En Costa Rica hay más empresas de telecomunicaciones y usuarios de Internet y telefonía celular y una oferta de servicio más sofisticada que hace cinco años. Los teléfonos inteligentes se han vuelto populares y se navega en Internet más rápido que antes.
En contraste, la cobertura y la calidad del servicio de telecomunicaciones todavía no es la óptima y los anchos de banda de Internet todavía están por debajo de los países desarrollados. Estas tecnologías todavía no llegan a la gente de ingresos bajos y con capacidades especiales mediante proyectos y tarifas especiales.
Este es el balance del desarrollo del mercado de telecomunicaciones, al cumplirse cinco años de que se abriera el monopolio.
La luz verde al nuevo ambiente se dio el 30 de junio del 2008, cuando el diario oficial La Gaceta publicó la Ley General de Telecomunicaciones, que establece las reglas para usar y explotar las redes y los servicios. Los objetivos de la ley eran estimular la inversión y lograr índices de desarrollo en telecomunicaciones similares a los países desarrollados.
La norma también buscaba asegurar la asignación, uso y administración eficiente de un recurso natural que en ese momento gozaba de un bajo perfil: el espectro radioeléctrico.
Actor importante
Uno de los efectos más visibles de la apertura es la presencia de una mayor cantidad de compañías de telecomunicaciones.
En el 2008, el parque empresarial del sector lo componían el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y Radiográfica Costarricense, que tenían acuerdos con alrededor de una decena de cableras. A mayo de este año, la Superintendencia de Telecomunicaciones registraba 116 operadores y proveedores de servicios de telecomunicaciones.
El aporte del sector a la economía ha crecido un 45% en estos cinco años. Para el 2012, las empresas de telecomunicaciones reportaron ingresos brutos que superaban los $1.315 millones, el equivalente al 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB). Lo anterior según datos reportados por las empresas a la Sutel.
De esta manera, las telecomunicaciones se han convertido en un actor económico más fuerte que el sector agua y electricidad. Su importancia también supera la contribución que hace al PIB el sector público y está cerca del peso que tienen los servicios de intermediación financiera (3,7%).
Empero, perdió peso en su aporte al PIB. El sector de telecomunicaciones pasó de 3,6% en el 2008 al 3,3% en el 2012. En esto influyó que el precio de los servicios de telecomunicaciones han tenido un baja en términos reales.
La Aresep fijó los costos de estos servicios previo a la apertura. En 2006 se fijaron las tarifas que hoy rigen para la telefonía móvil pospago y los mensajes de texto (SMS) que perdieron su valor en colones constantes en un 30%. Mientras, la tarifa de telefonía prepago fue emitida en el 2008 y su valor bajó 28%.
“No se puede interpretar que el sector pierde importancia. Lo que refleja es la reducción del precio de esos servicios con respecto al nivel de precios”, explicó el economista Ronulfo Jiménez.
Por otra parte, si se mira el crecimiento del sector con más detalle, resalta que el 2011 fue año de mayor dinamismo (16%), impulsado por el lanzamiento comercial de los servicios de telefonía móvil de Claro y Movistar, que entraron al mercado en noviembre de ese año.
Más gente, más servicio
La otra gran consecuencia de un mercado en competencia ha sido el aumento de la penetración de Internet y telefonía móvil.
Del 2008 a la fecha, la cantidad de líneas activas de celular ha crecido un 225%. El mayor repunte en el mercado de telefonía celular se presentó en el primer año de competencia (entre el 2011 y el 2012) cuando creció un 57%.
Con ello, el número de móviles en la calle supera hoy a la población total del país. Y si solo se toma en cuenta la población económicamente activa, cada individuo posee un promedio de 3,11 celulares en la actualidad.
“En Costa Rica, se tenía amarrado de manos al mercado. La demanda era voraz y la oferta era muy baja. Con el reto de abrir el mercado, el ICE logra romper las amarras, y dar uno de los pasos más importantes para su supervivencia al introducir el prepago al país”, dijo George Miley, exmiembro del Consejo de la Sutel.
“Con esto, logró cambiar el 100% de sus clientes pospago, a tener hoy una cartera mayoritariamente prepago, y habiendo aumentado su cantidad de usuarios a más de 2,5 veces el tamaño original en el 2009”, añadió.
Un panorama similar ocurre en el mercado en Internet, el primero que rompió el monopolio. Por ejemplo, la cantidad de suscriptores de Internet banda ancha fija se ha multiplicado más de cuatro veces en cinco años.
Este ritmo de crecimiento posiciona a Costa Rica como el país con la mayor tasa anual de crecimiento en el uso de Internet móvil de banda ancha.
“Costa Rica posee un desarrollo económico y educativo importante y tenía una demanda reprimida”, explicó Raúl Katz, profesor de la Universidad de Columbia, en una visita realizada al país el año pasado.
En cuanto a la demanda de Internet móvil, la Sutel está en proceso de validar los datos recientes de penetración de este servicio.
Empero, la consulta a los operadores muestra que el consumo de datos se ha disparado en el país. Jaime Parlemo, gerente de clientes del ICE, explicó que casi el 60% de los clientes móviles usan Internet móvil y que el consumo creció más del 60% en el último año.
En el caso de la firma Claro, el tráfico de datos con móvil se triplicó entre el 2011 y el 2013. “Costa Rica es el país con más personas usando Internet (móvil) en la región centroamericana, y el quinto en Latinoamérica después de Brasil, Chile, México y Argentina”, dijo Víctor García, director de regulación de Claro.
Un comportamiento que se acompaña del boom por el uso de teléfonos inteligentes. Un 75% de los teléfonos que activa la compañía Claro son smartphones .
Una tendencia similar reporta Movistar. “En términos absolutos, en Costa Rica los clientes utilizan mayor cantidad de datos móviles que los usuarios de El Salvador, Nicaragua y Panamá juntos. Esto nos dice que Movistar aquí tiene un enorme potencial de crecimiento”, dijo Matías Señorán, gerente de comunicación de Movistar. En el caso de Movistar, alrededor del 50% de los clientes utiliza un smartphone para acceder a los servicios.
Para Rowland Espinoza, viceministro de Telecomunicaciones, los avances en la penetración de los servicios de telecomunicaciones posicionan a Costa Rica como uno de los mercados más dinámicos de la región.
Espinoza destacó que los índices de penetración de Internet y telefonía móvil podrían ser más altos hoy, si la Sutel hubiera podido invertir los recursos del Fondo Nacional de Telecomunicaciones. “Es importante que estos recursos retornen al mercado en inversiones que amplien el acceso y reducir la brecha digital”, dijo.
Por su parte, el mercado también presenta una diversificación de servicios de telecomunicaciones. “Hace 5 años, no se tenía la gama de servicios que tenemos hoy. Un pequeño ejemplo es el tema del triple play (cable, internet y VoIP) en un solo proveedor o bien la posibilidad de grabar programas de televisión a través de la digitalización de la televisión por suscripción”, comentó Óscar Barahona, presidente de la Cámara de Infocomunicación.
Empero, el mayor uso de los servicios de telecomunicaciones por parte de los ticos no es un efecto que solo puede atribuirse al ingreso a la apertura del mercado.
La ruptura del monopolio de las telecomunicaciones en el país se dio en un ambiente de dinamismo y cambio global de la industria de telecomunicaciones.
La adopción de Internet y la telefonía ha venido en crecimiento en el mundo y hoy este dinamismo se siente especialmente en los mercados en desarrollo.
Otro factor que contribuyó es la explosión en el consumo de datos con el celular, que provocó la compañía Apple con el lanzamiento del iPhone en el 2007 (cuatro años antes de romperse el monopolio de la telefonía celular).
“El mercado tico estaba sediento. Por ello, a Costa Rica le tomó menos de dos años, alcanzar los niveles que alcanzó México en una década”, dijo Jorge Negrete, director de Mediatelecom.
Este ambiente permitió, por ejemplo, que Claro y Movistar entran al país compitiendo con planes que ofrecían anchos de banda superiores de hasta 4 Mbps.
Situación que obligó al ICE a elevar su ancho de banda y invertir en una red 4G LTE que encenderá en junio, para brindar Internet superveloz con data card y teléfonos inteligentes.
Afinar la cancha
Una consulta realizada por EF a las cámaras empresariales revela que hay una satisfacción “a medias” del proceso.
Alexander Mora, presidente de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Camtic), dijo que los anchos de banda que ofrece Internet son aún limitados y, especialmente, los parámetros para definir la velocidad de banda ancha a partir de 2Mbps, si se compara con países avanzados en este campo.
Por ejemplo, la velocidad promedio de las conexiones fijas de de Internet banda ancha en Chile es de 7,13 Mbps, seguido por Brasil (4,68 Mpbs), según Cisco.
Los empresarios también reclaman una mejora en el ambiente de negocios y reiteran la necesidad de mejor coordinación.
“Nos parece que el ritmo (de crecimiento) podría ser mucho mejor. Se requiere que el Poder Ejecutivo tenga una política de Estado en materia de telecomunicaciones y una visión conjunta y tripartita entre el regulador, la rectoría y las empresas, que sea apoyada sin ningún tipo de disimulo por parte del Estado”, dijo Barahona.
Elías Soley, vocero de la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio (Amcham), destacó que se requiere un análisis del tema tarifario. “Incomprensibles barreras artificiales de precios no han permitido que el mercado se desarrolle con mayor fluidez, atendiendo al mercado con soluciones y propuestas de negocio personalizadas, sino que se encuentran ancladas en marcos regulatorios de precios que ya deberían estar superados”, dijo.
Además, deudas que toman fuerza son el ordenamiento del espectro radioeléctrico y una política de asignación que estimule inversión en nuevas tecnologías.
Señales de que la ruptura del monopolio deja un saldo positivo, pero con áreas por mejorar.
Los pendientes
El desarrollo del mercado requiere resolver temas a corto plazo:
1. Infraestructura: Las trabas en los municipios persisten e impiden que se completen los planes de desarrollo de redes.
2. Portabilidad: El derecho del usuario para conservar el número telefónico es necesario para facilitar la libertad de elección.
3. Fonatel: Se tiene guardados más de $200 millones para proyectos que integren a poblaciones pobres al mundo digital.
4. Ambiente: La interconexión e interoperabilidad de redes son temas con pendientes,
5. Espectro radioeléctrico: La administración y uso del este recurso carece de orden y manejo, No hay política de asignación.
6. Tarifas: La Sutel tiene pendiente un estudio de mercados relevantes para evaluar la liberación de precios. Hay un gran atraso.
7. Institucionalidad: Se quiere un ente regulador más fuerte y con mayor peso en el mercado, que coordine mejor con el Ejecutivo.
8. Calidad: Los usuarios todavía enfrentan problemas de deficiencia en la calidad de los servicios, especialmente en datos.
Fuente Cámaras empresariales