con tres hijos, estudió derecho y economía, se especializó en legislación financiera e inició en banca de inversión, trabajando con la firma Morgan Stanley.
“No me gustan las empresas donde todo está definido”, explicó Ramos. “En Tigo lo primero fue enfocarnos geográficamente. Vendimos las operaciones en África, con la excepción de Tanzania. Hoy la mayoría de ingresos están en América Latina.
“Y definimos nuestro norte: construir autopistas digitales. Si se necesitan aeropuertos, puertos y carreteras para que la industria y la agricultura lleguen a los mercados externos, se necesitan autopistas digitales para la economía de la Cuarta Revolución Industrial..
¿Por qué América Latina, si en África hay también enormes oportunidades?
“En América Latina, con excepciones, los países se mueven a marcos más estables y pro inversión externa. También la homogeneidad de idioma y poder tener una estrategia holística, convergente en fijo y móvil, y cohesionada en todos los países.
“Hay una gran oportunidad y necesidad de banda ancha fija y móvil. Estamos capitalizando la estrategia. Llevamos al 30% de nuestros 30 millones de clientes a 4G, convirtiéndolos de servicios de voz a datos. En fijo desplegamos una gran cantidad de cable.
“Nos volcamos a los datos. Logramos que los ingresos volvieran a crecer en 2018 y que más del 60% provenga de datos fijos y móviles, lo que da robustez financiera y credibilidad en los mercados de capitales.
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“Sobre esa base enlistamos a Tigo en Nasdaq, para convertirlo en un vehículo de inversión en un mercado que entiende a Latinoamericana, a la industria de cable y datos móviles, y que sabe la revolución digital se dará en estos países.
“Al usuario lo vemos en un futuro no muy lejano con servicios convergentes, para lo cual se requiere un operador que ofrezca esa experiencia sin fisuras.
“Por eso hemos realizado una serie de adquisiciones. En Panamá compramos Cable Onda y hace unas semanas logramos el acuerdo para la compra de los activos de Telefónica.
“En los mercados donde operamos –América Central, Colombia, Bolivia y Paraguay– somos un operador nacional, el número uno o el dos, y una de las mayores empresas, lo que nos permite ser líderes en el cambio digital.
“En Costa Rica, al ingresar a móvil, ahora podremos potencializar la operación. El Tigo Costa Rica de ayer no es el mismo del mañana”.
Tigo y Claro serán dominantes en América Central. ¿Eso no sería una preocupación para la autorización de la compra de los activos de Movistar?
“El tamaño es importante para tener escala, bajos costos y un buen servicio. Pagamos por la oportunidad de ganarnos el corazón de los usuarios y atraerlos con un buen servicio.
“En el mundo de las telecomunicaciones, de los servicios de voz, entre más operadores existieran mejor. Ahora para financiar las autopistas digitales se requieren dos o tres operadores, en un buen marco de competencia, con capacidad de inversión”.
¿Cuáles cambios se verán para el usuario?
“En el corto plazo debe darse la aprobación regulatoria. Luego tenemos un abanico de sorpresas. Nuestra visión es de un servicio convergente, que Tigo no podía dar de forma solitaria al no tener una red móvil, ni tampoco Movistar podía dar al no tener red fija.
“Tendremos servicios de nueva generación de televisión y productos innovadores. Además, una gran disposición de inversión”.
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¿La carta de presentación de Tigo móvil será Amazon Prime?
Amazon Prime es una de las sorpresas para el mercado. Tenemos Tigo Play, One TV y muchas cosas. También Netflix.
¿Se integrará la oferta de vídeo bajo demanda que hoy tienen cable al móvil?
Después de la aprobación regulatoria, tendremos servicios integrados.
¿Cuáles cambios se verán en las planillas que hoy tienen Movistar y Tigo?
“Absoluta tranquilidad. Tigo no tiene móvil; Movistar no tiene fijo. Necesitamos ambos grupos y su experiencia. Es una fusión de complementarios, donde uno más uno suma tres.
“No tiene sentido invertir y pensar que el rédito está en reducir la planilla. Al equipo de Movistar se le suma el servicio fijo; al equipo de Tigo se le suma el móvil. No es una fusión para recortar”.
¿Cuáles tendencias se verán en la industria a nivel de acceso a los servicios streaming con esquemas Over The Top (OTT), de acceso en distintos dispositivos?
“El operador será un facilitador. Los usuarios tienen demasiadas ofertas y no saben cómo conciliarlas. La función del operador ahora debe ser la de un supermercado donde hay la posibilidad de tener a todos o al que se quiera escoger.
“Esa tendencia es importante en América Latina, donde el usuario no corta el servicio de cable, para sólo usar los servicios de contenido en línea, debido a las limitaciones de banda ancha”.
¿Cuáles son los obstáculos para llevar esos servicios a todos los usuarios?
“Acceso a recursos humanos para manejar estas operaciones y servicios. Por eso el empleado de Movistar será bienvenido a Tigo y el de Tigo sabe que el equipo de Movistar nos va a ayudar mucho a ser convergentes.
“Otro obstáculo es acceso a mercado de capitales. Hay que ir hasta los inversionistas, mostrar la oportunidad de negocios, obtener viabilidad y volver a Nueva York por más recursos”.
¿Cómo lograr el equilibrio en la regulación para los operadores y para servicios como Netflix, Amazon Prime o HBO Go?
Los reguladoras deben tener claro que el mundo requiere las autopistas digitales y que son los operadores lo que invierten. La regulación debe ser consistente con eso, sin favorecer a unos sobre otros. Todos deben responder a las comunidades y a las autoridades.
¿Lo que viene, después del streaming, es 5G con aplicaciones para usuarios, hogares y empresas?
En los hogares y en las ciudades cada vez hay más dispositivos que se conectan a Internet. El mundo va a la hiperconectividad.
¿Qué falta aquí para tener esos servicios, si no se logra el pago con el móvil o el pago electrónico en buses?
“En los países donde Tigo tiene redes móviles ofrecemos ese tipo de servicios y el entorno regulatorio en el sector financiero lo facilita.
“Lo que se requiere es una regulación en la cual se tenga la visión para habilitar los servicios de pago móvil y además facilitar la inclusión financiera a la población”.