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Ad Astra Rocket utiliza 252 paneles solares en sus instalaciones de Liberia provistos por Sibo Solar Energy, un emprendimiento o startup con solo dos años de existencia.
El sistema de energía solar fotovoltaica, organizado en siete módulos, permitirá incrementar los experimentos que se realiza la firma del austronauta costarricense Franklin Chang Díaz en el motor de plasma.
Para esta operción se contó con el financiamiento a través de una línea denominada "Crédito Verde" de Banco Promerica.
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A través del uso de energías limpias, como la de los paneles solares, Ad Astra Rocket podrá desarrollar un ecosistema demostrativo de tecnologías renovables basadas en el hidrógeno, así como podrá incrementar sus investigaciones en la tecnología espacial.
José Antonio Castro, director científico de Ad Astra Rocket en Costa Rica, afirmó que el incremento en la periodicidad de las pruebas será posible gracias al ahorro que tendrá la empresa en su factura eléctrica.
"Para la propulsión espacial hay que desarrollar un motor de plasma y los experimentos generaban un consumo eléctrico muy intenso", indicó Castro. "Sin embargo, los paneles solares disminuyen el costo de la electricidad, lo que genera que las pruebas sean menos costosas, y por ende, podremos incrementar los estudios".
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Edgar Ugalde, director general de Sibo Energy, afirmó que la empresa trabaja completamente con energía solar, tanto en el programa de propulsión espacial como en el desarrollo de nuevos servicios de energía ambientales.
"Estimamos que los paneles solares le permitirán a Ad Astra Rocket disminuir cerca de 15,3 toneladas de CO2 por año, cifra que equivale a lo que generarían seis hectáreas de bosque al año", indicó Ugalde.
Con el primer mes de funcionamiento de los paneles solares, Ad Astra Rocket alcanzó un ahorro de un 99% en su factura eléctrica. La compañía generó el total de la energía requerida en abril y quedó con un saldo de 1.878 kilowatts/hora, que podrán utilizar en meses posteriores.
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