Cuando estaba en el Colegio de Señoritas y vivía en Curridabat, Marian González Aguilar vendía bolsitas con mango, limón y sal.
“Siempre he tenido esa parte emprendedora”, cuenta Marian, quien ahora vive en San Rafael de Heredia, está casada con Ronny Barrantes y tiene dos hijas: Victoria de seis años y Valentina de uno.
Al graduarse de secundaria siguió estudiando administración de negocios en la Universidad Latina, en la sede de Heredia, donde terminó en el 2012.
Para obtener los ingresos que necesitaba también trabajaba.
LEA MÁS: Lea historias emprendedoras
Un día, en el tiempo que trabajaba en Caja de Ande, en una feria de emprendimientos vio a una señora que confeccionaba y ofrecía bolsos de tela.
Como siempre le ha gustado la moda y su mamá Xiomara hacía costuras, pensó que podría tener su propio negocio con este tipo de productos.
En su mente estaba la meta de llegar a hacerlos de cuero.
Buscó quién le podría ayudar con la maquila y empezó a diseñar, confeccionar y comercializar los bolsos de tela.
Para entonces, el mismo año que obtuvo su título universitario, había renunciado al trabajo.
En el 2013 se casó y en el negocio también hizo otro cambio: pasó de los bolsos de tela a los de vinilo.
Para iniciar la empresa no tenía más que capital propio, mucha ilusión y mucho mayor empeño todavía.
Al año siguiente nació Victoria.
Ahora su labor de emprendedora se combinaba con las responsabilidades y ocupaciones de madre.
Las tiendas le recibían los productos solamente por consignación, lo que implicaba tener ahorros para no detenerse.
Hubo momentos de altas ventas. Otros fueron marcados por las caídas.
“Era una montaña rusa”, recuerda Marian.
En 2017 participó como expositora en un Transitarte y llegó a vender más de ¢1 millón en tres días.
Por ejemplo, cuando la gente bajó las compras porque estaban a la expectativa de lo que podría ocurrir con la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Marian dice que en los momentos de bajas ventas o cuando su ánimo decae ha tenido el apoyo de Ronny.
El año pasado también fue de cambios. El primero y más significativo fue que nació Valentina.
Después cumplió una de sus metas: pasó a diseñar y confeccionar bolsos de cuero con la marca Maktub By Mariann Gonzalez.
No es la única línea que ha desarrollado. En la actualidad cuenta 15 tipos de productos, entre los que se incluyen billeteras, fajas y portapasaportes.
Ella los diseña y don Rolando, un artesano de Alajuelita, los confecciona.
Actualmente los vende por medio de WhatsApp, Facebook e Instagram.
La entrega la realiza por medio de Correos de Costa Rica y en forma personal si es en Heredia o San José.
Marian tiene claro que las ventas también se mueven con el vaivén del comportamiento normal y cíclico del comercio.
Las temporadas cuentan.
Ya cumplió una de sus metas: diseñar y confeccionar los productos en cuero.
Para mediados de año se propone el lanzamiento del sitio web y también está pensando en vender fuera del país.
“Mi deseo es empoderar a las mamás que luchen por sus sueños y dar motivación y que vean los resultados con el esfuerzo y la disciplina”, recalca Marian.