En el año 2004, con tan solo 24 años, el empresario Javier Becerra Kriebel adquirió la empresa Doña Dona, con el apoyo de otro socio. Esta pyme había sido fundada en 1997 y en ese entonces vendía donas tradicionales, únicamente en Multiplaza Escazú.
Una de las razones que lo impulsaron a apostar por este negocio es que las donas, aparte de saber bien, eran elaboradas con “altos estándares de calidad”.
Becerra se preguntó cómo un producto “tan bueno” solo tenía un local. “Decidimos coger las riendas del negocio, viendo el potencial del producto y del mercado y la aceptación que podía tener”, aseguró Becerra.
Poco a poco fue inaugurando establecimientos en diferentes centros comerciales: en el 2004 abrió en el Mall Paseo de las Flores y luego en el Mall Internacional de Alajuela, Centro Comercial del Sur, Multicentro Desamparados y Plaza Rohrmoser, sucesivamente.
Es así como hoy, 12 años después, están presentes en 17 puntos comerciales, incluidos dos locales en el Parque de Diversiones.
Nuevo modelo comercial
Precisamente el 21 de noviembre anterior se abrió su tienda en Multiplaza Curridabat, la cual trae consigno un nuevo concepto: la persona puede pedir la dona a su gusto (ponerle lo que quiera) y solicitar que se decore de la manera que desee.
En este espacio comercial también se incorporaron cafés fríos para acompañar estos dulces.
“Queremos mejorar la experiencia del cliente, que el cliente pueda hacer diferentes tipos de donas, que tenga muchas combinaciones. Tenemos un área de mesas y sillas, con una pizarrita para niños”, detalló Becerra, quien es administrador de empresas.
La idea es que si este modelo tiene éxito, se replicaría en los locales existentes y en sus futuras aperturas.
La empresa también se ha diversificado y, aparte de vender donas como su producto principal, ofrece repostería salada en algunas de sus sedes, como cangrejos de queso, pasteles de carne, empanadas de pollo y pañuelos de pizza.
Dentro de la oferta de donas igualmente se busca innovar su presentación, por lo que una de sus opciones son las donas en forma de paleta.Y hay donas más grandes, mini donas y sabores especiales, como la dona de chocolate con nutella. Antes se ofrecía una dona con guayabitas.
“Nuestra misión es contagiar sonrisas, que la gente sea feliz. Todos nos merecemos ser felices, (el fin es) sacarle una sonrisa a la gente cuando le pega un mordisco a una dona”, enfatizó Becerra.
Esto los llevó a instalar dos puntos de venta en el Parque de Diversiones, sitio muy frecuentado por niños y jóvenes, que forman parte de ese público al que quieren complacer.
Una de las ideas que la empresa mantiene es brindar un producto fresco: así las donas que sobran del día anterior se retiran de la venta y se donan a una organización sin fines de lucro llamada Un Corazón Samaritano, que las entrega a comedores estudiantiles de escuelas de escasos recursos económicos.
Esta pyme –que emplea a alrededor de 43 personas, incluyendo los colaboradores de la planta de producción en Lindora, Santa Ana- valora extenderse a Centroamérica en los próximos años mediante franquicias, aunque aún lo están analizando.