Durante los actos de la celebración de la anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, el presidente de la República Rodrigo Chaves le exigió a los diputados aprobar el endeudamiento en eurobonos por un total de $12.000 millones. “Hagan lo patriótico, diputadas y diputados, aprueben los eurobonos” afirmó Chaves.
No veo como endeudar al país con el objetivo de continuar con la piñata fiscal puede ser patriótico. Patriótico sería reducir el gasto público, reducir la excesiva planilla del sector público, cerrar entidades públicas que no cumplen ninguna función social, acabar con los privilegios como el Fondo Especial a la Educación Superior (FEES), vender empresas públicas, o poner fin a los demás abusos en el erario. Por el contrario, seguir la ruta del endeudamiento sería antipatriótico e irresponsable.
LEA MÁS: ¿Qué son los eurobonos y por qué el presidente Chaves pide su aprobación?
Nunca en la historia un presidente de la República había solicitado un nivel de endeudamiento de tal magnitud. Ni el PLN, ni el PAC, ni el PUSC. Esto no puede ser aplaudido. En Economía se enseña que todo endeudamiento no es más que la postergación de nuevos impuestos. ¿De dónde creen ustedes que saldrá el dinero para pagar la deuda?
Chaves continuó diciendo: “¡Dejen de jugar chapitas! Mejor dicho, no empiecen.” En vez de argumentar, Chaves optó por insultar y amenazar a los diputados.
En estos momentos en que las tasas de interés están subiendo alarmantemente en todo el mundo, es absurdo el argumento del Poder Ejecutivo que el objetivo es sustituir deuda cara por deuda barata. Sin embargo, aunque fuera cierto que se pudiera sustituir deuda cara por una más barata, no podemos seguir por la ruta empobrecedora del endeudamiento. Lo correcto, la bronca, es reducir el gasto público y bajar los niveles de endeudamiento que tiene el gobierno.
La señal que da este gobierno es clara: endeudar al país para continuar con el excesivo y abuso gasto público. Recordemos que el presidente Chaves ya firmó un decreto para reinterpretar la regla fiscal y poder gastar más. Además, está presionando a los diputados para que le permita descongelar plazas y aumentar la burocracia. Esto tampoco está bien ni contribuye al bienestar del país.
Costa Rica tiene una tasa de desempleo del 12% y más del 20% de su población en condición de pobreza. El endeudamiento no resuelve esos problemas, sino que los empeora. La solución es la reducción del gasto público como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). Esto último es la bronca que hay que comprarse.
