La buena reputación del café de Costa Rica ha venido creciendo en los últimos años. Ya no es ocasional ocupar buenos lugares en clasificaciones de calidad y eso lo intentan aprovechar personas y empresas que intentan llevar el grano a diversas partes del mundo.
Esa oportunidad la vio claramente una costarricense trabaja desde Europa para darle un valor especial a este cultivo y educar acerca del café de especialidad.
Se trata de Wendy Campos Barboza, quien es oriunda de San Marcos de Tarrazú, pero que actualmente vive en Valencia, España.
A sus 39 años está cumpliendo con uno de sus sueños: tener una cafetería en el Viejo Continente en dónde se comercialice café costarricense y, al mismo tiempo, se le ofrezca a los clientes la experiencia y el conocimiento que hay detrás de tomar una taza de este producto emblemático.
La historia de emprendimiento de Wendy se remonta a hace 20 años, cuando se adentró en el mundo del café. Ella trabajó en CoopeTarrazú, donde su abuelo fue uno de los fundadores, y esto le permitió conocer el negocio desde el punto de vista industrial.
Con el pasar del tiempo ella detectó detalles y puntos de mejora que se podían implementar durante el proceso de producción y comercialización, por esta razón es que tomó la iniciativa para cursar una maestría de ciencia y economía del café en Italia.
Durante su proceso educativo pudo ordenar sus ideas para darle un valor agregado a este producto, trabajar con pequeños productores y aprovechar todo el grano como tal, sin desperdicios.
Además encontró que en Europa hay un alto potencial para trabajar con café, debido a que no todos los países tienen una cultura cafetalera y hay espacio para crecer con productos de calidad.
Así que se devolvió a Costa Rica y junto con su esposo comenzó a trabajar en su negocio el cual consistía en contactar a los productores de café y agilizar los procesos de exportación para que luego fuera vendido ese producto en España.
“El tema del valor agregado es muy importante para nosotros, y ahí es donde llega la cafetería. Se nos da la oportunidad de venir a Valencia y visualizamos que podía ser un punto donde podemos darle ese valor al producto y abrir el mercado”, relató Campos.
De esta forma es cómo nació la marca Zantó Coffee.
Un mercado con potencial
En el 2022 Wendy comenzó con los procesos de registro de marca, a trabajar con la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y a hacer todos los procedimientos necesarios ante el Ministerio de Hacienda.
“Traemos el café directo de Costa Rica de la mano de tres productores, viene el café en verde, los tostamos aquí porque nos permite brindar el café fresco y el costo de transporte es mucho mejor. Tenemos una línea de especialidad que son microlotes donde contamos la historia: quién es el productor, de dónde viene, a qué altura está y los vendemos en comercios aliados”, comentó.
Los productores con los que trabaja Wendy están ubicados en la zona de Los Santos y Cachí, y su aspiración es crecer para poder incluir a más cafetaleros a su negocio.
Europa es muy grande para solo quedarse en un solo país, así que la emprendedora también comercializa el café a otros países de la mano de Amazon.
Con el frente de ventas en línea y el de la distribución con comercios aliados cubiertos, falta uno más que es el de la venta física.
En junio Wendy abrirá las puertas de su cafetería Zantó Coffee en Valencia en donde ofrecerá diferentes versiones del café costarricense y los paquetes del producto. Su intención es contar la historia del grano nacional.
“A mí me ha pasado que la gente cree que el café viene de una raíz o que es un árbol, entonces yo les explico y les hablo de los productores y del proceso. También piensan que son robots o máquinas las que hacen el café, así que les cuento que son personas que madrugan y todo el trabajo que hay para recolectar. La idea es traer un pedacito de Costa Rica a la tienda”, relató.
Ese proceso de educación también es relevante en un país como España en donde se acostumbra tomar café torrefacto, el cual consiste en una mezcla del grano con azúcar que tiende a bajar la calidad.
El sabor de un buen café debe destacar por sus atributos agradables y no por un sabor grosero y amargo que ofrecen los cafés más económicos y de origen desconocido.
El café de especialidad en España se desarrolla poco a poco y es más común verlo en zonas turísticas gracias a la migración y el intercambio de conocimiento para ingresar al país europeo tostadores y producto de naciones cafetaleras.
Perseverencia
Emprender en tierra extranjera no es nada sencillo y Wendy aconsejó a quienes quieran hacerlo ser perseverantes y no darse por vencidos por la tramitomanía o la complejidad de comprender otras legislaciones y formas de tributar.
“No ser egoísta. Yo he tenido casos en que por un tema de egoísmo las cosas no funcionan, el trabajar en conjunto, trabajar en alianzas, lo hace Starbucks, lo hace Nestlé, entonces por qué no lo hacemos las pequeñas empresas, esos son temas que dan más fuerza para competir internacionalmente”, aconsejó.
La emprendedora visualiza a Valencia como su base del negocio donde tuestan el café y luego distribuirlo a otros puntos de España y Europa.
Wendy quiere aprovechar las ventajas de la Unión Europea para hacer crecer su marca.