Con la visión de ofrecer bebidas y platillos elaborados con productos enteros, sin gluten, sin preservantes, sin lácteos y, en la medida de los posible, basados en plantas, tres amigos decidieron crear, en el 2014, el restaurante Raw Co.
Desde esa fecha hasta la actual la idea de negocio, desarrollada por los socios María Elena Murillo, Oky Anderson y Luis Eduardo Ortiz, se ha transformado y evolucionado hacia dos restaurantes, los cuales están ubicados en Escazú y Lindora.
“La idea surgió tras un viaje a Estados Unidos”, cuenta Murillo. Según ella recuerda, allí se enteraron del concepto de comida natural y decidieron traerlo a Costa Rica en el “momento perfecto”, que fue en una época en la que los ticos comenzaron a interesarse más por su estilo de vida, al hacer más deporte y mejorar su alimentación.
“Esperamos un par de años desde que tuvimos la idea e hicimos una prueba piloto produciendo jugos prensados en frío desde la casa, lo cual fue todo un éxito y así tomamos la decisión de abrir el primer local”, agrega Murillo, quién además es la chef del lugar.
El inicio –como el de toda pyme– no fue sencillo. “No teníamos mucho conocimiento sobre el concepto del negocio, así que tuvimos que estudiar y leer bastante, ya que es un estilo de vida, en el cual no solo es alimentación, sino medio ambiente, espiritualidad, entre otros”, dice la socia.
Por esto, Raw Co. continúa siendo un proceso de educación tanto para los propietarios como para los clientes.
Salud en todo momento
El restaurante ofrece comida para cualquier hora del día, desde desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Además cuenta con otras líneas de productos como planes de desintoxicación a través de los jugos prensados, línea de deshidratados, mantequillas de semillas, entre otros.
“Nuestra ideología es mantener vivos los nutrientes en los productos, el 70% es crudo y el resto cocinado, no utilizamos productos procesados, ni refinados, todo es libre de gluten y de lácteos y en su mayoría basado en plantas”, dice la chef.
Cada elemento de los platos tiene un aporte nutritivo a la salud; ya sea antioxidante, antienvejecimiento, energéticos, digestivos, pre y post ejercicio, antiinflamatorio, entre otros.
“Al inicio teníamos un poco de miedo al ser una apuesta tan arriesgada y por ser de los primeros, pero fuimos marcando la tendencia en el país y sabemos que este tipo de negocios tiene mucho potencial”, aseguran los socios.
El reto de innovar todos los días
Para estos emprendedores el principal reto ha sido mantener la calidad e innovar a diario. “Somos una empresa que se mantiene a la vanguardia en temas de alimentación y salud, investigamos a diario qué productos y beneficios para trasladarlos a nuestros clientes que son nuestra razón de ser, nos interesa que ellos están sanos, energéticos y al día con lo que pasa en el mundo a través de nuestra comida”, dice Anderson.
Como parte de ese compromiso, los empresarios decidieron brindar también clases de cocina para que las personas puedan continuar con un estilo saludable en sus casas.
Para este 2019, el objetivo es abrir su tercer restaurante.