“El Financiero es una fuente de información actualizada y de análisis crítico. Sirve de instrumento útil para quienes han de tomar decisiones en el ámbito de los negocios, las finanzas y la economía. Se trata de una herramienta de trabajo en el mundo de hoy”. El Financiero , más que un medio de comunicación, es un semanario dirigido al mundo de los negocios, de las finanzas y de la economía”.
Han transcurrido 20 años desde que este periódico, uno de los productos editoriales de Grupo Nación, circuló por primera vez y plasmó en el editorial de aquella primera edición –13-19 de marzo de 1995– los propósitos y compromisos que habrían de orientar su quehacer periodístico. Se trata de un norte que se mantiene vigente.
El 2015, año del vigésimo aniversario de esta publicación, es un excelente ejemplo de fidelidad al rumbo trazado: EF ha emprendido y divulgado tres importantes proyectos que sirven como “instrumento útil para la toma de decisiones” y “herramienta de trabajo en el mundo de hoy”.
Nos referimos a las investigaciones de inteligencia de mercado Perfil del Consumidor, que publicamos por cuarto año consecutivo en junio; Experiencia del Cliente, que estrenamos en agosto, y RED 506, estudio sobre hábitos y conductas de los costarricenses en las redes sociales, sitios web y apps , el cual realizamos desde el 2011.
De hecho, los reportajes principales de nuestras dos ediciones anteriores se basaron en los resultados de la última de estas iniciativas: “Un usuario ultraconectado” (edición No. 1042) y “Un e-commerce limitado” (No. 1043).
Cada uno de esos proyectos fue complementado con seminarios en los que especialistas nacionales y extranjeros orientaron a los asistentes –en su mayoría, representantes de empresas– sobre cómo interpretar los datos obtenidos y cómo actuar en consonancia con los intereses y necesidades del mercado costarricense.
Especificar que un total de 1.100 personas participaron en estos encuentros realizados en tres hoteles de la capital es aportar un dato que evidencia la relevancia y la calidad del contenido de estos estudios.
Aún más, la necesidad. Sí, porque para nadie es un secreto que vivimos tiempos de desasosiego económico en los que temas como el elevado déficit fiscal y el complicado panorama político para su solución, el cierre de empresas y el consecuente crecimiento del desempleo, la inquietud en torno a posibles ajustes en el precio del dólar y la palpable falta de liderazgo del Gobierno son actores principales en el escenario del desarrollo.
En un entorno tan complicado como este adquiere mayor importancia el norte asumido por EF en 1995, pues es cuando el sector empresarial honesto y responsable –que genera riqueza, empleo, bienestar, protege el ambiente y paga impuestos y cargas sociales– necesita instrumentos y herramientas útiles para la toma de decisiones en el ámbito de los negocios, las finanzas y la economía.
Esta es apenas una parte de la tarea de apoyo al aparato productivo. Le corresponde a la clase política en general y al Gobierno en particular enviar las señales y tomar las decisiones que urgen para estimular a las empresas y, por ende, a la economía. ¿Será mucho pedirle a quienes hasta ahora han demostrado que el amor a Costa Rica es más un asunto de discurso retórico que de hechos concretos?