Después de realizar su práctica profesional y de enfrentarse al mercado laboral, la joven publicista María Fernanda Cordero analizó que quería ser su propia jefa y fundar su empresa.
Ella recuerda que el aspirar a tener su negocio fue algo que siempre le inculcaron en la universidad, por lo que en agosto del año pasado vio el momento ideal para ponerlo en práctica.
Uno de sus intereses ha sido la elaboración de cheesecakes, los cuales preparaba “uno que otro domingo” para su familia, por lo que esa fue su elección al momento de emprender.
Además, tendría la oportunidad de desempeñar su profesión de publicista, pero esta vez debía enfocarse en generar y dar a conocer su propia marca, ya no la de otras empresas.
Sin embargo, ella sabía que si quería vender esta clase de producto en el mercado, que es bastante competitivo, debía mejorar su sabor, apariencia e ir más allá.
Artesanales, naturales y con frutas orgánicas
Con el apoyo de su novio Roibyn Méndez desarrolló la receta que hoy caracteriza a sus postres, los cuales se diferencian por la manera en que se preparan y sus ingredientes.
"Nosotros molemos la galleta a mano, hacemos la receta 100% original, no la copiamos de nadie. Para hacer el topping, que generalmente es una fruta, no usamos ni preservantes, ni colorantes y tratamos de que la fruta siempre sea orgánica", expresó la empresaria de 24 años, que lidera Aroma Dulce.
Hoy ofrecen diez cheesecakes diferentes, aunque quieren concentrarse en cinco, que son los más cotizados.
Dentro de ellos, hay uno que destaca por el ingrediente que emplea: la cerveza.
Esta alternativa surgió hace aproximadamente tres meses a solicitud de un cliente quien trabaja mucho con cerveza y deseaba probar un cheesecake de esta popular bebida.
En su elaboración, se utilizan tanto cervezas comerciales como artesanales y hoy este cheesecake es uno de los predilectos de sus clientes.
Otros de los preferidos son el de fresa (el más clásico), de dulce de leche con almendras, de maracuyá y de galleta de la marca Oreo.
La emprendedora también aprovecha las ocasiones especiales –como Halloween y Navidad- para crear diseños divertidos de sus productos, con figuras típicas de estas épocas.
Dentro de los planes de esta emprendedora se encuentran ofrecer opciones sin gluten y utilizar empaques ecológicos.
Por otro lado, pretende aumentar aún más la calidad de su producto –sin perder su sabor artesanal- pues una de sus metas es vender sus postres en los supermercados nacionales.
Actualmente, los alimentos se comercializan en el bar Wilk (situado en Barrio Escalante) y son vendidos a instituciones gubernamentales, a empresas privadas y por medio de las redes sociales y ferias de negocios. La empresa también le ha vendido sus cheesecakes a restaurantes como La Antojería Mexicana.