El 2020 es un año para recordar y para olvidar. Recordar todo lo que el mundo ha pasado desde el momento en que la COVID-19 fue declarada pandemia mundial y todo lo que eso desencadenó: cierres, teletrabajo, saturación de servicios de salud, incertidumbre, desempleo y pobreza. Pero también, tratar de olvidar ese año perdido, con los peores efectos económicos y sociales no observados desde la Segunda Guerra Mundial.
Como bien dice el dicho: “las tragedias nunca vienen solas” y para muestra, lo que se está viviendo en Costa Rica y su delicadísima situación fiscal, que hace que la incertidumbre y la preocupación sean mucho mayores que los efectos de la pandemia.
En estas circunstancias se requiere de toda la creatividad, innovación y de los esfuerzos posibles para mejorar el clima de negocios de las empresas y en esa línea, se han consolidado, desde el mercado de capitales, una serie de iniciativas que pueden contribuir a ese objetivo.
Aportes
Desde el 2019, la Bolsa Nacional de Valores en conjunto con Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), la Cámara de Fondos de Inversión (CAFI), la Cámara de Emisores y la Superintendencia General de Valores (Sugeval), unieron esfuerzos para promover la creación de una figura que, por un lado, apoyara el financiamiento de emprendimientos e iniciativas con alto potencial de crecimiento y, a su vez, acercará esas iniciativas al mercado de capitales.
Gracias a la labor y al apoyo brindado por la diputada Karine Niño, el 23 de mayo del 2019 se aprobó la Ley 9695 “Reforma para incentivar los modelos de capital semilla y capital de riesgo para emprendimientos”, cuyo objetivo principal fue una reforma al Sistema de Banca para el Desarrollo y la ley de Promoción del Desarrollo Científico y Tecnológico con el fin de potenciar los emprendimientos, incentivar la creación de nuevas oportunidades de negocios a partir del otorgamiento de capital semilla y capital de riesgo para emprendimientos de oportunidad y emprendimientos dinámicos.
En la misma línea, con el apoyo de la Sugeval, se propicia la modificación al artículo 85 de la Ley Reguladora del Mercado de Valores 7732, que le permite implementar la reglamentación de los fondos de inversión de capital de riesgo. De esta forma, los emprendimientos puedan ser financiados a través del mercado de capitales por medio de la colocación de las participaciones de esos fondos de capital de riesgo.
Hoy se cuenta con esa reglamentación por lo que los fondos de inversión de capital de riesgo son una realidad y nada más se está a la espera de que las sociedades administradoras de fondos de inversión y las pymes e iniciativas con alto potencial de crecimiento se unan y propicien el desarrollo de esa figura.
Adicionalmente en noviembre anterior, entró en vigor la Ley 9915 que reformó los artículos 1, 3, 4, 14 y 16 y adición del artículo 27 a la Ley 7391 de regulación de la actividad de intermediación financiera de las organizaciones cooperativas”. Este cambio permitió a las cooperativas de ahorro y crédito obtener la autorización de oferta pública de valores y buscar financiamiento por medio del mercado de capitales, beneficiando a todos sus asociados con recursos frescos ya sea para desarrollar nuevas opciones de financiamiento y creación de proyectos que busquen su bienestar.
En estas circunstancias tan atípicas, el mercado de capitales no se queda de brazos cruzados y ha dicho presente, promoviendo y apoyando iniciativas que acerquen a sectores que no se habían visto beneficiados de las ventajas de financiarse en este medio y diversificar las carteras de inversión.
La Bolsa Nacional de Valores ha participado activamente en la aprobación de esas dos iniciativas, y seguirá apoyando todo aquel sector de la economía que requiera de una alternativa de financiamiento que le permita fortalecerse y crecer, a pesar de lo complejo que pueda estar el entorno.