Las fintechs están generando una transformación en la industria financiera bancaria y empujando a los bancos hacia la innovación y el uso de tecnologías.
Si bien en Costa Rica no hay un recuento oficial de cuántas fintechs están operando, lo cierto es que hay un grupo de startups y empresas consolidadas que han experimentado un crecimiento considerable en los últimos años.
Aquí repasamos la experiencia de ocho emprendimientos locales de base tecnológica y dedicados a los servicios financieros que han incursionado en diversas áreas.
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Diversidad de servicios y productos
Impesa es una de las empresas fintech que ha diversificado su oferta de productos. Nació en el 2013 como un emprendimiento para el desarrollo de tecnología especializada en el sector financiero bancario.
Desde entonces, han desarrollado la plataforma Monibyte, que permite a los usuarios controlar el gasto mediante tarjetas de crédito y débito.
También crearon Layla, una plataforma de chatbot, así como Kipo, que permite descargar dinero desde cuentas Paypal en Estados Unidos a cualquier cuenta del sistema bancario en Costa Rica.
“Hemos desarrollado esas tecnologías y las mismas las utilizan hoy prácticamente todos los bancos de Costa Rica y los más grandes de la región centroamericana”, afirmó Johnny Robles, gerente de Tecnología de Información de Impesa.
Klap es otra de las fintechs que operan en el país, la cual suma ya tres años. Su actividad principal ha sido afiliar negocios a su pasarela de pagos de comercio electrónico.
“Al inicio fueron pocos comercios, pero hemos ido creciendo; haciendo proyectos con bancos. Klap se ha enfocado en ofrecerle a comercios soluciones rápidas de comercio electrónico”, contó Gloriana Acuña, asistente comercial.
Entre sus productos actuales, además de la pasarela de pagos, está un botón de pago para apps y desarrollaron una aplicación tap to phone que convierte el teléfono en datáfono y que actualmente utiliza el Banco Popular con el nombre “Conexión BP”.
En el 2011 nació Gosocket, otra fintech que adquirió la empresa chilena de facturación electrónica Signature South Consulting.
Desde entonces, han ido cubriendo todos los modelos de facturación electrónica en 15 países de América Latina e incursionando en servicios financieros derivados como el factoraje electrónico, comentó Sergio Chaverri, director de Gosocket.
Con un enfoque diferente, apareció Apptividad en el año 2009, especializada en aplicaciones móviles y que ahora se desenvuelve también en la automatización de procesos e inteligencia artificial.
Su trabajo ha evolucionado de la mano de la industria financiera, principalmente, con el desarrollo de apps para objetivos particulares como tiquetes para filas o billeteras virtuales, contó Jennifer Sequeira, site manager de Apptividad.
“Actualmente nos estamos desenvolviendo en la automatización de procesos e inteligencia artificial para las apps que tenemos”, dijo Sequeira.
Una de las empresas fintech que ha visto su negocio dinamizado con la pandemia es Quarzo, cuyo producto estrella, llamado Asoexpress, lleva cuatro años en el mercado.
Han pasado de ofrecer sus servicios como recargas o pagos de servicios públicos en sitios físico a realizarlos desde casa, con una gama de proveedores en aumento, comentó Mauricio Carvajal, ejecutivo de proyectos.
Entre los proyectos que se transaccionan a través de la plataforma están recargas celulares, pago de servicios públicos o transferencias Sinpe, y próximamente también ofrecerá remesas, transferencias internacionales, entre otros.
Novacomp es otra empresa que ha vivido un crecimiento sostenido desde el año 2016 y actualmente ofrece una serie de servicios y productos financieros.
“Como cualquier inicio fue complicado cumplir con todas las cargas y responsabilidades sociales en una compañía que recién ingresa es realmente duro. No obstante, desde hace varios años ya somos pyme”, comentó Marco Gómez, Services Delivery Director.
Gómez consideró que un diferenciador de Novacomp es que ofrecen sus productos bajo la modalidad SaaS (Software as a Service), en donde el cliente paga una mensualidad y la empresa, adicional al producto, brinda el hospedaje y toda la infraestructura en la nube.
Entre sus productos actuales están NovaMP, para medios de pago y Sinpe, o NovaOnboarding, que trabaja onboarding con reconocimiento facial.
Otra fintech que se ha visto beneficiada durante la pandemia es Masterzon, cuyo crecimiento durante este periodo ha sido “muy positivo”, según dijo Francisco Ulate, coordinador de Operaciones.
La empresa, que nació en el 2016, cuenta actualmente con una plataforma transaccional web en la que se pueden negociar facturas electrónicas y contratos de café para la exportación y han desarrollado la primera casa de cambio digital del país.
Alex Siles, CEO de Snap Compliance, aseguró que desde el 2011 han pasado de ser una herramienta de software limitada al cálculo de matrices de riesgo para prevención de lavado de activos en el sector bursátil a insertarse en sectores como cooperativas, fideicomisos y retail.
Snap Compliance surgió en el 2019 cuando entraron a la incubadora Auge y al programa BwS impulsado por la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Con dicho programa BwS la empresa puso validar su plataforma a nivel de Latinoamérica.
“En el 2020, aunque fue un año duro para muchas organizaciones, nosotros logramos sostenernos, trabajar en la plataforma y planificar ese paso que nos ayude a tener el crecimiento exponencial de una startup enfocada en tecnología”, comentó Siles.
Los avances de estas empresas se dan en un contexto en el que el sector fintech reclama también cambios en la normativa que permita un mayor desarrollo, así como la apertura de instituciones como el Banco Central.
El ente aseguró a EF que se está estudiando la apertura del un Centro de Innovación que sirva como punto de contacto entre personas, empresas y autoridades competentes con el propósito de ofrecer apoyo, asesoría, comunicación y orientación sobre cómo introducir productos o servicios financieros innovadores.