Lo deseable es que el sector empresarial se comprometa con la mayor cantidad de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, hay uno en que su accionar es fundamental: garantizar modalidades de consumo y producción sostenible.
En este tema, las empresas tienen camino recorrido y, hasta la fecha, han sido testigos de que producir de forma sostenible disminuye su impacto en el medio ambiente y, a la vez, reduce sus costos operativos.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en el objetivo 12, toca aspectos como el uso eficiente de los recursos naturales, así como reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización.
Además, destaca la importancia de reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, pero también lograr una gestión ecológicamente racional de los productos químicos.
El Grupo Empresarial de Supermercados (Gessa), Florex, Pizza Hut, Bridgestone, Unilever, Purdy Motor, Alimentos Pro Salud, Fifco, HP, la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) y Ricoh, son solo algunas de las compañías que decidieron incorporar la sostenibilidad a sus estrategias en territorio nacional.
Desarrollan proyectos que involucran desde la instalación de domos para aprovechar más la luz natural, o la puesta en marcha de calderas de biomasa, hasta la compra de materias primas amigables con el ambiente y la creación de productos libres de componentes tóxicos.
Algunas recuperan los desechos posconsumo, con los cuales darán vida a nuevos productos como botellas para agua, escritorios, pupitres, cartuchos de tinta, sillones, paradas y estructuras para evitar deslizamientos, entre otros.
Procesos más sostenibles
Durante los últimos años, algunas firmas, sin importar su giro de negocio, se han ocupado de usar de manera eficiente los recursos naturales dentro de sus labores.
Por ejemplo, las empresas reportan una disminución en el consumo de agua: Florex lo redujo en un 75%; la ESPH y Grupo Nación, un 24%, y Pizza Hut, un 25%.
Asimismo, durante el 2013, Coopeservidores facturó 33,2 metros cúbicos por colaborador, mientras que en 2015 bajó a 21,4. Si hubiesen mantenido el consumo, pagarían actualmente ¢13,6 millones de más.
“Aunque la huella ambiental de Coopeservidores es muy pequeña, para la organización es importante llevarla al mínimo. Se han colocado grifos de presión y dispositivos de dispersión, para disminuir la cantidad de agua que sale y evitar el desperdicio”, manifestó Óscar Hidalgo, gerente general de la cooperativa.
Las empresas también han querido disminuir el consumo de otros recursos entre los que destacan la energía y el papel.
En el caso de la energía, las compañías han implementado desde medidas sencillas, como la sustitución de luminarias tradicionales por sistemas de bajo consumo, hasta otras más complejas como la puesta en marcha de calderas de biomasa.
Gessa es una de las firmas que el año anterior instaló unidades de iluminación LED, tras alcanzar los 16.800 tubos. Mientras que, Walmart equipa sus supermercados con sistemas de refrigeración e iluminación de bajo consumo de energía.
“Nuestro objetivo al 2020 es reducir en 20% la intensidad de energía utilizada en tiendas y centros de distribución”, mencionó la coordinadora de Asuntos Corporativos de Walmart, Mariela Pacheco.
Otras firmas como el Hotel Real Intercontinental, Bridgestone y Fifco, apuestan por las calderas de biomasa, que producen energía tras la quema de pequeños trozos hechos a base de madera.
El complejo hotelero inauguró su caldera en marzo del año pasado tras una inversión de $600.000. Le permite ahorrar hasta $200.000 anuales y dejan de emitir 2.000 toneladas de dióxido de carbono.
Bridgestone invirtió $2 millones en este proyecto a finales del 2014, con el que ahorra un 68% en el uso de búnker, lo que equivale a 13.500 litros diarios.
Fifco anunció recientemente que invertirá $3 millones en la puesta en operación de la caldera, la cual empezará a operar a finales del 2017 y le permitirá reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero generados por su operación de bebidas.
Por otra parte, en la disminución de consumo de papel, BAC Credomatic ha realizado diferentes esfuerzos, entre ellos, el envío de estados de cuenta a través de servicio de mensajería móvil, reemplazando el sistema tradicional.
Luis Mastroeni, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de la entidad, señaló que calcularon que el costo de envío e impresión de dichos documentos ascendían a $862.000 anuales y equivalían a echar mano de más de dos millones de hojas (equivalente a 74 árboles).
“Con esta medida, se pretende generar un ahorro del 90%, es decir, $776.000 anuales. Además que nos va a permitir reducir de forma significativa el impacto ambiental de las operaciones”, agregó Mastroeni.
Coopeservidores creó una política de “cero papel”, la cual ha llevado a la organización a crear sistemas nuevos y digitales que agilizan las operaciones y evitan las impresiones. Del 2014 al 2015, bajaron el consumo de resmas de papel equivalente a 92 árboles (un ahorro de ¢4,5 millones).
Siguiendo en la búsqueda de una producción más sostenible, hay programas como Compras Sostenibles, el cual es impulsado por Florida Bebidas, Reserva Conchal e Industrias Alimenticias Kern’s.
Esta iniciativa pretende que los proveedores de esas marcas asuman responsabilidad en las dimensiones ambiental, social y económica de sus respectivos negocios.
Compras Sostenibles posee 182 empresas proveedoras que se adscriben a una serie de compromisos en el área de responsabilidad social y ambiental. Se guían con el Manual de Responsabilidad Social Empresarial para Proveedores y tiene una autoevaluación.
Dichas firmas han mejorado sus procesos, pero hay otras que desde su inició adoptan los principios de la sostenibilidad, como Florex.
“El desarrollo para la sostenibilidad es una filosofía de trabajo, una forma de producir y comercializar distintos, basado en principios de sostenibilidad y desarrollados en la práctica a través de sistemas de gestión ambiental y de calidad integrados”, puntualizó Silvia Chaves, vicepresidenta de la compañía.
Según este concepto, se consideró que las materias primas fueran las opciones más naturales. Construyeron una fábrica con ecodiseño y, en la comercialización, contempla productos concentrados y rutas planificadas para mejorar eficiencia.
Manejo de residuos
El sector empresarial nacional no solo está aprendiendo cómo disminuir el consumo de diversos recursos, sino también el correcto manejo de sus residuos y cómo pueden beneficiar sus operaciones y a las comunidades en las que se ubican.
Por ejemplo, Bridgestone tiene diversos programas para asegurar la buena disposición de llantas de desecho. Entre ellos destacan la creación de parques infantiles, sillones a base de llantas y “llantiones” para evitar deslizamientos en zonas vulnerables y contribuir en infraestructura vial.
“Hemos construido 25 parques hechos con llantas a nivel regional desde el 2012 a la actualidad. Al cierre del 2015, se ha entregado más de 200 sillones hechos con llantas”, manifestó Erick Herrara, gerente país de la compañía.
Asimismo, Florida Bebidas transforma los envases de PET posconsumo (recuperados a través de su programa de reciclaje) en nuevos envases plásticos de refrescos, agua y gaseosas de resina reciclada.
Hasta la fecha, las botellas de agua Cristal son producidas 100% de resina reciclada y otras marcas van por el mismo camino como los envases de refrescos Tropical (50% de plástico reciclado) y en las gaseosas Milory, Mirinda y Pepsi (un 15%).
Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de Fifco, destacó que este es uno de los esfuerzos de la firma para diseñar productos siguiendo un modelo llamado Sustainability Closed Loop, conocido como economía circular, el cual reta a la economía líneal (producir, usar y tirar).
En los últimos cuatro años, la compañía ha recuperado el 51% de los envases no retornables (plásticos PET y HDPE, latas de aluminio, hojalata y empaques polilaminados de tetra pak ) que ha puesto en el mercado. Esto le ha significado la recolección de 14.396 toneladas.
Otra firma que recolecta sus residuos y los reutiliza es HP. Con su programa HP Worldwide Planet Partners –que se realiza alrededor del mundo– recolectan todos los cartuchos de impresoras corporativas y de usuario final, además de computadoras.
Actualmente, hasta el 80% de los cartuchos de tinta originales HP y el 38% de los cartuchos de tóner originales HP LaserJet son fabricados con plástico reciclado.
Según datos de la marca, desde el 2000, se utilizaron 3.300 millones de botellas de plástico, 50 millones de perchas y unos 80 millones de kilos de plástico de cartuchos reciclados como materia prima para fabricar cartuchos de tinta o tóner originales.
En el caso de Ricoh, la compañía posee un plan de gestión de botes de tóner que incluye la recolección, el transporte, el acopio, el embalaje y el traslado a su destino final, por medio del coprocesamiento con la firma Geocycle, que los utiliza como fuente calórica en sus procesos productivos.
Del 2007 a la fecha, Ricoh ha gestionado cerca de 49.000 botes de tóner, que representan casi 24,5 toneladas.
Pizza Hut también se ha dedicado a fortalecer su programa de reciclaje por lo que el 95% de sus residuos son reciclados incluyendo llantas, aceite quemado, fluorescentes, latas de pintura, baterías y otros.
Grupo Purdy Motor, en tanto, logró reciclar 477.906,74 kilogramos solo en el 2014 gracias al reciclaje interno, coprocesamiento y las jornadas de reciclaje realizadas por sus colaboradores.
“Gestionar los residuos de manera adecuada lo realizamos con una auditoría ambiental llamada Dealer Enviromental Risk Audit Program, con el cual controlamos la generación y el tratamiento de los residuos generados por los talleres”, indicó Ana María Sequeira, gerente de Relaciones Corporativas del grupo empresarial.
Alimentos Pro Salud aprovecha el 100% de sus desechos orgánicos, que se generan durante el procesamiento de atún y sardina, transformándolos en subproductos como el aceite y harina de pescado.
Otro de los grandes avances es la generación de cero residuos a vertederos, una meta que alcanzaron, o están cerca de hacerlo, firmas como Unilever y P&G.
P&G Costa Rica, informó que fue calificada globalmente como el centro de operaciones de servicios más grande de la compañía con cero basura a vertederos, y logró reducir la basura que enviaba a los rellenos sanitarios en un 99,5%.