¿Cómo saber si se tienen las conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para crear y hacer crecer un negocio?
Por supuesto que hay muchas personas emprendedoras que empezaron y desarrollaron su empresa sin pararse a pensar mucho en si tenían las competencias para hacerlo.
La mayoría tenía claro que en había mucho por aprender y en muchos casos recurrieron a amistades, entidades y a otras personas emprendedoras.
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El otro extremo es de quienes piensan que no requieren desarrollar ninguna habilidad, más que saber confeccionar un producto o brindar un servicio.
Laura Moreno, vicepresidente de relaciones corporativas de BAC Credomatic, comentó que muchos negocios entran en una zona de confort donde pierden la perspectiva de analizar continuamente cómo pueden mejorar, capacitarse y actualizarse.
Esta entidad atiende a más de 100.000 pequeñas y medianas empresas en Costa Rica.
Algunas de las competencias que deben tener las personas emprendedoras serían:
1. Disposición a escuchar y al cambio
Más que enfocarse en el producto o servicio, enfóquese en el cliente y en sus necesidades, escúchelos y realice los cambios necesarios para ajustar su oferta a lo que ellos sugieren, piden y exigen.
Además, mantenga una actitud abierta a las transformaciones del mercado, tecnológicas y culturales que puedan potenciar su negocio. El “siempre lo he hecho así” o “siempre se ha hecho así” no es un buen inicio.
2. Los números
Tanto por las obligaciones tributarias como crediticias Usted debe llevar los números de su empresa para determinar si es necesario hacer ajustes y no perder dinero.
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Se debe tener certeza de los costos y de si el precio (y las promociones y ofertas) garantizan alguna utilidad, de la contabilidad de la empresa (obligatorio para efectos tributarios, además) y del flujo de caja.
3. Conocer qué ocurre
Un navegante no puede dejar de ver lo que tiene adelante, si está despejado y en calma o si se acerca una tormenta.
Es imprescindible estar enterado de los servicios financieros existentes; de la competencia, sus productos y ofertas; de los cambios de su industria; y de la evolución de la economía para realizar ajustes de rumbo, mejorar sus productos y tomar decisiones.
4. Relacionarse
Al necesitar proveedores que suministren los insumos requeridos, al tener que apoyarse en alianzas con otros emprendedores de la misma industria y al requerir construir comunidades con sus clientes se necesita la habilidad para relacionarse con otras personas.
Los emprendedores deben insertarse en redes que les permitan mejorar en cada uno de esos aspectos: proveedores, alianzas y clientes, y esto implica tener proactividad para comunicarse, conocer a otros y establecer acciones conjuntas.
5. Implementar estrategias
Todas las industrias tienen barreras de entrada, zancadillas de los competidores y obstáculos que hay que sortear en forma constante. No se puede ir reaccionando ante cada problema que aparezca a la hora de ingresar, competir o tratar de mejorar.
Por eso es necesario contar con una estrategia, que incluya la visión de lo que se desea, la misión para diferenciar el negocio de la competencia y las grandes líneas de acción que le den el músculo para actuar siempre de forma consistente.
Las estrategias son indispensables ya sea para iniciar (de entrada), de posicionamiento, de ataque, de defensa e incluso de retirada.
6. Dirección y negociación
La personas emprendedora debe ser proactiva para realizar sus propias tareas y para dirigir a otros, escucharlos, determinar el rumbo y las reglas, y definir cuál es la posición de cada empleado, cliente y proveedor.
Su capacidad de negociación se verá fortalecida por su asertividad con todos para resolver conflictos, corregir desviaciones, compensar el esfuerzo y motivar a todos hacia los objetivos y metas del negocio.
7. “Doña Zoila”
La persona emprendedoras debe conocer, en mayor o menor medida, sobre cómo administrar su negocio, cómo poner en marcha la producción, cómo establecer contratos e incluso cómo lograr una exitosa comercialización.
La comercialización es clave para conocer quiénes son los clientes, sus necesidades y su motivaciones de compra, lo que esperan del producto o servicio y cuando hacen algún reclamo, así como cuál es la mejor forma de acercarse a ellos y de crear una comunidad.
8. Hábitos y habilidades blandas
Al contratar hay que fijarse tanto en las habilidades blandas y actitudes de los potenciales colaboradores como en sus competencias y conocimientos técnicos.
También las personas emprendedoras deben desarrollar hábitos, actitudes, capacidades y habilidades blandas como la creatividad, el optimismo, el trabajo en equipo, la colaboración y la capacidad de interactuar de manera multidisciplinar, multirracial, multisocial.
Aunque estas competencias se desarrollan a lo largo de la vida, es necesario fijarse en cómo cultivarlas y desarrollarlas para tener la capacidad de anticiparse al mercado, tener una mente abierta para innovar y confianza para la generación de nuevas ideas.
El ejercer un liderazgo efectivo conlleva adquirir comportamientos, habilidades, capacidades, conocimientos y las variables de personalidad para resolver los problemas que se presenten.
9. Cuatro comportamientos claves
La persona emprendedora debe gestionar cuatro comportamientos fundamentales:
a) Comportamiento emprendedor: gestión de la cultura y gestión de la visión.
b) Comportamiento no emprendedor: gestión del proceso, gestión de los grupos de interés, así como de los ambientes, y gestión del desarrollo.
c) Comportamiento general: gestión del rendimiento.
d) Comportamiento (inteligencia) intercultural: capacidad para adaptarse efectivamente a nuevos contextos culturales.