El gran desafío para las universidades no solo es educar a los estudiantes para cubrir una oferta laboral altamente avanzada, sino adaptarse para un mundo cambiante, que requerirá de crear trabajos y soluciones a problemas que aún no existen con tecnologías que tampoco se han creado.
Por eso, la innovación, la creatividad, la eliminación de fronteras y la flexibilidad al momento de invertir en los cambios debe ser un punto clave para brindar bases académicas útiles para las necesidades del mercado laboral actual y futuro.
“La luz son los educadores, a quienes encargamos a nuestros niños y jóvenes para ese futuro tan incierto”, resaltó Jack Bimrose, director de Texas Tech University Costa Rica (TU-CR).
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Hace casi dos años, un 85% de las empresas instaladas en el país de tres sectores claves de Inversión Extranjera Directa (IED), hubiesen creado 6.868 empleos más de los que generaban en ese momento, si la oferta de personal hubiese calificado con sus necesidades de avanzada, de acuerdo con la Coalición de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Asimismo, un estudio de Manpower Group reportó que, en el 2013, el 40% de las empresas de Costa Rica enfrentó dificultades para cubrir vacantes.
Es decir, la oferta laboral no coincidía con la demanda de las corporaciones.
Empero, ¿ha mejorado esto? Las universidades aseguran que intentan cambiarlo.
Varios centros de educación superior privados vienen invirtiendo, analizando y tratando de adaptar mejor sus ofertas de acuerdo con las necesidades del mercado laboral.
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De acuerdo con un recuento realizado por EF, varias universidades (incluida la Texas Tech que llegó al país recientemente) han invertido en los últimos dos años en infraestructura y equipos tecnológicos, para mejorar, actualizar y renovar el currículo académico, en función de entender mejor la demanda laboral y abrir puertas a sus graduados.
Los esfuerzos
Hace un año, Edulink S. A. (parte del Grupo Promérica) decidió invertir $15 millones en el campus satélite de Texas Tech Univerty (TU-CR) y crear una alianza estratégica para lograr aportes concretos en las necesidades de desarrollo de Costa Rica y la región.
La primera fase arranca con el edificio central e inicial, que tendrá capacidad para 200 estudiantes y se espera inaugurar en diciembre de este 2017. No obstante, los programas académicos comienzan en agosto de 2018.
“La capacidad del programa es para 1.300 alumnos a un plazo de 4 a 6 años, y tenemos opción de una fase dos que iremos analizando para tener incluso áreas de estadía para estudiantes de otros países que busquen venir a preparse aquí”, comentó Bimrose.
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Su llegada se vislumbra como una oportunidad para toda la región, y su visión es ser una universidad regional, con materias que se determinaron claves con el apoyo de Cinde para la demanda laboral actual.
La Ulacit, la Veritas y la Universidad Latina de Costa Rica (Ulatina) son parte de las otras instituciones privadas que también invierten y aseguran que están a la vanguardia.
Además, mantienen constante inversión, actualización, expansión y coordinación no solo con entidades como Cinde, sino, con las mismas empresas con operaciones en suelo costarricense para entender sus principales necesidades y adaptar sus planes de estudio lo mejor posible.
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En los últimos años, Ulacit ha invertido $5 millones en su sede central en barrio Tournón en remodelación, infraestructura física y tecnológica, así como en un instituto de investigación.
También invirtió $4 millones para ofrecer en su sede en Escazú, (Plaza Tempo) planes de actualización profesional y técnicos.
“La Universidad tiene un compromiso con la diversificación y actualización de su oferta académica, con el objetivo de responder a la demanda de profesionales requerida por el país. Impulsa la ampliación de sus instalaciones para ofrecer más de 19 carreras nuevas de alta demanda laboralo”, dijo su rectora, Silvia Castro.
Por su parte, Veritas invierte $200.000 al año para las mejoras de infraestructura y alrededor de $100.000 en la adquisición de equipo tecnológico que responda a los requerimientos del momento.
Ronald Sasso, presidente de Veritas, indicó que desde la segunda mitad del 2015 y hasta el 2018, están en proceso de actualización e innovación curricular.
La entidad se ha propuesto garantizar profesionales con una visión holística basada en la formación por competencias para la vida, que sean capaces de generar propuestas innovadoras en su desempeño mediante la gestión, la actitud emprendedora y el uso creativo de las tecnologías.
La Ulatina ha invertido casi $42 millones en los últimos dos años en expansión, mejoras y nuevas infraestructuras tecnológicas para actualizar su oferta.
Cindy Madrigal, gerente de Relaciones Públicas, detalló que siempre está en comunicación y contacto con el sector productivo para poder cubrir las necesidades que tiene el país.
Cuenta con más de 25 técnicos y se actualizan para identificar las necesidades de las empresas y poder apoyar el desarrollo de programas conjuntos que satisfagan los requerimientos y la capacidad del personal.