El editorial de la edición 950 de EF habla sobre “Los desafíos del software ”. Aunque comparto lo indicado, creo que el mismo no planteó uno de los principales desafíos, que considero un pilar fundamental para la industria del sector digital costarricense: la valoración de la propiedad intelectual, producto de estas empresas.
Resulta imperativo que las empresas productoras de software y de tecnologías digitales en general, tengan la oportunidad de acceder a créditos financieros, utilizando sus productos como garantía crediticia.
Desafortunadamente, la legislación costarricense no contempla esa posibilidad. Las empresas del sector hoy deben limitarse a utilizar las garantías crediticias tradicionales (prendas o hipotecas), que se refieren a bienes muebles o inmuebles y que por ser tangibles son las autorizadas por ley.
Esto obliga a las empresas digitales a dejar de lado sus productos y servicios que, al ser bienes intangibles, no son susceptibles de ser considerados activos contables y menos financieros.
Es un desafío la aprobación del Proyecto de Ley de Garantías Mobiliarias y que se reconozca que la propiedad intelectual es un bien adecuado para ser dado en garantía.
Con ello las empresas del sector digital costarricense podrán acceder a créditos, incrementar su productividad y continuar dando oportunidades laborales y profesionales a muchos jóvenes.
Si en el tiempo de la agricultura se facilitó el camino a los campesinos y las agroindustrias, por qué no hacer lo mismo con empresas de la nueva economía del conocimiento.