La Ferretería Coopemadereros tiene el orgullo de ocupar el mayor espacio y tener el mayor parqueo en Pérez Zeledón. Ahora es también la que dió el salto a tener su tienda en línea y vender a través de distintos canales digitales, especialmente WhatsApp.
“Qué valientes, qué visionarios, van por camino por el correcto: esos son los comentarios que hemos recibido”, cuenta Aracely Vargas, la gerente general de la Ferretería Coopemadereros.
El desarrollo de los canales en línea no ha sido de la noche a la mañana y le permitió a la Ferretería que la mitad de sus ventas fueran a través de sus plataformas durante los primeros meses de la emergencia, entre marzo y abril.
La cooperativa, de comercio y servicios múltiples, tiene 36 años de fundada, en 1984, por un grupo de transportistas de madera, cuando esta actividad tenía auge en la zona.
Empezaron con un aserradero y un depósito de madera.
Mientras el primero se cerró, la ferretería se fue ampliando pues los clientes iban solicitando otros artículos de ferretería, que fue creciendo con más líneas.
La ferretería se ubicó a tres kilómetros de San Isidro de El General, sobre la carretera al sur, y se caracteriza por su amplio parqueo, lo que es –desde entonces– una gran ventaja.
Los transportistas también se dedicaron a ofrecer servicios a otras empresas para el traslado de insumos y productos, en especial de la industria del azúcar, hasta otras zonas del país, como Barranca o La Uruca.
En el negocio de la ferretería se cubren líneas para los hogares, bajo la modalidad de autoservicio desde hace 15 años, hasta insumos para proyectos de construcción, como cemento, varilla, PVC y otros.
Aracelly, quien tiene 26 años de trabajar con la Cooperativa y hace cinco años pasó del departamento de tesorería a la gerencia, dice que una preocupación es atender a los clientes lo más rápido posible y asesorarlos.
La Ferretería Coopemadereros cuenta con 36 colaboradores, incluyendo de las áreas de cotizaciones, crédito y cobro, proveeduría, recepción de mercadería, codificación, recepcionistas para orientar a los clientes, administración y la encargada de la tienda web.
Cuando inició la emergencia causada por el COVID-19, aparte de las medidas sanitarias dictadas por las autoridades de salud, se variaron los horarios únicamente y no se requirió trabajar horas extras.
Al inicio había incertidumbre, pero los clientes no dejaron de ir especialmente para compras de reparaciones y remodelaciones en sus viviendas. Los proyectos de construcción sí se detuvieron en la zona.
Después de Semana Santa la situación mejoró y ahora junio volvió a caer “un poquito”. Una de las líneas más demandadas es la de productos de desinfección y para resguardo de agua.
Los canales digitales han sido claves durante este periodo de crisis.
La Cooperativa inició con su perfil de Facebook hace algunos años, pero es la aplicación de mensajería WhatsApp la que más usan los clientes, especialmente para solicitar cotizaciones y pedidos. Los pagos, en estos casos, se realizan por transferencia o efectivo.
Desde hace diez años, la Ferretería cuenta con sitio web. Pero se trataba de una página electrónica informativa.
En 2018 se inició el proyecto de la ferretería virtual, con apoyo de Banco Promerica, apoyándose en la plataforma para comercio electrónico Nidux.
Las ventas a través de la nueva tienda se iniciaron en 2019. Recientemente, también con el apoyo de Promerica, se incorporó la pasarela de pagos en línea de CyberSource, desarrollada por Visa, que además que disminuye los riesgos de fraude al encriptar la información de las tarjetas de crédito.
“Hay un acompañamiento del banco”, destaca Aracelly.
Antes de la pandemia la suma de las ventas a través de todos esos canales digitales llegaba al 20% del total.
Durante la etapa de mayor confinamiento, las ventas digitales alcanzaron el 50% y pese a que solamente se tiene a disposición en la tienda web unos 1.000 de los 11.000 productos de la Ferretería.
Aracelly, sin embargo, tiene claro que todavía hay que darle tiempo a la tienda en línea, pues los clientes tienen que experimentar, salir de sus dudas sobre los pagos y las entregas y ganar su confianza.
“Vamos paso a paso”, recalca ella.
Incluso cuenta que tienen un cliente que vive en Estados Unidos y realiza compras en línea para una residencia que tiene en la zona de Pérez Zeledón.
La Ferretería cuenta con una flotilla de vehículos para hacer entregas en un radio de 5 kilómetros. También se utilizan los servicios de Correos de Costa Rica.
Lo más significativo es la reacción de los clientes cuando descubren que pueden realizar compras en línea.
“Nos halagan”, cuenta Aracelly. “Nos hace comentarios positivos, porque la gente tiene la noción de la magnitud de lo que esto significa”.
En clave |
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¿Volverá su negocio a ser igual? Tenemos proyectos de abrir locales y convertir las instalaciones actuales en centro comercial. La pandemia frena el paso, pero hay que tener metas y objetivos a futuro. Será difícil. Con la tienda en línea nos adelantamos si se tuviera que cambiar la modalidad del servicio. Debemos capacitar a los clientes. |
¿Cuáles son las principales lecciones que deja la crisis? –Todo proyecto inicia pequeño y empieza como gasto, pero hay que trasladarlo a inversión. Hay que esperar. –Un proyecto de comercio electrónico es delicado y de mucho cuidado. Cualquier error puede generar inconvenientes, en especial porque el cliente no perdona una equivocación. –Se debe estar preparados para todo, incluyendo cambiar protocolos para recibir y dar seguridad a los clientes y a los colaboradores. –Ajustarse al cambio y tener más paciencia para cumplir los protocolos. |
Fuente: Ferretería Coopemadereros |