Maricruz Herrero Aguilar tiene una inclinación especial hacia los temas ambientales, tanto así que el año anterior decidió crear un negocio que se dedica a importar botellas de acero inoxidable para educar a la población a disminuir el consumo de las que son de plástico.
La joven periodista de 25 años cuenta que siempre ha procurado proteger el ambiente por medio del reciclaje, no usa pajillas de plástico y se ha involucrado en voluntariado para promover que las personas reciclen, así como en otras causas sociales.
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Sin embargo, reflexionó que reciclar no era suficiente y que debía ir más allá y rechazar el uso de ciertos materiales como el plástico, que afecta al ambiente y a las especies marinas.
Precisamente, el Programa de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que para el 2050 habrá más plástico que peces en el mar.
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La idea
En el 2015, Maricruz vio que un amigo suyo tenía una botella de acero inoxidable “chivísima” y le llamó la atención.
Comenzó a investigar sobre cómo estas podían emplearse para sustituir a las botellas plásticas y contactó a la empresa, que se llama Fifty/Fifty y que se ubica en Estados Unidos.
Ella decidió mandar a traer dos botellas: una para ella y otra para su mamá.
A ambas les gustaron y Maricruz analizó que las botellas tenían potencial para venderse en el país. Por ello, hizo un encargo grande y creó Fifty/Fifty Costa Rica.
El producto empezó a ser adquirido por personas preocupadas por el ambiente, por deportistas que llevan agua al gimnasio, quienes van de paseo, aventureros y por aquellas personas que consumen muchos líquidos.
Algunas empresas las encargan y se las obsequian a sus trabajadores.
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Características de las botellas
Las botellas son insuladas. Esto significa que tienen una doble capa y guardan el calor o el frío por más de 24 horas.
Entonces, si se coloca café, se mantiene caliente. Si se vierte una bebida fría en ellas, se conserva así, explicó la emprendedora.
En el país se venden varios tipos de botellas de diversos colores: de 354 mililitros, de 530, de 750, de un litro, de dos litros y una botella especial para almacenar vino.
Según el tamaño, las botellas tienen diferentes funciones. La de 354 mililitros puede usarse para guardar café o té y la de dos litros es ideal cuando se realizan viajes con la familia o amigos y se desea consumir algún líquido.
Los precios varían según la dimensión: la más pequeña cuesta ¢15.000 y la más grande vale ¢32.000. Se hacen precios especiales cuando se adquieren volúmenes mayores.
Igualmente, se venden distintas tapas para las botellas.
Actualmente, la joven comercializa las botellas por medio de las redes sociales y WhatsApp.
La emprendedora planea establecer una tienda física a futuro.
Su consejo para otros emprendedores es atreverse, “mandarse” con su propio negocio.
Quizás al principio no habrá muchas ganancias, pero después de un tiempo llegarán y el aprendizaje es “súper rico”.
Por otro lado, motivó a las personas a buscar causas sociales que les apasionen e idear un emprendimiento para defenderlas, como lo hizo ella.
De esta forma, obtienen ingresos, pero además brindan un aporte a la sociedad.