Con la Inteligencia Artificial (IA) consolidándose como un pilar estratégico en la gestión de talento, las organizaciones enfrentan un panorama de transformación profunda en sus procesos. En países como Costa Rica, donde la inserción de la tecnología y el acceso a la misma es cada vez superior, debemos tomar las precauciones necesarias, tanto para sacar ventajas como para aminorar amenazas.
La adopción de la IA no solo está redefiniendo cómo las empresas gestionan sus recursos humanos, sino que también está generando un impacto significativo en la experiencia del empleado y los resultados organizacionales. En un informe reciente de la consultora Gartner, se estima que para 2025, más del 60% de las grandes organizaciones habrán integrado herramientas de IA en al menos un aspecto de su estrategia de talento humano.
La IA proporciona a los departamentos de talento humano una capacidad sin precedentes para manejar grandes volúmenes de datos, identificar patrones y optimizar procesos en tiempo real, permitiendo no solo una mayor eficiencia operativa, sino también una toma de decisiones más informada y personalizada.
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El uso de herramientas basadas en IA, como HireVue y Pymetrics, ha demostrado ser un cambio de juego en los procesos de reclutamiento y selección. Estas plataformas utilizan algoritmos avanzados para analizar habilidades, comportamientos y competencias, reduciendo significativamente los tiempos de contratación. Además, ayudan a mitigar sesgos inconscientes al centrarse exclusivamente en datos objetivos, lo que fomenta la creación de equipos más diversos e inclusivos.
En otro estudio de McKinsey & Company se destacó que las empresas con equipos diversos tienen un 35% más de probabilidades de superar a sus competidores en términos de rentabilidad.
Igualmente, estos procesos liderados por la IA resultan en mayores desafíos para los profesionales que buscan nuevos empleos, al no reconocer, a la hora de construir sus hojas de vida, el uso de palabras claves para lograr pasar los filtros de los ATS (Applicant Tracking Systems), que utilizan grandes empresas donde se filtran las competencias y habilidades de cada candidato en concurso.
Hoy en día además estamos viendo una cantidad mayor de diseños en las experiencias de aprendizaje y desarrollo a la medida de cada empleado. Plataformas como Cornerstone OnDemand emplean algoritmos para recomendar cursos, mentorías y oportunidades de crecimiento alineadas con las necesidades y aspiraciones individuales.
Este enfoque no solo incrementa el compromiso del empleado, sino que también mejora la retención del talento, un factor crítico en un mercado laboral cada vez más competitivo.
Hoy, el nivel de renuncias y rotación de empleados es uno de los mayores desafíos que enfrentan las organizaciones. Sin embargo, por medio del uso de la IA, las empresas están logrando mejores análisis de datos históricos y en tiempo real para predecir los riesgos de fuga de talento. Herramientas como Workday People Analytics permiten identificar señales de descontento, diseñar intervenciones específicas y planificar estrategias de sucesión de liderazgo con antelación.
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Otro factor fundamental y que está dando mejores resultados, son la mejor coordinación y efectividad en las tareas administrativas repetitivas, como la programación de entrevistas, la gestión de beneficios y la recopilación de retroalimentación de los candidatos y empleados. Hoy ya se están delegando a asistentes virtuales y chatbots esas tareas, liberando tiempo valioso para que los equipos de recursos humanos y poder lograr mayor enfoque en iniciativas estratégicas.
En miras al 2025, los departamentos de talento humano ya visualizan seis áreas de impacto inmediato:
Productividad y eficiencia: la IA permitirá que se gestionen mayores cargas de trabajo con menos recursos, optimizando la relación costo-beneficio. Según análisis de la Revista Forbes Insights, las empresas que implementen soluciones de IA podrían reducir hasta un 25% sus costos operativos.
Experiencia del empleado: al personalizar programas de desarrollo y beneficios, las empresas lograrán un mayor compromiso por parte de sus colaboradores. Esto no solo mejorará la retención, sino que también fortalecerá la marca empleadora, atrayendo a los mejores talentos del mercado.
Toma de decisiones basada en datos: el análisis predictivo y las métricas avanzadas permitirán a los líderes de recursos humanos anticiparse a los desafíos, diseñando estrategias proactivas que impulsen el desempeño organizacional.
Aunque también, a pesar de que los beneficios son claros, la integración de IA en también plantea desafíos éticos significativos, entre los cuales se pueden mencionar
Protección de datos personales: el manejo de información sensible exige medidas estrictas de ciberseguridad y cumplimiento normativo, como lo estipulan los diversos reglamentos de protección de datos según las legislaciones de cada país.
Transparencia en los algoritmos: será crucial garantizar que los algoritmos utilizados sean transparentes y comprensibles, minimizando el riesgo de discriminación o decisiones arbitrarias.
Equidad e inclusión: aunque la IA puede ayudar a reducir sesgos, también existe el riesgo de que perpetúe prejuicios existentes si los datos de entrenamiento no son diversos o están sesgados.
El 2025 marcará un punto de inflexión en la gestión de talento humano, con la IA liderando la transformación hacia procesos más eficientes, personalizados y estratégicos. Sin embargo, el éxito de su implementación dependerá de un equilibrio entre innovación tecnológica y consideraciones éticas.
El autor es socio director de Recluta Talenthunter.