La compra de vehículos de colección, ya sea por pasatiempo o como inversión, es una experiencia que debe combinar algún grado de conocimiento automotriz y una estrategia legal y financiera.
Este mercado, que ha mostrado un crecimiento constante en las últimas décadas, plantea retos únicos relacionados con la autenticidad y la procedencia.
En Costa Rica, un país con una creciente comunidad de entusiastas de los autos clásicos, es fundamental entender las claves para una adquisición informada.
El mercado de los autos clásicos continúa ofreciendo oportunidades atractivas tanto para coleccionistas como para inversores. En noviembre de 2023, un Ferrari 330 LM/250 GTO de 1962 se convirtió en el Ferrari más caro jamás vendido en subasta, alcanzando $51,7 millones en Sotheby’s.
Aunque los modelos europeos como Ferrari, Porsche y Aston Martin dominan los titulares internacionales, en Costa Rica la cultura de coleccionismo se inclina hacia vehículos icónicos más relacionados con la región. Modelos como los Toyota o Land Rover de las décadas de 1970 y 1980, los Jeep Willys de la posguerra y pick up clásicos de marcas como Ford y Chevrolet son altamente valorados tanto por su durabilidad como por su historia en el país.
Aspectos clave en la adquisición
La autenticidad es el pilar de cualquier adquisición de vehículos de colección. Es indispensable verificar el historial de propiedad, que puede incluir a personas o acontecimientos históricos o contextos particulares que incrementen el valor del auto.
El proceso de validación incluye la revisión del número de matrícula o VIN del vehículo y su historia registral. Si el vehículo es importado, es crucial verificar la documentación aduanera para evitar problemas legales o de autenticidad durante el proceso de inscripción.
Cuando se está adquiriendo un vehículo clásico, el contrato es esencial para evitar sorpresas. Por ser un bien registral, la compraventa debe documentarse en escritura pública, pero más allá de un traspaso puro y duro, si hay consideraciones especiales que el comprador desee documentar, en ese contrato, o en uno anexo, se pueden incluir garantías claras sobre autenticidad, accesorios adicionales, piezas originales o declaraciones del vendedor sobre el valor histórico del bien.
En Costa Rica, los propietarios de vehículos clásicos que tengan al menos 35 años de antigüedad y mantengan su diseño, estructura y componentes originales (salvo aquellos que se desgastan), pueden optar por inscribirlos bajo la categoría de “vehículo histórico”, previa valoración del Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Es una buena opción para recibir una valoración oficial sobre la condición de antiguo de un vehículo. Si reciben esa condición, además de recibir una matrícula especial (“VH”), resultan exentos de controles de emisión de gases y de algunos parámetros de la revisión técnica vehicular.
Cuando un vehículo se adquiere para ser restaurado, los compradores deben abordar cuidadosamente varios aspectos críticos que impactarán tanto el valor final del auto como la relación con los profesionales que llevarán a cabo el proyecto:
1) Evaluación inicial del estado del vehículo: Antes de proceder con la compra, es recomendable realizar una inspección exhaustiva para determinar el nivel de restauración necesario y los costos asociados. Esto es especialmente relevante para vehículos que tuvieron un uso rural, que suelen necesitar reconstrucciones completas debido a su antigüedad y uso intensivo.
2) Mecánicos y talleres especializados: Es vital contratar talleres con experiencia en restauraciones de vehículos clásicos. Los contratos con los mecánicos deben incluir: (a) especificaciones claras del alcance del trabajo: desde reparaciones mecánicas hasta restauración de interiores y pintura. Incluir cláusulas que limiten el uso de piezas genéricas sin autorización puede evitar problemas futuros. (b) Cronograma de entrega: plazos establecidos para evitar retrasos excesivos. (c) Garantías: asegurar que las piezas usadas sean originales o compatibles con el modelo, algo crucial para el valor final del vehículo. (d) Documentación de la restauración: mantener un registro fotográfico y documental detallado de todas las reparaciones y restauraciones realizadas puede aumentar el valor del vehículo al demostrar su cuidado y autenticidad.

Preservando el valor del activo.
Contratar pólizas que cubran robo y daños es crucial, especialmente para vehículos de alto valor. Curiosamente, algunas aseguradoras locales no ofrecen seguros de automóvil para este tipo de vehículos por su antigüedad, o no ofrecen beneficios complementarios como asistencia en carretera.
La estructura de propiedad de un auto clásico puede tener implicaciones fiscales significativas. Algunos propietarios optan por adquirir el vehículo a través de sociedades mercantiles, por motivos de privacidad y para reducir la exposición a ganancias de capital. En Costa Rica, las importaciones de vehículos clásicos están sujetas a aranceles e impuestos que pueden ser optimizados si se planifica correctamente. Además, los coleccionistas deben considerar estrategias para la sucesión de estos bienes, garantizando su transferencia eficiente a las próximas generaciones.
Los vehículos clásicos han demostrado ser una inversión sólida a largo plazo. Según el Knight Frank Wealth Report 2024, estos vehículos han aumentado un 82% en valor durante la última década.
La compra de un vehículo de colección puede ser tanto un placer personal como una inversión estratégica. Desde garantizar la autenticidad y redactar contratos sólidos hasta planificar su estructura fiscal y asegurar un mantenimiento adecuado, cada paso debe ser cuidadosamente considerado.
---
El autor es abogado y socio de Ecija Legal en Costa Rica