Roxana Rojas es oriunda de Zarcero y trabajaba como técnica dental, pero por trabajo y estudios de su familia se vino a vivir a Escazú, desde donde empezó a comercializar café premium con su marca Rouxx Coffee. Ahora está en trámites de vender en Amazon.
“Ya tengo los permisos para exportar”, dice Roxana. No es el único trámite que cumple para empezar a alcanzar a los consumidores de otros mercados y, en especial, de Estados Unidos.
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Roxana trabajó tres décadas como técnica dental. Cuando terminó la carrera en la Universidad de Costa Rica (UCR) hizo la práctica en una clínica privada que quedaba detrás de la Catedral Metropolitana, en San José. Después estuvo cuatro años en Coopedent.
Viajó a EE. UU. y tuvo un empleo en esa misma área en Washington D.C. durante otros cuatro años. Al regresar a Costa Rica instaló su propio laboratorio en Zarcero. Eso fue en el año 2000.
En 2016 cerró el laboratorio. Su esposo, Leonardo Blanco, trabajaba en San José y viajaba todos los días. Sus tres hijos, Sebastián, Priscila y Benjamín, terminaron la secundaria sucesivamente y empezaron a estudiar en las sedes de los centros de educación superior en el Área Metropolitana. El menor, que fue el último en salir del colegio, ingresó en la UCR.
“Tomamos la decisión de venir a vivir a Escazú”, cuenta Roxana. Ahí vive aún.
Roxana ama trabajar. Quedarse inactiva, nunca. Empezar de cero, no era tampoco un problema. Ella quería algo diferente, pues el laboratorio es muy demandante. Pensó en comercializar café. Lo llevaba en la sangre, además.
Su familia materna es de Grecia y tenían fincas de café en San Roque y en Carbonal, dos localidades de ese cantón alajuelense. Roxana cuenta con orgullo que su bisabuelo, Mercedes Hidalgo, fue uno de los primeros exportadores de Costa Rica.
“Quería seguir con el legado del café”, dice Roxana. Y se puso manos a la obra.
En 2017 empezó a materializar la idea, registrando la marca. Además, se inscribió en el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) y obtuvo los permisos respectivos de la Food & Drug Administration (FDA) de EE. UU.
El café lo adquiere de productores de la zona de Los Santos y de su propia pequeña finca, ubicada en La Palmita a cinco kilómetros de Zarcero.
Roxana empaca el café con el apoyo de sus hijos y de su nuera, Adriana, quienes tienen sus propios empleos. También se hacen cargo de algunas de las tareas en el campo digital, pues Rouxx Coffee cuenta con su sitio web.
El café se comercializa en varias presentaciones de 250, 340 y 500 gramos y de un kilo para cada uno de los tres tuestes (claro, medio y oscuro) y tipo de café (molido o en grano). Además, comercializa presentaciones pequeñas o de monodosis (con un chorreador de café para una taza).
Roxana empezó a colocar café en 2017 en empresas que tienen comedores para sus colaboradores y en Internet desde el 2019. Además, está negociando para introducirlo en diferentes puntos de venta y para venderlo en Amazon, en este caso con apoyo de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Actualmente hay 94 empresas costarricenses vendiendo a través de Amazon con apoyo de Procomer, las cuales comercializan café tostado, piña deshidratada, chocolate, bebidas energéticas, salsas picantes, moldes de silicón para galletas y productos de cuidado personal, de madera, de moda (como vestidos de baño) y para decoración del hogar.
Para colocar cada producto en la plataforma de Amazon hay un trabajo previo de definición de estructura de costos, mercadeo digital, asesoría y capacitación, especialmente en transformación digital. “Amazon es una ventana mundial para los productos nacionales y, aunque la competencia es fuerte, el café de Costa Rica se reconoce por su calidad y elementos diferenciadores o empaques ecoamigables”, dijo Pedro Beirute, gerente general de Procomer.
La Promotora fortaleció la unidad de comercio electrónico dada la importancia que adquirió este canal en los últimos años con incrementos del 14% y 17% en los años 2019 y 2020, según la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Para la exportación, Roxaña también se ha apoyado en la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), entidad de la cual también ha recibido bastante apoyo con la idea de empezar a vender en el exterior muy pronto.
Ella ve el futuro con una empresa robusta. “Quiero hacerlo en grande, manejar una empresa que sea fuente de empleo para muchas familias”, dice Roxana.
Como parte de sus planes para desarrollar y fortalecer los canales digitales, es una de las 30 pymes que iniciaron un programa de capacitación de tres meses denominado Transformación Digital Pymes de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap) y la fundación Aliarse.
Y apenas obtenga los permisos de salud, Roxana empezará a comercializar granos de café cubierto de chocolate.