Las empresas de todo tamaño están bajo una doble presión: la digitalización y la sostenibilidad, ante el cambio de los consumidores en su forma de comprar y en sus preocupaciones sobre el clima.
“Los consumidores son más críticos y exigentes día con día y muchos de los clientes de nuestros productos y servicios ya están tomando en cuenta que estos provengan de una empresa que sea sostenible y socialmente responsable”, indicó Josseline Leiva, especialista senior de relaciones públicas y responsabilidad social de Bridgestone Costa Rica.
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La digitalización es un componente de una estrategia ambiental, facilitado actualmente por la disponibilidad para todo tipo de empresas de diferentes tamaños de soluciones de la llamada computación en la nube (que pueden utilizarse a través de Internet).
Según una encuesta reciente de SAP, Qualtrics y el World Economic Forum, América Latina es una de las regiones con mayor concientización climática: el 92% de los encuestados piensa que atender el cambio climático es extremadamente importante y el 72% se siente personalmente responsable de ser parte de la solución.
“Esta actitud abre enormes oportunidades para las empresas y los emprendedores de la región porque implica una enorme demanda latente en torno a soluciones a la crisis ambiental”, dijo Cristina Palmaka, presidente de SAP América Latina y el Caribe.
El mercado demanda nuevos productos, servicios y requerimientos en salud, bienestar y ambiente, en particular desde el 2020 con la pandemia del COVID-19 y el aumento de las situaciones generadas por el cambio climático.
“La buena noticia es que la tecnología actual habilita esta transformación”
— Cristina Palmaka, presidente de SAP América Latina y el Caribe
Ambas situaciones obligan a cambiar radicalmente los modelos de negocios actuales basados en la lógica de la Revolución Industrial y la economía lineal (extraer recursos, manufacturar bienes y desecharlos al final de su vida útil).
En su lugar se propone la economía circular (a nivel global, la economía circular tiene el potencial de generar $4.500 millones en riqueza en los próximos 10 años, según un estudio publicado por Accenture) y cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen metas de reducción de la pobreza e incremento del bienestar, la salud y la calidad de vida.
“La buena noticia es que la tecnología actual habilita esta transformación”, dice Palmaka. “Una empresa ya no necesita millones de dólares en inversión y una enorme infraestructura tecnológica para generar una oferta innovadora y disruptiva”.
Se advierte, sin embargo, que se deben evitar prácticas antiéticas (como el greenwashing que promueve una imagen de conciencia ecológica sin tomar medidas significativas), ya que son altamente nocivas para la reputación de la empresa y se deben evitar a toda costa.
La digitalización
Las pymes ya cuentan con sistemas digitales de comunicación (correos electrónicos, redes sociales, factura electrónica, declaraciones de impuestos, documentación y control de ingresos y gastos, contabilidad y planillas de la Caja Costarricense del Seguro Social.
Seguramente también pagan a proveedores y servicios públicos a través de los servicios en línea de sus bancos. Pueden avanzar más en su digitalización, para eliminar el uso de papel y otros insumos, utilizando diferentes servicios o sistemas disponibles a través de computación en la nube.
Las grandes empresas tienen tiempo implementando soluciones asociadas a la nube, pues su aplicación las hace más eficientes y garantiza un ahorro en costos operativos.
Kristian Sánchez, de Oracle Centroamérica, destacó que este tipo de soluciones tienen ventajas de ahorro de costos, eficiencia, la personalización de los recursos, la gestión de los servicios, se paga según lo que requieran y adicionan funcionalidades según se requiera.
Los esquemas de nube facilitan modelos de trabajo de colaboración y transformación de servicios, aplicaciones y gestión, así como facilita la velocidad con la que una empresa puede lanzar un nuevo servicio o producto, entre otras muchas ventajas.
Existe una relación positiva entre la conducta responsable y el rendimiento financiero de un negocio
— Hugo Villalta, director comercial de Coopeservidores
Un estudio de Oracle y la firma KPMG demuestra que la Nube se está volviendo en la primera opción de almacenamiento de datos para muchas organizaciones.
Miguel Jiménez, arquitecto de soluciones de nube en CMA, explica que por una fracción del costo, las empresas pueden alojar sus sistemas y datos en sitios que cuentan con los requerimientos más exigentes de seguridad y continuidad de los negocios.
El usuario empieza a disponer para su uso, de las últimas versiones de sistemas operativos y se desentiende de la obsolescencia tecnológica del hardware y software.
La nube funciona bajo el concepto de costos compartidos, lo que significa que en vez de hacer fuertes inversiones en infraestructura propia, cada empresa contrata solo los recursos que en realidad ocupa y crecer o decrecer bajo demanda. “La inversión mensual que hará una empresa en los servicios de nube, está directamente asociada a la productividad”, dijo Jiménez.
Con sistemas en la nube desaparece la existencia de recursos ociosos y sólo se paga por la capacidad de procesamiento que utiliza. A la vez, libera a la gerencia y al personal de la administración de equipos y sistemas, permitiéndoles encauzar sus esfuerzos en desarrollar la gestión tecnológica para apoyar y fortalecer la productividad del negocio.
La digitalización debe ser complementada con diferentes acciones en materia ambiental, de reciclaje y de economía circular bajo una estrategia de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial (RSE), que sella el compromiso de la empresa.
La sostenibilidad
La economía circular se plantea eliminar los desechos y utilizar de forma continua los recursos con el empleo, reutilización, reparación, remanufactura y el reciclaje, minimizando el uso de recursos y la creación de desechos, polución y emisiones de gas carbono.
Para implementarla se requiere un cambio de modelo de negocio y la implementación de una estrategia de sostenibilidad y RSE, donde se plantea garantizar las necesidades del presente sin comprometer a las futuras generaciones mediante acciones en la protección medioambiental, desarrollo social y crecimiento económico.
La empresa que incluye la sostenibilidad como centro de su negocio, tiene muchas ventajas asociadas a garantizar su permanencia y éxito en el tiempo
— Josseline Leiva, especialista senior de relaciones públicas y responsabilidad social de Bridgestone Costa Rica
Al definir la estrategia de sostenibilidad, una empresa identifica los riesgos y el impacto de sus operaciones, así como las acciones que puede implementar para minimizarlos.
Las empresas, simultáneamente, aumentan su eficiencia, fortalecen su relación con sus públicos (cuyas decisiones tienen cada vez más en cuenta el valor social, económico y ambiental de un producto, servicio y empresa) y obtienen beneficios directos: uso eficiente de recursos, personal más motivado (las personas prefieren laborar en empresas con las que comparten su visión), mejora de calidad, y al evitar contingencias legales por incumplimientos de regulaciones.
Las acciones pueden abarcar desde el tipo de empaque utilizado, promoción de hábitos alimenticios saludables, disminución de los desperdicios, entre otras. También incluye el cumplimiento ético y la transparencia.
“Existe una relación positiva entre la conducta responsable y el rendimiento financiero de un negocio. Ser una empresa responsable con la sociedad no implica dejar de ser rentable”, explicó Hugo Villalta, director comercial de Coopeservidores (CS).
CS cuenta desde 2014 con una estrategia y cuatro programas (Impulso, Comunidad y Simbiosis) de múltiple bienestar (económico, social y ambiental) que abarcan áreas de gestión de finanzas personales, impacto positivo en comunidades, capacitación de proveedores y educación financiera de menores de edad. Además, cuenta con una línea de crédito para empresas que desean invertir en sostenibilidad.
Las estrategias de economía circular, sostenibilidad y RSE también permiten identificar oportunidades de negocios, aumentan su competitividad y pueden atraer nuevos clientes, lo que se traduciría en incrementos de imagen, reputación e ingresos.
Entre las acciones que se pueden implementar se incluye contar y capacitar a proveedores para que implementen prácticas sostenibles, diseñar productos sostenibles, generar alianzas con otras empresas para ampliar recursos e impacto.
Villalta indicó que se debe generar comunicación transparente y de calidad para educar e informar, la cual debe aportar valor y producir un “efecto en cascada” para compartir e intercambiar conocimiento, concretar alianzas, capacitaciones y acceder a productos financieros para impulsar y fortalecer la actividad.
La comunicación, basada en la ISO 26000:2010, debe ser completa, comprensible, precisa y responder a los intereses de las partes interesadas. Además, debe ser accesible y transparente para evitar reacciones negativas.
“La empresa que incluye la sostenibilidad como centro de su negocio, tiene muchas ventajas asociadas a garantizar su permanencia y éxito en el tiempo”, recalcó Leiva, de Bridgestone.
Dé el paso |
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Proceso para implementar programas de sostenibilidad y la digitalización: |
Conocimiento: la empresa debe iniciar con el reconocimiento de la importancia de la sostenibilidad y la digitalización para su negocio y que el empresario, sus socios, los gerentes, las jefaturas y los colaboradores estén convencidos de incorporarlas en la estrategia y el modelo de negocios. |
Diagnóstico: se debe realizar un diagnóstico de los principales riesgos e impactos de la operación de la empresa y en toda la cadena, desde el origen de los insumos o materias primas (y el tipo de materias primas, por tanto) hasta qué hace el cliente una vez consumido el producto o utilizado el servicio; asimismo, se identifican las necesidades y expectativas de cada una de los participantes de la cadena en lo ambiental y sobre servicios digitales. |
Capacitación y educación: se deben implementar programas de formación de las personas colaboradoras de la empresa, así como a proveedores, distribuidores y clientes, para entender el porqué y el para qué de la estrategia y garantizar los resultados. |
Herramienta: la norma ISO 26000 (no es certificable) incluye una guía práctica para definir, implementar y generar un sistema y planes de sostenibilidad, así como de mejora continua; se definen, además, indicadores de medición de los resultados en tres áreas (social, económico y ambiental). |
Plan: determine la política de triple impacto (económica, social y ambiental) con objetivos y metas, acciones e indicadores de resultados, responsables, plazos, recursos y difusión, basados en principios de rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético y respeto a intereses de partes interesadas, al principio de legalidad, normas internacionales de comportamiento, privacidad de información y derechos humanos. |
Fuentes: Bridgestone y CS |