El carro sin conductor apenas se perfila en el horizonte, pero fabricantes y proveedores de equipos ya sueñan con habitáculos que sean al mismo tiempo living, oficina ultraconectada y espacio de relajación.
Asientos futuristas tapizados con biomateriales innovadores, iluminación con colores cambiantes, tableros de mando saturados de nuevas tecnologías: nada escapa a la imaginación de los diseñadores de ambientes que presentan sus ideas en el Salón del Automóvil de Fráncfort.
"El automóvil autónomo está llegando a toda velocidad. La relación entre el conductor y su coche cambiará", asegura con entusiasmo Han Hendriks, jefe de ventas y productos avanzados de Yanfeng Automotive Interiors, una empresa líder del sector, formada en 2014 por una subsidiaria de la china SAIC y la multinacional estadounidense Johnson Controls.
El día en que el conductor pueda desentenderse del volante "querrá tener otras ocupaciones", sostiene Christophe Aufrère, director técnico de la compañía francesa Faurecia. "El comportamiento en el habitáculo se modificará y el bienestar del módulo se convertirá en un tema prioritario", añade.
Yanfeng presenta en Fráncfort un habitáculo con una treintena de novedades prontas para pasar a la etapa de la fabricación en serie, como un volante retráctil, un asiento giratorio, una nevera adaptada, pantallas de conexión a las redes sociales del lado de los pasajeros y espacios para depositar objetos.
"El interior de los coches incorporará cada vez más elementos de entretenimiento, como pantallas más grandes, juegos, espacios para ver películas, navegar en internet, responder a los correos electrónicos o mantener videoconferencias", afirma Hendriks.
Entretenimiento
El parabrisas es un terreno fértil para la innovación, apunta Eelco Spoelder, vicepresidente ejecutivo de la firma alemana Continental, que presenta un sistema HUD (head-up display) o pantalla de visualización frontal, que permite al automovilista ver la información que le interesa sin girar la cabeza.
Y ni siquiera le hará falta desviar la vista para consultar en el GPS la salida que debe tomar en una rotonda: una flecha tridimensional se lo indicará en el parabrisas, que podrá convertirse en pantalla de cine durante los trayectos de pilotaje automático, según algunos expertos.
Estas tecnologías futuristas podrían popularizarse rápidamente, con la llegada de una generación de automovilistas que nunca conoció un mundo sin smartphones.
"Esta tribu digital y multipantallas exigirá que sus coches tengan el mismo nivel de tecnología intuitiva y conectiva que sus smartphones", afirmó en un estudio reciente el especialista de reparación de lunas de automóviles de la firma Carglass.
"El ambiente interior de un coche podrá modificarse totalmente, modulando la temperatura, los aromas, la iluminación, sin contar con la música. Y eso podrá influir de manera positiva en el humor de los pasajeros. Vemos mucho potencial en ese campo", recordó Dieter Zetsche, jefe de Daimler.
El francés Peugeot presentó Fractal, un vehículo eléctrico que pretende modificar totalmente las percepciones sonoras gracias a un innovador sistema instalado en cada asiento, que permite sentir, más que oír, los sonidos.
"Hay sin duda muchos fantasmas y sueños en lo que se presenta [en el Salón], pero está claro que nos dirigimos hacia una redefinición del espacio interior en los coches", afirma Laurent Meillaud, un consultor del sector.
"Es difícil determinar cuáles son las innovaciones que llegarán a ser realidad, pero lo seguro es que ante la llegada de habitáculos hiperdigitalizados, ya no hay tabúes", agrega.