La llegada de herramientas de Inteligencia Artificial (AI) generativa como ChatGPT de tan fácil acceso y uso, ha despertado un intenso debate, particularmente en áreas tan fundamentales para la sociedad como el ámbito de la educación.
Es importante tener presente dos cosas que, por obvias, a veces se dejan de lado: en primer lugar la AI, como tantas otras tecnologías, vino para quedarse. Usos provechosos de la AI ya abundan y seguirán surgiendo. No tiene caso frenar esta vía del desarrollo tecnológico.
En segundo lugar, como toda herramienta, es su uso el que define sus resultados, por lo que ahí está la clave: fomentar los usos adecuados de esta nueva y poderosa herramienta.
Para los sistemas educativos que en general se encuentran bastante desfasados con la nueva sociedad digital, su presencia constituye un reto, entre otras cosas por la limitada capacidad que estos han mostrado para adoptar y adaptar la tecnología para apoyar los aprendizajes. Un uso provechoso de la tecnología en la educación debe sustentarse en una clara comprensión de cómo aprende el ser humano, y cuáles usos de la tecnología pueden estimular y apoyar aprendizajes más profundos y permanentes.
Desafortunadamente, el uso más frecuente de las tecnologías en el aula se ha limitado a facilitar la búsqueda de información y a presentar esta a los alumnos de forma más atractiva y dinámica. Con pocas excepciones, se ha desaprovechado el enorme potencial que el amplio repertorio de tecnologías disponible brinda para apoyar el desarrollo de capacidades cognitivas avanzadas, habilidades clave para la vida, y la creatividad. De mantenerse el contexto actual, la llegada de herramientas como ChatGPT representa más un riesgo para alumnos y docentes, que una oportunidad.
Para cambiar esto, es preciso incorporar las computadoras y sus múltiples herramientas en la educación con dos objetivos claros: aprender a pensar con la tecnología, y además, aprender de las tecnologías. Las nuevas generaciones necesitan conocer los principios que permiten a una computadora o a ChatGPT hacer lo que hacen, es decir, comprender los conceptos base del pensamiento computacional. Si se juntan esos dos usos concretos de la tecnología en la educación, estaremos mejor preparados para enfrentar los retos de las nuevas herramientas con lucidez, reducir sus riesgos y ampliar y aprovechar sus potenciales.