El año 2020 está a punto de concluir con los consumidores más activos y las empresas intentando aprovechar la temporada alta, en proceso de preparación del cierre fiscal y la expectativa de lo que ocurrirá a partir de enero. ¿Qué podrán esperar los negocios para el 2021?
Se espera que durante el próximo año, el primer semestre sea de recuperación (localmente de reacomodo dependiendo de lo que haga el Gobierno y apruebe la Asamblea Legislativa).
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En el segundo se esperaría que empiece a darse algún crecimiento, aunque en Costa Rica eso dependerá de lo que ocurra a nivel social, de la vacunación contra el Covid-19 y de las decisiones sobre la crisis fiscal, en impuestos y en inversión pública.
“Hemos revisado los análisis, las expectativas y los comportamientos”, dijo Leonardo Gamboa, gerente de ventas de Coopeservidores. “Será un año con una primera etapa de recuperación o al menos de generación de cierto volumen de ingresos para algunos sectores, de reactivación y organización”.
Elizabeth Morales, subgerente de Coopecaja, indicó que del acuerdo del gobierno con organismos internacionales dependerá los recursos con que contará, la calificación del país y el costo del endeudamiento (el impacto en las tasas de interés).
La aprobación de impuestos (nuevos o aumentos a los existentes) generaría una disminución en el consumo y por lo tanto en las ventas, afectando las posibilidades de los negocios.
En el 2021 se intensificará paulatinamente la disputa electoral, probablemente con la polarización política característica de los últimos años, que podría reducir el margen de acción en materia económica.
Mapeo
Si todos esos factores se alinean favorablemente, la vuelta a los trabajos y a los centros educativos ocurriría en algún momento del año, generando confianza y favoreciendo al comercio y a sus proveedores especialmente.
La incertidumbre sobre la reapertura de centros educativos hay que tenerla en cuenta porque afectaría la venta de productos escolares y uniformes, transporte, comedores y otros, incluyendo los negocios cercanos a escuelas, colegios y universidades.
Un sector que podría generar promociones es el de recreación y turismo, que seguiría atrayendo al público local, altamente sensible a la variable del precio, con ofertas similares a las que viene implementando desde mediados del año 2020.
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“Ya hay un mayor movimiento de las empresas para buscar financiamiento y reactivar sus actividades”, afirmó Guillermo Bolaños, director de pymes de la Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo (Mucap).
Las empresas deberán seguir apostando a los canales y el mercadeo digital, lo que abarca tiendas en línea y apps de delivery, así como sistemas en la nube para la gestión de sus operaciones, tanto por la confianza de los consumidores en las compras en línea como de los colaboradores en el trabajo remoto por la seguridad que todavía se requerirá.
Bolaños indicó que en el comercio esa es la tendencia a nivel de financiamiento, donde se buscan recursos para apoyar el desarrollo de canales digitales.
Los proceso de cambio tecnológico no deberían detenerse aún cuando se retorne a las oficinas, tanto por la evolución del mercado y los clientes al consumo en línea como por los ahorros derivados de la digitalización de operaciones.
Gamboa indica que antes una persona emprendedora requería financiamiento para abrir un local. Ahora se solicitan recursos para materia prima, insumos para servicios de entrega y tecnología porque se atienden más clientes de forma remota, como el caso de las llamadas cocinas ocultas.
Recomendaciones
Analice su situación: cada persona emprendedora conoce su negocio y cuál es su situación, así como las posibilidades para animarse a realizar proyectos. “La pandemia continuará por varios meses”, advirtió Bolaños, de Mucap. “Lo que se debe hacer es seguir con las medidas y protocolos, tratando de reactivar la actividad”.
Identifique oportunidades: “Hay oportunidades, pero hay que ser muy exhaustivos en las que se pueden desarrollar”, aconsejó Morales, de Coopecaja.
Reorganice prioridades y recursos: establezca cuáles son los productos y servicios no tendrán posibilidades para apostarle a los que sí es más factible que generen ventas y utilidades.
Establezca objetivos: defina las metas de corto y mediano plazo (por mes, bimestre o trimestre) para ir ganando pequeñas batallas.
Rediseñe estrategias: evalúe los productos y servicios de acuerdo a las necesidades de sus clientes actuales o para ampliar su mercado; también puede diversificar productos y servicios o rediseñar los actuales para hacerlos más atractivos, siempre en función de lo que sus clientes actuales requieren y desean.
Mantenga los presupuestos: establezca un plan de gastos acorde con los ingresos, manteniendo el control de los costos.
Mida el desempeño: de acuerdo a los objetivos, estrategias y metas definidas mantenga el monitoreo de los resultados en ventas y sobre las razones que permiten alcanzar esos objetivos y metas, así como sobre las razones que frenan el negocio, para que realice los ajustes pertinentes.
Financiamiento: se debe tener precaución y si requiere capital de trabajo analice las alternativas (crédito, descuento de facturas, préstamos o donaciones de familiares y clientes, inversionistas) y los costos de cada opción.
Ambiente: mantenga la cordura, no desespere, y motive a sus colaboradores para que se sientan seguros, motivados y que son claves en el esfuerzo de mantener el negocio.
Tenga precaución: realice todos los análisis necesarios antes de realizar cualquier acción, pida asesoría, converse con sus clientes en especial y con sus colaboradores sobre ideas que podrían implementarse, y hágalo siempre con cautela aprovechando oportunidades.