Dylan McClain, maestro de ajedrez y excolumnista de The New York Times, indica que la miniserie Gambito de Dama de Netflix es una de las mejores adaptaciones audiovisuales que se han hecho del ajedrez.
Al analizarla desde el frente del talento organizacional, entrega movimientos que provoca procesar y aplicar, buscando mejores resultados y un jaque mate en el tablero empresarial, especialmente en la dinámica de equipo.
Empecemos a mover las piezas. Para hacer una apertura maestra es importante debatir si el ajedrez es, para usted, un juego individual o uno de equipo. ¿Respondió?, avancemos…
16 piezas: un equipo en el tablero
El tablero encierra una organización compleja: un rey, una dama, dos torres, dos caballos, dos alfiles y ocho peones, en busca de una misión común que requiere arte y cálculo, derrocar al rey rival. Cada pieza tiene poder y valor diferente, visualizados en la posibilidad de movimientos, ataque y triunfo.
Los expertos de la disciplina señalan que el competidor no puede jugar su mejor partida sin usar todas las piezas a través de un plan integral organizado y un objetivo claramente marcado.
No se trata de lograr una división equitativa sino de alcanzar el máximo potencial de un conjunto de capacidades incomparables. La justicia y el éxito dependen de la suma de habilidades. Partiendo de esta idea ¿Cómo caracterizan las organizaciones el trabajo en equipo?, revisemos algunos ejemplos de fuente pública:
- Coca-Cola: “Colaboración, el apalancamiento en el genio colectivo”.
- Bank of America: “Confianza…ayudarse mutuamente y triunfar juntos”.
- JP Morgan Chase&Co. “Un gran equipo y una cultura ganadora, algunos de los mejores equipos ni siquiera cuentan con los atletas individuales más talentosos. Los equipos tienen éxito porque son disciplinados, trabajan bien juntos… y tienen una pasión por ganar”.
- Procter & Gamble: “La interdependencia mutua es una forma de vida…nos enorgullecemos de los resultados cuando ponemos en práctica las ideas de los demás”.
- Cisco: “empoderamos a las personas…”.
Descubrimos en estos postulados los componentes de equipos exitosos: diversidad, procesos ágiles, empoderamiento, liderazgo y visión precisa. Sin embargo, al explorar la exactitud de la fórmula en cada empresa del país, se pueden descubrir brechas significativas.
Evite errores e impulse estrategias para lograr el jaque-mate
- No conocer el valor real de cada pieza: El valor relativo de la torre es igual a cinco peones y el par de torres vale aproximadamente igual que la dama. Matemática pura pero estratégica.
El rey es la pieza más importante, pero una de las más débiles en su movimiento. La dama es la más poderosa, con agilidad en dirección y número de casillas. Las torres son fuertes cuando trabajan juntas, se protegen mutuamente. Finalmente, para los peones se ha postulado que posiciones iguales en cuanto a material, espacio y amenazas se desnivelan exclusivamente por la mala configuración de peones. ¿cómo configura sus piezas?
Es fundamental contar con un mapeo preciso y accesible de las capacidades del talento, dónde se ubican, cuándo debemos integrarlas al tablero correcto y cómo logramos su máximo potencial.
A diferencia del ajedrez, muchas veces el gambito no es planificado, perdemos piezas porque no sabemos moverlas correctamente. No las conducimos a entregar su esfuerzo por una meta, sino que las sacrificamos por una mala visión del juego. En el tablero del talento no deberían suceder gambitos fracasados, sino equipos que se arman y desarman para integrar ágilmente otros tableros, incrementando aportes, gambitos de aprendizaje.
Movimiento para el jaque mate: Cuando se logra articular las habilidades correctas, empoderándolas para moverse en procesos que les faciliten agilidad y con líderes que les brinden la guía correcta logramos jaque mate mediante rituales poderosos en el juego.
- El valor del “esfuerzo” mal dimensionado. La médula del conflicto es forzar a todas las piezas a tener la misma capacidad de movimiento- lo cual, al igual que en el ajedrez, es imposible- no se puede exigir a la torre tener el poder de la dama, pero se puede perder la dama si no se aprovechan las importantes habilidades de la torre.
Al analizar, por más de dos décadas, los climas laborales del país, se descubre un punto común generador de tormentas en las compañías, es la visión de “no todos entregan el mismo esfuerzo”, lo curioso es que al consultar individualmente ¿cómo valora su esfuerzo y entrega para alcanzar las metas? el puntaje se eleva a días maravillosamente soleados.
El “esfuerzo” se mide por factores erróneos o desde la visión personal del concepto, por ejemplo, el tiempo dedicado o el volumen. Esto podría tener una vena cultural, en los trabajos académicos, cuando se medía el esfuerzo en función del mismo número de páginas para leer o el mismo número de capítulos por entregar, sin importar la complejidad de cada tema.
Movimiento para jaque mate: Si mide el esfuerzo del peón, el caballo y la torre con la misma escala, todos perderán productividad. Es un reto para la organización identificar, medir, hacer visible y comprensibles las diferencias.
- Enfocarse por sesgo en pocas piezas sin ver la estrategia. Otro error, explican los maestros del ajedrez, es centrarse en jugar con un conjunto reducido de piezas. Muchos neófitos se convierten en admiradores del caballo y no paran de dar saltos por todo el tablero, otros sienten poder al concentrar muchos ataques superficiales de los peones, pero en realidad no están enfocados en llegar a ningún lado. Los veteranos saben que no todas las piezas deben moverse mucho sino saber cómo y cuándo mover cada una.
Movimiento para jaque mate: El secreto es lograr los movimientos precisos que contribuyan a su jaque mate, la secuencia de jugadas preimaginada: a dónde y cómo quiere llegar, sus procesos y sistemas deben estar alineados como las casillas del tablero. Bien sabemos que no todos tienen esto claro, como explicaba Cheshire a Alicia, las piezas tienen fuerza, pero no saben a dónde van.
En 1987, el Campeonato Mundial enfrentó a Kárpov y Kaspárov. Finalizó, en la última partida, con victoria de Kaspárov y empató el torneo 12-12, manteniendo su condición de campeón. Un diario español reseñó la jugada final de Kasparov, hace más de 30 años…”su decisión estaba basada en un profundo trabajo de análisis realizado con su equipo de asesores durante casi toda la noche anterior”. Es un juego de equipo, empiece a orquestar su jaque mate.
Consultora en Transformación Organizacional.