El año pasado Gloriana Araya Solís —de 22 años y originaria de La Legua de Zarcero— y sus compañeras de trabajo desarrollaron una idea de negocio que quedó en tercer lugar en un hackatón femenino realizado en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) en su sede de Santa Clara.
La idea consiste en una app, llamada Promonorte, que da a conocer los productos que ofrecen las micro, pequeñas y medianas empresas de San Carlos y que brinda la posibilidad para los consumidores de adquirlos digitalmente.
La aplicación móvil está en desarrollo todavía.
Araya forma parte de TIC-as desde hace un año, una iniciativa apoyada por la Cooperativa Sulá Batsú, que pretende incentivar el amor por la tecnología en las mujeres, especialmente en niñas y jóvenes de la zona norte del país.
El proyecto cuenta con el respaldo económico del Fondo para la Igualdad de Género de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De hecho, cuando Araya ingresó a la carrera de ingeniería en computación en el TEC —en el 2011— en sus clases usualmente había solo cuatro mujeres, frente a 26 hombres.
En un curso del semestre actual era la única mujer ante una veintena de hombres y de su generación solo quedaron cuatro de las ocho mujeres que iniciaron la carrera.
Es una situación que se repite en otros centros de estudios universitarios y en el mundo laboral en el sector informático, donde solo 36% de los puestos son ocupados por mujeres, según el Mapeo Sectorial de Tecnologías Digitales del 2014, elaborado por la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) y por la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
“A pesar de que el sector de las tecnologías es dinámico y que hay muchas oportunidades laborales, de especialización y de becas, la participación de mujeres es muy escasa”, lamentó Kemly Camacho, coordinadora general de la cooperativa y del programa TIC-as.
Los estereotipos y un ambiente hostil, dominado por el machismo, reducen las oportunidades para las mujeres.
El proyecto TIC-as arrancó en el año 2013 y una de sus iniciativas consiste en la constitución de clubes tecnológicos en el que participan, tanto las niñas como sus madres, que arman y desarman computadoras, crean blogs con historias comunitarias, juegan y experimentan con temas tecnológicos.
También se realizan campañas en los colegios —junto a los orientadores— para motivar a las jóvenes estudiantes de las secundarias de Sucre, Aguas Arcas, Ciudad Quesada, Los Chiles, San Carlos, y La Palmera, entre otros, a valorar la escogencia de carreras de tecnología.
En el TEC y la Universidad Técnica Nacional se trabaja en el fortalecimiento del liderazgo de las estudiantes que ya estudian una carrera en el mundo de la tecnología para evitar que deserten. Además, se les motiva a crear sus propios emprendimientos.
Este año, TIC-as fue reconocido como un proyecto que propicia la inclusión digital en la segunda edición de los Premios Costa Rica Verde e Inteligente, que otorga Camtic.
Gloriana Araya también tuvo la oportunidad de participar en el Mobile Learning Week, en Francia, donde junto a otras jóvenes expusieron en qué consiste TIC-as y divulgaron detalles de su emprendimiento.
¿Quiere unirse a TIC-as?Si es una mujer interesada en sumergirse en el ámbito tecnológico, puede formar parte de TIC-as. Para hacerlo, llame al 2253-1326. También puede escribir al Facebook de la Cooperativa Sulá Batsú. |