Si bien somos testigos de guerras y fracturas políticas importantes en el mundo, es bueno saber que cientos de disputas se resuelven por la vía pacífica, siguiendo procedimientos especializados y, en la gran mayoría de los casos, culminando con decisiones de fuerza vinculante que se cumplen de manera voluntaria.
Uno de los pilares es la Corte Internacional de Justicia. Otro, menos conocido, es la Corte Permanente de Arbitraje (CPA), establecida mediante la Convención para la Solución Pacífica de Conflictos de 1899 (Convención) en La Haya, Países Bajos. Es una de las primeras instituciones internacionales dedicada a la administración de arbitrajes y la resolución de disputas; su creación fue impulsada por la necesidad de contar con un mecanismo pacífico para resolver conflictos entre Estados y, en ocasiones, entre entidades privadas. La CPA se fundó durante la Primera Conferencia Paz de La Haya, promoviendo la idea de que los conflictos podrían solucionarse sin recurrir a la guerra, ofreciendo tres tipos de herramientas: las comisiones de investigación, la mediación y el arbitraje.
A lo largo de más de un siglo, la CPA ha acumulado una vasta experiencia, llevando a cabo numerosos casos que abarcan desde disputas territoriales hasta controversias comerciales de gran envergadura. En la actualidad, la CPA administra siete casos entre Estados y más de 200 casos entre inversionistas y Estados, que incluyen asuntos de derecho internacional, inversiones y disputas comerciales, lo que pone en evidencia su rol fundamental en el sistema de justicia internacional.

Vale la pena recordar parte del preámbulo de la Convención:
“Animados por el sincero deseo de trabajar por el mantenimiento de la paz general; reconociendo la solidaridad que une a los miembros de la sociedad de las naciones civilizadas; deseosos de extender el imperio del derecho y de fortalecer el aprecio de justicia internacional…”
La CPA y otras instituciones de gran credibilidad y alcance global, como la Corte Internacional de Arbitraje de la CCI, la Corte Internacional de Arbitraje de Londres, el Centro Internacional de Resolución de Disputas de la American Arbitration Association, el Centro Internacional de Arbitraje para las Diferencias de Inversión del Banco Mundial y los centros de arbitraje y de mediación en Singapur, por citar solo algunos, ofrecen espacios para la resolución pacífica de conflictos todos los días. Estos sistemas, que a menudo requieren apoyo de los sistemas judiciales para darles efectividad, contribuyen a garantizar la seguridad jurídica tan deseada en las relaciones internacionales.
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Dyalá Jiménez es abogada y se especializa en resolución de disputas internacionales. Es miembro de las más prestigiosas instituciones de arbitraje del mundo, como el Ciadi del Banco Mundial, el Consejo Internacional de Arbitraje Comercial y el Consejo Internacional de Arbitraje para el Deporte. Es exministra de Comercio Exterior y conforma la Junta Directiva de Cinde.