Tokio.- El conglomerado japonés Toshiba , atrapado en una grave crisis financiera consecuencia de los problemas de su filial nuclear Westinghouse, pidió el martes un nuevo plazo excepcional de un mes para publicar sus cuentas.
En 2015 Toshiba ya se vio implicada en un caso de manipulación de cuentas que diezmó a la anterior dirección.
El conglomerado vuelve a estar en crisis tras pedir un segundo aplazamiento para publicar sus cuentas, después de haber pedido uno a mediados de febrero que vencía este martes.
"Creemos que aún necesitamos cuatro semanas", explicó este martes el conglomerado en un comunicado, en el que se disculpa ante sus accionistas e inversores.
Las autoridades le han otorgado un nuevo plazo, hasta el 11 de abril.
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El mes pasado la dirección de Toshiba sólo logró dar "estimaciones de resultados" en las que se hablaba de una 'depreciación' de 712.500 millones de yenes ($6.150 millones) en sus actividades nucleares en Estados Unidos debido a malos cálculos de su filial Westinghouse.
También dijo temer para el ejercicio 2016-17 una pérdida neta de 390.000 millones de yenes.
Se trata de datos no corroborados por los contables y que siguen sin estarlo, pese a que el grupo los volvió a presentar este martes, siempre con carácter provisional.
En otro comunicado, Toshiba confirmó que varios directivos de Westinghouse impulsaron a sus subordinados a manipular las modalidades financieras de la operación de compra de la sociedad CB&I, una operación que está en el origen de los problemas financieros actuales.
"La crisis de la filial Westinghouse alcanza su apogeo" afirmaba este martes el periódico Nikkei, la 'biblia' de los medios financieros japoneses.
Toshiba aseguró que está estudiando deshacerse de la mayoría de su actividad nuclear extranjera.
"Todas las hipótesis están sobre la mesa", incluso una suspensión de pagos de Westinghouse, declaró el presidente ejecutivo de Toshiba , Satoshi Tsunakawa, este martes en una rueda de prensa. Pero "aún no se ha decidido nada", precisó.
"En el pasado hemos hecho operaciones de fusiones-adquisiciones, hemos fracasado, debemos arrepentirnos" admitió el presidente ejecutivo de Toshiba , una marca centenaria, ahora en plena crisis.
Westinghouse fue comprada por Toshiba hace diez años, por un elevado precio de más de $4.000 millones.
En la bolsa de Tokio, la aprobación de un nuevo plazo para Toshiba fue bien acogida y las acciones, que a media jornada caían un 9%, acabaron ganando 0,46%.
Las autoridades bursátiles decidieron poner las acciones de Toshiba "bajo control", lo que acentúa la amenaza de exclusión de bolsa si el conglomerado japonés no respeta sus compromisos el mes de abril.
"Estamos haciendo lo posible para evitar una exclusión" prometió Satoshi Tsunakawa.