Desde pequeña, Adriana Arce tenía claro que lo suyo era relacionarse con las personas.
Durante su etapa escolar y secundaria siempre estaba participando en actividades que le permitieran de alguna forma interactuar con otros: le gustaba hacer voluntariado en escuelas de enseñanza especial, enseñar baile típico e involucrarse en los partidos políticos estudiantiles.
Cuando imaginaba en qué trabajar, se veía rodeada de gente, en una oficina en la pudiese ejercer una posición gerencial, de liderazgo.
A los 18 años, hizo una pasantía en el Instituto de Investigación y Capacitación en Ciencias Administrativas (Iicca) en el área administrativa y allí descubrió, con el soporte de una mentora, que lo suyo eran los recursos humanos.
LEA MÁS: La emprendedora que encontró en las bellotas y las flores un atractivo negocio de venta de coronas
Con lo que ganaba en su trabajo, comenzó a estudiar la carrera de administración de recursos humanos en la Universidad Autónoma de Centroamérica y fue escalando posiciones en el Iicca, institución en la que trabajó alrededor de 15 años.
En el 2001, surgió la oportunidad de laborar en el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) como gerenta de desarrollo humano.
Junto a su esposo e hijos, Adriana se trasladó a vivir hasta Turrialba (donde se ubica el Catie) y allí trabajó once años.
Posteriormente, estuvo en diferentes empresas tecnológicas y, luego de tantos años de laborar para otros, empezó a analizar que era momento de independizarse y tener su propio negocio, siempre enfocado en el ámbito de los recursos humanos.
Adriana estaba lista para fundar su negocio, pero en una actividad le presentaron a Miguel López Abarca, quien desde el 2012 fundó una pyme de recursos humanos llamada Recluta Talenthunter.
Tras conversar por un rato, se dieron cuenta de que los dos tenían los mismos intereses y pasión por los recursos humanos, por lo que en junio del 2016 Adriana se incorporó como socia a la empresa.
El negocio ofrece varios servicios para las empresas, muchas de ellas pymes, como reclutamiento de personal, capacitaciones y consultorías.
Asimismo, aquellas empresas que van a prescindir de uno o varios trabajadores los contratan para ayudar a los empleados a enfrentarse de nuevo al mercado laboral.
De esta forma, se les apoya en la elaboración de su currículum, se simulan entrevistas laborales, entre otras dinámicas que les otorguen mayor confianza para encontrar un nuevo trabajo.
LEA MÁS: Experto en innovación a las pymes: “O eres diferente o eres barato, no va a haber otra solución”
La empresa exporta sus servicios a América Central, Colombia, Argentina, Chile, México y Estados Unidos.
En estos dos años de trabajar en la firma, Adriana asegura que su principal aporte ha sido mejorar la calidad de la operación y fortalecer el equipo de trabajo, que está compuesto mayoritariamente por mujeres.
Una de las metas cumplidas de la emprendedora fue obtener la marca país Esencial Costa Rica el pasado 13 de junio, que otorga la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
La licencia evalúa a las empresas en diferentes áreas como sostenibilidad, innovación, origen costarricense, progreso social e innovación.