Opinión

Cuando las empresas fracasan en su aprendizaje, aprenden a fracasar

Opinión de Ricardo Hausmann | Envalentonados por su éxito inicial, los directivos de Northvolt emprendieron una expansión agresiva y presentaron planes ambiciosos para construir nuevas instalaciones en Canadá y Alemania. Durante un tiempo, la empresa parecía imparable. Pero, aparentemente en un abrir y cerrar de ojos, entró en crisis y se desmoronó.

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Invertir en la producción de baterías para vehículos eléctricos puede parecer una apuesta segura. Y, a simple vista, Northvolt -el desarrollador y fabricante sueco de baterías para vehículos eléctricos (VE) que se declaró en quiebra en noviembre- parecía tener todas las ventajas y capacidades necesarias para triunfar.








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