LinkedIn anunció un nuevo perfil más gráfico, muy al estilo de Facebook y de Twitter, con una foto horizontal en la cabecera y una cuadrada en el lado izquierdo de la pantalla.
Con ello pretenden que los usuarios de la red social profesional puedan darse a conocer gráficamente de una mejor manera.
¿Cómo sacarle provecho a ello?
Para Paula Leñero, gerente de consultoría de Deloitte, no es recomendable incluir imágenes de fondo, únicamente en caso de empresas que quieran incluir su logo.
Rogelio Umaña, consultor en comunicación digital de Astrolabe, y Elena Faba, directora de social media y creatividad digital de DarwinZone, conciden en que la imagen debe reflejar de alguna forma lo que hacemos, en lo que trabajamos, en lo que creemos o lo que nos interesa.
“Según un estudio de TheLadders.com, los reclutadores pasan aproximadamente 19% de su tiempo mirando en la fotografía de su perfil en LinkedIn. Así que definitivamente, debe ser una imagen formal pero no muy posada y solo de su persona, ni con amigos, ni con mascotas”, aseguran.
En cuanto a la información, los especialistas recomiendan incluir datos que resulten estratégicos para promover la imagen profesional que desea.
Para Otto Stecher, director ejecutivo de E&Y Centroamérica, Panamá y República Dominicana, el perfil debe ser un Curriculum Vitae en tiempo real. Por eso, no se debe incluir más datos de los necesarios, ni información personal más allá del correo electrónico donde lo puedan localizar.
“Lo más importante para aprovechar en LinkedIn es llenar lo que hizo en cada lugar, sus logros o sus responsabilidades más importantes. Esto, junto al resumen de carrera que se escribe y coloca después de la foto y el título, es crucial”, comentó Umaña.
Él también mencionó que, en el tema de cursos y otras capacitaciones recibidas, es necesario evaluar cuáles son relevantes según las aspiraciones profesionales propias de cada persona.
Por su parte, Leñero y Faba destacaron la importancia de utilizar keywords específicos de la industria a la hora de llenar esos espacios. Esto con el fin de aparecer aún más en las búsquedas de las empresas reclutadoras.
Enredarse
“Por la naturaleza de los negocios, lo que hace que un profesional valga en el mercado es la cantidad y calidad de sus contactos. En este sentido, las redes sociales profesionales son una fuente muy valiosa de referencias”, comentó Stecher.
Así, si hay que tener cuidado cuáles “amigos” se aceptan en redes sociales, más aún en las profesionales.
“Hay que estar consiente de quién desea que sea parte de su red de contactos. Dependiendo de a quién incorporemos, podríamos tener una ventaja competitiva en cuanto a nuestra estrategia de imagen, o bien, nos veríamos perjudicados al ser relacionados con personas de dudosa reputación”, dijo el especialista.
Por eso, a quienes uno agrega en este tipo de redes laborales no son necesariamente amigos, como en otras redes sociales, sino colegas, jefes, subalternos o conocidos del ámbito profesional, como proveedores y clientes.
En opinión de Leñero, “no basta con estar en la red, sino que es importante gestionar la presencia”.
Para ello, es importante crear y participar en grupos así como publicar artículos que tengan que ver con el quehacer profesional de uno y que permitan demostrar habilidades como capacidad de análisis, liderazgo, influencia, innovación, entre otros.
“Esto también permite crear nuevos contactos y demostrar interés y autoridad en nuestro tema profesional”, coincidió Umaña.