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Desde muy pequeña, a la joven universitaria Nicole Birkner Alier le encantan las gaseosas y quería tomarlas a cualquier hora del día.
Ella recuerda que estaba “loca” por ellas, pero la cafeína, que figura dentro de sus ingredientes, la ponía hiperactiva.
Sus padres se preocuparon por su afición a estas bebidas y empezaron a restringírselas, de modo que solo pudiera consumirlas durante los fines de semana.
Esto ocurrió cuando ella tenía como 15 años, lo cual le afectó "bastante", pues era algo que realmente disfrutaba, específicamente el sabor de estas.
"Tomarme una gaseosa me ponía feliz, por así decirlo", expresó la estudiante universitaria de 18 años.
Fue así como Nicole pensó: “Tengo que hacer algo”, pues quería seguir consumiendo este producto y empezó a buscar alternativas.
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La adolescente decidió experimentar con frutas para crear su propia gaseosa natural: sin cafeína, azúcar, ni ingredientes artificiales, y que fuera así un producto saludable.
Ideó seis sabores (combinados e individuales), dentro de los que figuraban frutas como guanábana, limón-mandarina, fresa-mora, naranja y piña.
Al inicio, las tomaba solo ella y no pensaba convertir su nueva pasión en un negocio.
Sus amigos y conocidos se interesaron por consumirlas y la joven vio que la idea tenía potencial.
Nicole participó en la competencia Diamond Challegue, dirigida a colegiales emprendedores, y obtuvo el segundo lugar. Esto le posibilitó acceder a $6.500 para convertir su proyecto personal en una empresa.
Luego de perfeccionar la receta, en marzo del 2017 se lanzaron al mercado las bebidas bajo la marca Fresquiticos Naturart, que están hechas de frutas y de néctar de agave, que es un sustituto de azúcar.
Actualmente, los sabores que se producen son: limón mandarina, mango-maracuyá, fresa-mora y naranja. Próximamente se lanzará uno nuevo.
Su producto inició vendiéndose en tres puntos comerciales y ahora se comercializa en 60 sitios, como cafeterías, restaurantes y supermercados.
Dentro de los comercios se encuentra la cadena Auto Mercado y Vindi, a la que logró ingresar el año pasado.
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La iniciativa de Nicole es ahora una empresa familiar en la que intervienen sus padres y hermana.
Su madre, la educadora Erika Alier, está a cargo de la producción y, a su padre, el economista Erich Birkner, le corresponden las finanzas.
Su hermana, la estudiante universitaria Marianne, lidera los proyectos de responsabilidad social.
Entre tanto, Nicole, quien estudia en la Universidad Stanford (situada en California), es la directora general de la pyme.
La joven cuenta que vivir en medio de Silicon Valley ha sido una experiencia enriquecedora, que le permite estar cerca de potenciales inversionistas y obtener nuevas oportunidades para su negocio.
La empresa busca ingresar a otras cadenas de supermercados e introducir sus gaseosas a lo largo del país.
Nicole quiere inspirar a las personas a que salgan y hagan cosas "locas, diferentes, chuzas", aunque sea difícil.
"Uno aprende demasiado, ha sido una experiencia de vida", concluyó la emprendedora.
