En épocas de aguas agitadas es preciso que la nave cuente con un buen capitán y un equipo para enfrentar las inclemencias del tiempo. Un buen líder debe tener la visión para trazar la ruta y el carácter para no rendirse ante la adversidad.
El presidente Alvarado ha mostrado carácter para enfrentar una dura huelga durante el primer año de sus funciones, pero no ha sido capaz de ir más allá del monotema fiscal y trazar la carta de navegación de la reactivación económica. Las señales de la brújula no son claras.
Costa Rica atraviesa dificultades económicas y requiere de un navegante que empuñe con pericia y destreza el timón para hacer frente a las dificultades de la convivencia en una sociedad altamente diferenciada.
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Guardar el equilibrio entre reivindicaciones diversas, económicas y culturales, ha sido difícil y en oportunidades se ha demostrado excesivo compromiso con algunos sectores.
El capitán debe tener una adecuada comprensión de los intereses sociales para surcar las aguas del complejo panorama del pluralismo político y social.
La inexperiencia política del Mandatario le ha pasado la factura en ciertas ocasiones, sus antecedentes no auguraban una compresión del mapa sociopolítico y no se hizo acompañar de asesores y operadores de alto nivel. La Costa Rica actual demanda más catalejos que remos.
Por otra parte, un presidente requiere desarrollar una fina percepción de las reglas y equilibrios institucionales, los actores sociopolíticos se mueven en el marco de normas que regulan la convivencia y es preciso que quien navega identifique los caminos posibles, los escollos y las zonas grises que podrían obstaculizar o facilitar su tarea.
La asesoría jurídica de Casa Presidencial pareciera ausente, sobretodo en temas como el etanol o los penosos conflictos en la Cancillería.
Tener siempre presentes los efectos y consecuencias de las tendencias y fuerzas de cambio en la sociedad sobre los principales actores, es la fotografía de la geografía y la comprensión de la dinámica social que permiten girar, plegar las velas, anclar momentáneamente o dar un golpe de timón para evitar los peligros.
Zapote pareciera preocupado en generar narrativas de distracción más que una narrativa general que marque el rumbo e inspire. Hacen falta en la Casa Presidencial operadores políticos de la estatura de Rolando Laclé o Rodrigo Arias, con fino olfato y comprensión de los procesos macro; los estudiantes universitarios del PAC aportan entusiasmo y amistad, pero carecen de visión de conjunto.
Cantos de sirena
La comunicación efectiva con su base y con los navíos cercanos es también una condición esencial. Sumido en la niebla el navegante puede extraviarse, sucumbir ante cantos de sirena o colisionar con otras embarcaciones.
Las contradicciones internas del PAC, atravesado por múltiples corrientes, impiden que el partido apoye al Presidente, lo que se agrava por el resentimiento de algunos sectores debido a la presencia de los amigos de Rodolfo Piza en posiciones de importancia, interpretado como un desplazamiento injusto.
Sin bases partidarias, con una fracción legislativa diminuta y con un ministro de la Presidencia ausente de las negociaciones con partidos y sectores, Carlos Alvarado se debilita sensiblemente. La disfuncionalidad del su principal operador político, Piza, ha dado al traste con la narrativa del gobierno de unidad nacional, asediada por la inoperancia de su aliado y por las divisiones de este con la fracción parlamentaria de su propio partido.
Es urgente que el Gobernante emprenda una reorganización de su tripulación y envíe a sus casas a los funcionarios disfuncionales; este golpe de timón le daría un nuevo aire.
El equipo económico, con excelentes credenciales técnicas, no ha tenido el apoyo de operadores políticos que promuevan su agenda, y sus recetas tecnocráticas han chocado contra el muro de la resistencia social e institucional, como lo hemos visto en la CCSS, las universidades y las municipalidades. Por otra parte, las críticas de connotados economistas (Guardia y Feinzaig) muestran que el equipo económico no ha dado suficiente importancia a la contención del gasto y a la reactivación económica.
El capitán debe estar equipado con una gran capacidad para manejar el conflicto interno y las naves que se aproximen. La contradicción es la madre de todos los encallamientos o naufragios; gestionarla para alcanzar resultados positivos es una condición sine qua non.
El Mandatario ha mostrado serenidad ante las trombas marinas, aunque ha carecido de mano firme para arreglar conflictos internos como sucedió con la exministra de Relaciones Exteriores
Un buen nauta debe preocuparse por la calidad de sus marineros. Debe tener el tino de colocar a cada quien de acuerdo con las funciones y procesos asignados.
La carencia de operadores políticos experimentados y de asesoría de alto nivel, obligan al Presidente a buscar el consejo de asesores probados, no sólo en el área de la comunicación, sino también en los campos de la decisión y la implementación de políticas.
El liderazgo no es únicamente una cuestión de inspiración o de firmeza, sino también de conjuntar equipo con destrezas y con una visión de la totalidad, más allá de la dispersión conceptual y narrativa que ha exhibido este Gobierno.