Cada vez más personas adquieren un vehículo eléctrico en Costa Rica. Solo para este año se calcula que entren cerca de 3.000 nuevas unidades a las calles del país.
Ahorrar en el gasto de gasolina o unirse a la tendencia global de la electromovilidad son algunas de las motivaciones que llevan a los conductores a pasarse a esta tecnología.
Sin embargo, uno de los aspectos que aún generan dudas y temores es la vida útil de la batería. Si bien es cierto la primera generación de baterías de vehículos eléctricos tenía una vida que podía alcanzar los siete u ocho años, las más nuevas pueden duplicar esa cifra, siempre y cuando mantengan un cuidado adecuado.
Con la ayuda de dos especialistas, EF le ofrece ocho consejos para mantener la batería en buen estado.
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1. Cargar en casa
El carro eléctrico se carga en casa. Esa es la primera recomendación. Una carga completa puede tomar entre seis a ocho horas, dependiendo del modelo, por lo que se aconseja hacerlo mientras se duerme.
Para ello puede instalar una estación de carga –que ya al comprar un carro nuevo se incluye generalmente–, adquirir uno portátil o hacerlo a través de un tomacorriente de los que se usan para la cocina eléctrica o secadora de ropa: el Nema 1450.
Sin embargo, no debería hacerse todas las noches, sino cuando es requerido. Una comparación es el celular: este dispositivo se carga cuando la batería está cerca de agotarse y no se mantiene conectado. Lo mismo con el carro.
“Las baterías de los vehículos eléctricos son exactamente iguales (que las de celulares), incluso del mismo material: iones de litio. Entre más provecho le saque a una carga completa voy a alargar la vida útil de la batería porque voy a hacer que los ciclos de carga sean más prolongados en kilometraje”, explicó Pablo Chávez, mecánico líder de BMW.
Puede aprovechar las cargas programadas mediante las cuales le puede indicar al vehículo a qué horas desea que recargue.
Un cuidado importante es que el sitio de carga en la casa no debe estar cerca de zonas húmedas y preste atención a las señales del cargador, los cuales tienen la capacidad de detectar si hay sobretemperatura o si la corriente es muy baja o muy alta.
2. Dosificar las cargas rápidas
Las distribuidoras de energía eléctrica han desplegado una red de cargadores rápidos en todo el país. Datos del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) indican que actualmente existen 48 cargadores rápidos.
No obstante, estos son un recurso de emergencia, pues, de nuevo, el carro eléctrico se carga en casa.
“Las cargas rápidas sí pueden generar una degradación mayor en la batería si son utilizadas frecuentemente porque está sometida a una carga con mayor voltaje”, mencionó Federico Rodríguez, profesor del Técnico en Diagnóstico y Reparación de Vehículos Eléctricos del Tecnológico de Costa Rica (TEC) y del Instituto ECAC.
Rodríguez llamó a generar una cultura de carga en los usuarios de esta tecnología, pues estos deben servir para cargar lo que hace falta para llegar al destino y no quedarse indefinidamente solo porque “es gratis”. En algunos países el tiempo en estaciones se ha limitado a 30 minutos por esa razón.
La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y Coopeguanacaste ya cobran la tarifa de ¢150 por minuto en sus cargadores rápidos, a los que se unirá el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) a finales de este año.
Rodríguez recomendó hacer entre una y tres cargas rápidas al mes, mientras Chávez aconsejó que después de hacer una carga rápida las dos siguientes sean semirrápidas para “bajarle las revoluciones a la batería”, aunque mencionó que los autos están diseñados para soportar cargas rápidas constantes.
Decenas de comercios han construido estaciones semirrápidas en todo el país; también las distribuidoras tienen algunos cargadores de este tipo.
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3. Mantener rangos
Un tercer cuidado es no dejar que la batería se descargue por completo pero también evitar cargarla al 100% o, al menos, no es necesario.
Un rango mínimo debería ser entre 10% o 15% para evitar una sobredescarga que pueda dañar la batería, pero también una sobrecarga puede ser contraproducente, por lo que es ideal llegar cerca del 80% o 90%.
Después de ese rango, las velocidades de carga se reducen, es decir, se hace más lenta la carga al sobrepasar el 90%. Es algo así como una “carga ficticia” o superficial, dijo Rodríguez.
No obstante, si va a hacer un viaje largo puede salir desde el 100% de carga, aunque debe saber que del 100% al 90% se descarga más rápido por la razón anterior.
4. Temperatura
La batería tiene sistemas de enfriamiento que funcionan incluso con el carro fuera de funcionamiento, por lo que no debería existir problemas con el sobrecalentamiento.
No obstante, Rodríguez mencionó que a las baterías no les gustan las temperaturas muy altas. Si viaja a zonas como Guanacaste, por ejemplo, es ideal dejar el carro bajo la sombra.
5. Revisiones periódicas
Los especialistas recomendaron diferentes indicadores para asistir a una revisión. Para Chávez debería hacerse un chequeo integral del vehículo, y no solo de la batería, después de cada 10.000 km recorridos; Rodríguez aconsejó una inspección cada seis meses o incluso una vez al año.
Los ciclos de carga y el estado de salud son los aspectos más importantes a revisar en las baterías. Un carro, incluso después de varios años de uso o miles de kilómetros, puede mantener una batería con un estado de salud superior al 90%.
El mantenimiento de un vehículo eléctrico conlleva costos menores a los de uno de combustión.
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6. Manejar conscientemente
Manejar el vehículo de forma consciente y ecológica se traducirá en mayor eficiencia. En las ciudades funcionan todavía mejor pues es donde menos consumen y más energía regeneran en aceleraciones suaves. El sistema tiene la capacidad de tomar la decisión de almacenar energía en este tipo de escenarios.
“El motor eléctrico ayuda a frenar el vehículo, ese es el freno regenerativo, y mientras ayuda a frenar produce electricidad”, dijo Rodríguez.
El auto también regenera al estar en compresión.
En pista es menos eficiente porque es donde más se gasta, pero una buena gestión puede dar buenos resultados.
En los autos más modernos se espera que se manejen con un solo pedal para acelerar y frenar.
7. El cambio
Uno de los temores de los conductores es el recambio de la batería. Con los cuidados adecuados, la vida útil y el estado de salud de las mismas se puede extender por más tiempo, incluso hasta 15 años en los modelos más nuevos.
Las baterías no se reemplazan por completo necesariamente, sino que se puede reparar por módulos. Varios módulos forman una batería.
El profesor aclaró que cuando la batería se saca porque ya no cumple con las características originales no significa que está mala, sino que agotó sus capacidades, pero sus componentes se pueden destinar para una segunda vida.
En Costa Rica, el TEC ya trabaja en determinar cuál es el estado de salud de baterías y celdas usadas, tal como reportó EF hace algunas semanas. La universidad trabaja de la mano con empresas privadas para dar una segunda vida a las baterías o desechar correctamente estos componentes cuando ya no se pueden reutilizar.