No solo de LinkedIn depende la marca personal; Facebook, Instagram y Twitter también sirven como plataformas para potenciar su talento.
Si bien es cierto que la principal red social para crear marca es LinkedIn –más del 40% de las personas son reclutadas por este medio, según firmas de recursos humanos–, los otros canales digitales también son consultados para conocer los rasgos de personalidad del candidato.
Internet es una de las principales fuentes que usan los empleadores para conectar con su público de interés, ya sea para ocupar una vacante o buscar clientes. Por esta razón es importante tener contenido curado y atractivo en las redes para lograr diferenciarse.
Cada una de las plataformas tiene un impacto y un público meta. A la hora de utilizarlas para crear una marca personal, se debe definir una estrategia, los mensajes clave y el tono de comunicación para luego adaptarlos a cada una de ellas. En este sentido, es relevante comprender las características que tiene cada red para así generar información atractiva para la comunidad y lograr posicionarse como referente.
Los principales errores que se cometen con la imagen virtual de las personas son publicar críticas hacia sectores en los que no se es experto, compartir contenido discriminatorio u ofensivo hacia una persona o grupo, criticar a empresas que podrían ser posibles empleadores o clientes y postear fotografías inadecuadas.
Plataforma profesional por objetivos
Cada red social tiene un impacto diferente.
FUENTE: PWC Y THE KEY TALENT. || w. s. / el financiero.
Detalles por redes
LinkedIn es, por excelencia, la red laboral, ya que brinda grandes oportunidades de networking. Es un nicho en el que se puede contactar con referentes de las distintas áreas laborales.
Además, es posible acceder a grupos de interés que están conectados con la actividad que usted desempeña.
Desde el punto de vista de contenido, se pueden publicar textos tipo blog, videos e infografías.
Para aprovechar LinkedIn se recomienda proyectar experiencia tanto en los comentarios como en las interacciones con los contactos.
Facebook, por su parte, es la red que abre la esfera profesional y permite entrar a la personal. En esta, se recomienda tener interacciones más cercanas con la audiencia e incentivar la retroalimentación de la comunidad.
Además, debido a que es en la que mejor se visualiza el contenido en sus diferentes formatos, es posible adaptarlo según se desee.
En Instagram se llega a la red más personal. Los contenidos que funcionan mejor son los llamados nuggets en la parte de stories. Los nuggets son piezas breves de video, con una duración de 15 a 20 segundos, en las que se abordan temas de actualidad o de interés para los seguidores.
Un recurso que funciona es abrir las stories a preguntas y, luego, tomarse el tiempo de responderlas una a una. Ese contenido es interesante para proyectar de manera espontánea los rasgos de la marca personal.
Por otro lado se encuentra Twitter, el canal de la inmediatez. En este se interactúa a través de respuestas directas con cualquier persona.
Bien aprovechado, Twitter es una red que les permite a las personas situarse en un entorno para ir creciendo y posicionándose a través de la generación de microcontenidos.
También existe la posibilidad de trabajar en un canal de YouTube o en podcasts.
Megáfono social
Una de las principales fuentes de reclutamiento son las redes sociales.
“Nos interesa saber cuál es la red de contactos del postulante, la experiencia, logros más importantes, los grupos que sigue, comentarios, artículos o contenido en general que la persona escribe o comparte”, afirmó Ivannia Murillo, CEO de Search Latinoamérica.
Para comenzar a crear una estrategia de marca personal y profesional, el primer paso es convertir el perfil a uno de “compañía”, de manera tal que otros puedan seguir y consumir el contenido, al tiempo que se tiene acceso a datos o analíticas que brindan las plataformas.
Las redes sociales son la mejor palanca para proyectar la imagen que quiere dar cada persona. Positiva o negativa, dependerá de la estrategia que esta desarrolle.
La administración de los canales es una tarea exigente que requiere atención constante y un esfuerzo en la generación de contenido de valor.
Hay que tener en cuenta que cuesta mucho trabajo ganarse la atención de la gente y basta con desatender las redes por un tiempo para perder al público.
“Las redes sociales suelen ser un buen termómetro del grado de implicación que tiene cada candidato con su trabajo y de su capacidad para crear contenido pertinente para su contexto laboral. Bien trabajadas, son la mejor tarjeta de presentación que alguien puede presentar”, señaló Natalia Conde, consultora de Recursos Humanos para The Key Talent.
La clave está en no solo compartir lo que otros hacen o postean, sino en emitir una opinión, criterio técnico o recomendación en un ámbito en el que se tiene conocimiento.
En el proceso de creación de marca personal existen dos errores habituales.
El primero es la falta de constancia. Empezar con proactividad y luego perder la fuerza proyecta los valores que no se quieren transmitir: un discurso que se agota, pocas ideas que merezcan la pena y poca implicación para lograr resultados.
“Es mejor tener dos redes muy bien atendidas que cinco desatendidas”, añadió Conde.
El segundo error es la falta de interacción. Es necesario tomarse el tiempo para conectar con las personas y para responder cada comentario que se recibe, por más insignificante que parezca.
La atención al detalle y la creación de un impacto real en las personas con las que interactúa es un punto a favor para los reclutadores.
Siga los perfiles de las empresas que son de su agrado y en las que le gustaría trabajar. La mayoría de las compañías comparten sus vacantes laborales en sus perfiles de redes sociales. Allí podría estar su oportunidad.