Las últimas cifras oficiales sobre crecimiento de producción del régimen definitivo (85% del PIB nacional) preocupan sobremanera.
De acuerdo con el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) al mes de setiembre, la economía doméstica interanualmente apenas creció 2,5%, una tasa sumamente baja. Los gastos de los hogares un año atrás crecían 5,6%, ahora sólo 3%.
De acuerdo con cifras del ICT, y a pesar de los enormes esfuerzos que realiza la institución por promover a Costa Rica como destino turístico, llevamos dos meses consecutivos con caídas en el número de turistas que llegan al país (-6,4% en setiembre y -7,5% en octubre). Costa Rica es muy caro.
También hay un deterioro en las finanzas públicas, reconocido por las autoridades, debido a la caída en el tipo de cambio, la baja inflación, las tasas altas de interés y el aumento en salarios.
¡Vamos cuesta abajo en 2024!
¿Por qué se ha dado esa preocupante situación? Hay factores evidentes como la mala orientación de la política monetaria y cambiaria del Banco Central con excesivas tasas de interés que no se justifican.
Evidente el efecto de la caída en el tipo de cambio en muchas actividades de exportación de bienes y servicios, y también en la producción interna ante la competencia de los productores de países como Colombia, Perú, México y, desde luego, Centroamérica.
El gobierno no tiene una política de producción para los sectores industrial y agrícola, importantes actividades que generan ingreso y empleo.
Con frecuencia me preguntan, ¿qué podemos esperar de la producción doméstica en el 2025? Mi respuesta es sencilla. Con pocas acciones congruentes, bien elaboradas y pensadas por parte del Banco Central y el gobierno las condiciones podrían mejorar mucho el quehacer económico en el año que se nos avecina.
Una política monetaria congruente con las necesidades reales del país, un tipo de cambio que mantenga la competitividad comercial de la producción nacional. Y un Ministerio de Hacienda que se comprometa a mantener en forma estricta los importantes logros fiscales logrados en el año 2022, son factores esenciales.
Medidas sensatas, realistas y acordes con lo que el país necesita pueden beneficiar mucho la situación económica en el año 2025. ¡Esperamos así sea!
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Fernando Naranjo Villalobos es doctor en economía por la universidad de Pennsylvania. Fue ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores. También estuvo al frente del Grupo Taca, del Banco Nacional de Costa Rica como gerente general y ocupó el cargo de director general de la aerolínea Volaris. Es el presidente de la firma Consejeros Económicos y Financieros S. A. (Cefsa).