La tendencia global del arte virtual, impulsada por la tecnología blockchain y por la propia pandemia, está abriéndose camino en Costa Rica a través de proyectos privados y de propuestas de museos estatales.
Estos primeros pasos incorporan el uso de tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés), el metaverso, así como exhibiciones digitales en la web.
Costa Rica incursiona así en un sector boyante que ganó más popularidad durante los últimos dos años de pandemia, a raíz de las restricciones que impedían actos culturales o visitas a museos, pero que también encuentra un empuje con ambiciosas apuestas como el metaverso.
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Galería en el metaverso
Una de estas propuestas es la galería de arte virtual en el metaverso Underscores, cuyo lanzamiento está programado para el 5 de mayo. Algunas de estas obras estarán también expuestas en el Museo de Arte Costarricense (MAC).
El proyecto nace para brindar herramientas y soporte a artistas nacionales y regionales para que puedan convertir y generar obra artística dentro del espacio virtual, así como ser una incubadora de NFTs para todos los artistas que deseen dar ese paso.
Un NFT es un activo digital que representa objetos reales o virtuales. Es “no fungible” porque cada uno es irremplazable por otro igual.
Este espacio será el primero en el país con estas características. En su construcción participaron la empresa costarricense Cuttur, especializada en conceptualización y desarrollo para marcas, el artista visual Ale Rambar y el especialista en NFT, Eric Fallas.
Underscores debutará con la colección denominada Paper Glimpse, creada por Rambar, conocido por sus obras de arte tridimensional a partir de capas de papel.
Paper Glimpse constará de 25 NFTs que estarán disponibles para la compra directa y abierta al público en la galería virtual. Además, por tratarse de la colección inaugural de la galería, quienes adquieran las obras en el metaverso, recibirán adicionalmente la obra en físico.
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“Para la colección Paper Glimpse estoy experimentando con animaciones hechas a partir de papel. El paso del arte físico al arte virtual trae sus retos y por eso es que nació Underscores, para apoyar a que artistas den el paso al mundo virtual con acompañamiento, con apoyo y con una plataforma que hará más fácil el proceso de crear un NFT”, afirmó Rambar.
Para adquirir una de las 25 obras que estarán disponibles en la galería, el usuario debe seguir un proceso.
Primero deberá tener un token o criptomoneda llamada ethereum en su billetera digital. Si no lo tiene o desconoce cómo obtenerlo, en el sitio web de la galería existirá una guía en video de cómo conseguir el token y cómo crear la billetera.
En ese mismo sitio web, el usuario encontrará la página de compra, donde el interesado deberá conectar su billetera digital de criptomonedas. Luego podrá dar click al botón de “mint”, y escoger la cantidad a comprar (máximo dos), lo que activará una transacción en la billetera tendrá que aprobar.
Una vez comprado, la persona podrá ir a la página opensea.io, ingresar al perfil y ver los NFTs comprados en la sección de “objetos adquiridos”.
Sala 0
Una segunda iniciativa en el ámbito del arte virtual corresponde al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), adscrito al Ministerio de Cultura y Juventud.
El MADC ha abierto las puertas al arte digital desde el 2020, tras las restricciones por la pandemia que imposibilitaron la visita a sus instalaciones, pero también por la apuesta de Paz Monge, su actual directora.
“Teníamos que ver cómo en media pandemia podríamos seguir alimentando los intereses de nuestros públicos de una manera más accesible”, explicó Monge.
A raíz de eso surgió la Sala 0, un espacio virtual enfocado en proyectos que nazcan, se conceptualicen y se desarrollen completamente desde la virtualidad, sin asociaciones con lo físico.
La MADC tiene un convenio con la plataforma inglesa Vortic, con la cual se generan exhibiciones más clásicas, pero con un manejo de los digital.
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Actualmente, dentro de la Sala 0 se exponen dos proyectos. Uno de ellos, llamado Raspadita, lleva a una interfaz en el que, con una moneda de ¢10 virtual, se “raspa” la pantalla para descubrir una imagen que puede cambiar al presionar el ícono de la mariposa. Este proyecto pretende unir la acción cotidiana de raspar, como si fuera un cartón de lotería, con la creatividad única de cada persona al poder crear su propio diseño.
El otro se llama Fundiciones que consiste de un documento electrónico que ilustra cómo instancias como museos interpretaban temas como bicentenario o nacionalismo, desde una óptica internacional. Se trata de un trabajo en conjunto den el Museo de Arte Moderno de Medellín
En mayo, el MADC inaugurará una nueva exposición con imágenes y renders arquitectónicos, con la participación de estudios de México, España y Noruega y en la que se contará también con NFTs, haciendo al MADC el primer museo en exhibir este tipo de activos digitales en el país.
La directora comentó también que el museo está replanteándose los alcances digitales y tecnológicos de la Sala 0. Monge espera que el proyecto de arquitectura le dé a la Sala “un pie en el juego” del arte virtual y un mayor impulso al MADC en este sector.
El proceso de curaduría de arte digital es uno de los nuevos retos para los museos. Su complejidad dependerá del nivel de desarrollo de cada proyecto, si se trata de un acompañamiento al artista o de una idea que debe ser construida desde cero.
Futuro del sector
El arte virtual está en pleno crecimiento en el mundo, empujada por la tecnología blockchain, activos como los NFTs o nuevas apuestas como el metaverso.
Compañías como Meta o Microsoft están construyendo sus propios metaversos, pero también existen hoy algunas plataformas ligadas principalmente al mundo del gaming.
A mediados de julio del 2021, los NFTs acapararon la atención internacional cuando el cuadro digital “Everydays: The First 5.000 days”, del artista conocido como Beeple, se subastó en $69 millones.
Es una pieza de arte que no existe en el mundo físico y fue la primera subasta de una obra de arte puramente digital, realizada por la casa Christie’s.
Para Monge, Costa Rica está entrando poco a poco en este sector, pero la directora apuntó que el sector cultural aún se recupera de la pandemia, por lo que los procesos de producción cambiaron su ritmo.
Sin embargo, la directora del MADC afirmó que esta nueva dimensión del arte es casi un paso obligatorio para los museos y una expectativa del público, en una etapa donde se están potenciando los entornos híbridos luego de la pandemia.