En afán bien intencionado de reencontrarse con sus vecinos del sur el presidente Biden asiste a la cumbre de Los Ángeles, precedida esta de tensiones.
En busca de liderazgo y unidad, luego del desinterés de Trump, la lista de invitados provocó divisiones por la exclusión de líderes autocráticos. El presidente mexicano asumió el liderazgo de los críticos y finalmente decidió no participar, a lo que se han sumado otros , marcando pérdida de influencia de los Estados Unidos (EE. UU.).
En el fondo es una confrontación entre un realismo que promueve la coexistencia entre los diferentes; y otros actores que ven el mundo en términos ideológicos: confrontación global entre autocracias y democracias. Realpolitik versus Idealismo.
La exclusión de dictadores está ligada también a la política interna de los EE. UU. Las elecciones de noviembre cercanas, las imágenes de Biden, estrechando la mano de los cubanos o de Maduro, harían más difícil el intento demócrata por controlar el Congreso. El activismo de poderosos senadores de origen cubano, Menéndez y Rubio, hace más empinada la ruta demócrata.
Grandes temas serán la migración y seguridad, el estado de la democracia, el cambio climático, reactivación económica y presencia de potencias como China y Rusia en la región. El tema dominante será el primero y no cabe esperar cambios fundamentales en Washington, cuando el paquete de ayuda económica para Centroamérica está paralizado.
No hay que aguardar cambios sustanciales y el reencuentro con América Latina queda postergado tras una cumbre descafeinada.