La transformación empresarial, o business transformation, es el desafío que enfrentan las empresas para navegar a través del cambio y la innovación de su modelo de negocio. Es la forma en la que afrontan el futuro y replantean la visión, misión y el camino que desean seguir hacia metodologías más ágiles. En síntesis, les ayuda a mejorar el rendimiento y la competitividad a largo plazo.
Esta transformación busca una mejora de las operaciones optimizando procesos, reduciendo costos y buscando las ineficiencias para corregirlas. ¿El resultado? Una estructura de operación ágil y eficiente que le ayuda a adaptarse a las tendencias del mercado, a innovar en sus productos y servicios, a ofrecer una mejor experiencia para sus clientes, y a poder explorar nuevas oportunidades de crecimiento y expansión.
Para arrancar en este complejo proceso se requiere no solo la planeación cuidadosa, sino que los recursos significativos, altamente preparados y comprometidos para llevar a buen término todos estos cambios.
Obtener estos recursos puede ser una gran carga para los departamentos de Recursos Humanos, no solo por los complejos procesos de contratación, sino que por las inversiones de largo plazo, como capacitaciones.
Es aquí donde entra el nuevo modelo de contratación: flex capacity o capacidad flexible. Esta herramienta estratégica brinda acceso a talento especializado de manera inmediata, permitiendo que las empresas se mantengan competitivas y rentables.
Incluir talento que trabaja por un objetivo, durante un periodo determinado, no compromete la estructura interna de la empresa. En un artículo escrito para Forbes por Josua Mann, Navigating Three Different Staffing Strategies In An Uncertain Economy, se explica el objetivo de completar la fuerza laboral existente con contrataciones de trabajadores temporales. Esta capacidad de ampliar o reducir la fuerza laboral permite responder a las necesidades inmediatas del negocio y las demandas del mercado.
Este modelo es ideal para las organizaciones que enfrentan esta transformación y desean plantearlo de una forma rápida, pero eficaz, con proyectos de corto a mediano plazo. El flex capacity les da acceso inmediato a profesionales altamente capacitados, por un periodo determinado de tiempo. En este modelo, los profesionales se integran en los equipos internos de la empresa, exclusivamente, a cumplir la función que les fue asignada, bajo la supervisión y control de la empresa que los contrata.
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Beneficios
Históricamente, las organizaciones recurren a modelos convencionales como la tercerización o la subcontratación integral de proyectos. Sin embargo, la modalidad de flex capacity permite que los especialistas se integren bajo la supervisión directa de la entidad contratante. Esta práctica asegura una sinergia con los objetivos corporativos y promueve una incorporación armónica y efectiva en los procedimientos internos de la organización, fortaleciendo así la cohesión y la eficiencia operativa.
Además, permite que mantengan el control de sus operaciones, conservando la calidad y la dirección estratégica que se ha planteado en su transformación. Es esencial para las entidades que aspiran a una optimación de su rendimiento operativo y la solidez financiera.
Esta flexibilidad del modelo potencia y optimiza los equipos de trabajo, pues incorpora el talento calificado de acuerdo con la demanda del momento y este ajuste de la fuerza laboral puede darse solo por la duración del proyecto. Al finalizar, se vuelve al tamaño habitual, sin generar costos adicionales.
Se evita contratar personal permanente y la serie de costos adicionales que va más allá del salario, como beneficios sociales, formación, equipo y espacio físico. Eso permite ahorro no solo de costos, sino que de carga administrativa en términos de contratos, nóminas y seguros. En otras palabras, estas cargas se le delegan a la empresa contratante que brinda el servicio y la incorporación de personal temporal se gestiona de forma eficiente y rápida, permitiendo que los departamentos de Recursos Humanos se enfoquen en tareas más estratégicas.
En cuanto al ahorro de tiempo, este modelo se convierte en el acelerador de la ejecución de los proyectos, pues elimina los retrasos de los procesos de reclutamiento. El personal que se incorpora está listo para trabajar desde el día uno, lo cual se traduce en un activo estratégico, pues facilita una agilidad operacional, la adaptabilidad a las exigencias del mercado y la ejecución de proyectos con eficacia.
Y lo más importante de recalcar: el modelo brinda empleados con habilidades especializadas, con la experiencia y competencia necesaria para contribuir de inmediato en los proyectos. Desde desarrolladores hasta gestores de proyectos con experiencia en metodologías ágiles, el flex capacity permite incorporar el personal adecuado en el momento preciso.
En resumen, este enfoque se posiciona como la solución, no solo robusta, pero también flexible y ágil, para el problema de acceso inmediato a talento especializado y experimentado, sin la necesidad de comprometerse en procesos tediosos de contratación y capacitación, reduciendo costos operativos y aumentando la calidad de los proyectos.
En esta era en la que las organizaciones deben enfocarse en la transformación para incrementar su adaptabilidad y eficacia en el mundo empresarial, el flex capacity se convierte en la ruta confiable y eficaz, siendo la herramienta estratégica indispensable para responder a estas demandas del mercado, ayudando a catapultar las organizaciones en la carrera competitiva de un mercado que evoluciona sin cesar.
* El autor es gerente de EY Costa Rica.