
Cuando la delgada línea que divide nuestro negocio de nuestra vida personal deja de existir, es el momento en que muchos cometen errores que podrían incluso acabar con la empresa. Entre esos, uno de los más comunes es el uso de las tarjetas de crédito personales para resolver necesidades de capital de la empresa, cuando, por lo general, el costo resulta más elevado.
Muchos recurren a este recurso para evitar solicitar préstamos, pero a criterio de Marco Carrera, experto en Estudios de Mercado, esa práctica dificulta el crecimiento de la empresa y además, pone en riesgo la salud de la economía familiar, debido a que por lo general las tasas de interés de las tarjetas personales son más altas que las corporativas.
Estudios de la Fundación para el Desarrollo Sostenible (FUNDES) han encontrado que errores administrativos de ese tipo son los que inciden en la alta mortalidad de este tipo de empresas, por ejemplo, en México se estima que cuatro de cada 10 mipymes usan las tarjetas para obtener capital.
Sitios especializados como PotencialPymes y AmbitoFinanciero, detallan algunos consejos para evitar estos errores y tener finanzas sanas, que impulsen el crecimiento de la empresa.
Separe los números. Tenga un presupuesto personal y otro para su pyme con el fin de no mezclar el dinero del negocio con el presupuesto familiar. Lo ideal es mantener cuentas separadas y contar con un detalle de cada uno de esos presupuestos, cuáles son los gastos, a qué rubros van y sobre todo, mantenga porcentajes establecidos de ahorro para eventualidades, es unos de los mejores hábitos financieros.
Tenga un salario y que sea real. Quizás usted hace todo en su negocio, pero fíjese un salario acorde a la realidad de la empresa y evite estar recurriendo a la caja chica para asuntos personales. Sobre todo, no gaste dinero antes de haberlo ganado y en lo posible, de nuevo, defina un porcentaje de ese salario–la recomendación es que sea 10%-- para ahorro personal cada mes.
Mantenga el orden. Lleve un registro claro de ingresos y egresos, que le permitirá hacer un balance mensual para así ver aspectos a mejorar en el ejercicio de su presupuesto. Mantenga el equilibro entre las entradas y salidas de efectivo y no descuide los inventarios. Una forma de controlar el gasto es observar durante un mes las proyecciones de ganancia y decidir lo que hay que comprar y lo que puede esperar.
¿Crédito? Solo para lo que conviene. En el caso de las tarjetas, sean de débito o crédito, funcionan muy bien para tener al día sus pagos y transacciones pero tenga cuidado de pagar lo que gastó antes de la fecha de corte para no generar intereses. Y, si va a recurrir a un crédito, defina antes qué tanto lo necesita y sobre todo, cómo lo va a pagar. Una mala planificación puede desequilibrar las finanzas de su PYME. Si ya tiene un crédito, busque cómo amortizarlos mes con mes hasta eliminarlos.
Pierda miedo a la asesoría. Aunque usted pueda llevar la contabilidad básica y presentar la declaración fiscal, siempre ayuda delegar ese tiempo de funciones en un experto que además pueda asesorar en otros temas. Si no puede tener uno para la empresa, contrate a alguien por servicios, con quien se pueda reunir al menos cada trimestre para revisar que todo esté bajo control.