Por medio del emprendimiento My Coffee Farms, el empresario costarricense Federico Halsband Sáenz está ofreciéndoles a los consumidores australianos café originario de Costa Rica.
El joven empresario de 25 años compra los granos verdes de café tico, estos se tuestan a un nivel medio por parte de expertos en ese campo en Australia, el café se empaca y, por medio de su sitio web, se lo vende a empresas y a consumidores de ese país interesados en adquirirlo.
No se trata de cualquier café: la empresa que lo produce cuenta con la licencia de uso de la marca país Esencial, con lo que Federico se asegura que sea sostenible y que cumpla los estándares exigidos.
Se trata del café Bandola, de la variedad caturra-catuaí, que produce la Cooperativa de Productores de Café de Naranjo.
“Lo vendemos en grano", explicó Halsband. "Mucha gente lo prefiere molido, pero el mercado meta de este café en específico, como es muy bueno, es para gente que ya tiene su máquina de expresso en sus hogares, que tiene su propio moledor, entonces es como muy sofisticado”.
Promover a Costa Rica
Según Halsband, quien vive actualmente en Australia, su propósito no es solo obtener ganancias con la venta del producto, sino dar a conocer cuál es la historia detrás del café, por lo que les explica a los potenciales consumidores de dónde proviene el café, quién lo produce, cómo y brinda otros datos de interés de la zona.
“El propósito es muy sencillo: conectar las fincas directamente con el amante del buen café por medio de los avances tecnológicos del comercio electrónico. Tenemos la visión de que este prototipo puede convertirse en la puerta para unir ambos lados de los eslabones y así fomentar el comercio justo y sostenible”, manifestó el administrador de empresas.
Su público meta son tiendas de productos orgánicos y de salud, cafeterías gourmet y también personas amantes del café.
Una de sus estrategias para dar a conocer su marca es asistir a oficinas en las que haya muchas personas y exponer por media hora, por ejemplo, durante el almuerzo, sobre el café de Costa Rica.
“Aprovecho para mostrar fotos de Costa Rica, de cómo es el cultivo sostenible, el comercio justo y al final lo que hago es ofrecer el producto”, detalló.
El 31 de marzo, Halsband lanzó oficialmente su iniciativa en un evento denominado Coffee Lunch n Learn, en Sydney, en el que se realizó la cata del café Bandola y de otros cafés costarricenses.
¿Cómo surgió el proyecto?
En el 2012, el emprendedor arribó a Australia con el fin de estudiar negocios internacionales, pues se percató de que esa parte del mundo tiene un gran potencial.
Tras finalizar sus estudios, su propósito era vender directamente en Australia chocolate costarricense proveniente de Upala.
No obstante, se dio cuenta de que la competencia para comercializar ese producto era muy dura y desistió temporalmente de este negocio.
Luego de estudiar más a fondo, vio que el café tenía mayores posibilidades, por lo que desarrolló toda una estrategia para venderlo electrónicamente.
Además, al ser evaluador certificado de la marca país (Esencial), conocía qué cafés contaban con las características idóneas para venderse en Australia.
Planes
Próximamente, Halsband espera introducir otro café dentro de su sitio, que es el café centroamericano Sundried y, posteriormente, otros adicionales.
Además, si su proyecto con el café tiene éxito, podría emplear la misma estrategia con otros productos costarricenses como la piña y la papaya, bajo otras marcas y capturar así al público meta de cada uno de ellos.
Asimismo, ampliaría la gama de países en los que los comercializa.
El joven piensa en grande y valoraría ingresar a Singapur, a Corea y, eventualmente, a China.