Senderismo genera demanda constante en tiendas especializadas, pero compradores requieren guía

Por sus características, el senderismo aparece como una actividad física ideal para practicar en burbuja en medio de la pandemia por COVID-19, sin embargo, especialistas locales aseguran que al comprar los accesorios se deben evaluar también los retos de esta actividad deportiva, además de sus ventajas.

Caminar por senderos en la montaña es una práctica que requiere preparación y cierto nivel de condición física. Además, ejercitarse en la naturaleza siempre implica riesgos ambientales y la posibilidad de accidentes, incluso para deportistas experimentados. Por esto, es clave adquirir el equipo adecuado.

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Y si la intención es hacer montañismo, una versión mucho más demandante y especializada de la exploración de caminos, la inversión y preparación deben ser mayores. (Vea Diferente)

En un sondeo aplicado por EF a ocho tiendas relacionadas con el senderismo en Costa Rica, se detectó una búsqueda de productos en tendencia por encima de las necesidades específicas de la actividad como el error más común que se comete entre los compradores novatos del senderismo.

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Aunque el auge del senderismo lleva años, en este momento comparte características con el pico en la práctica de atletismo que se dio en el país a mediados de la década de 2010, cuando aumentó el número de corredores aficionados y la afluencia a carreras formales e informales.

Tony Pérez, uno de los socios de la tienda de calzado especializado Runners, relató que en esa época percibieron que muchas personas comenzaron a correr, sin mayor consideración sobre calzado o accesorios. Esto generó una oportunidad y decidieron acercarse a entrenadores personales y de grupos de atletismo, para que conocieran la tienda y orientaran a los consumidores.

“Hubo una estrategia de educación, pues la gente pensaba que todo el mundo tenía la misma horma. Incluso hoy se sigue educando a las personas cuando llegan a las tiendas”, relató Pérez. De hecho, un estudio local publicado por La Nación en 2017, encontró que aún en ese momento entre los corredores aficionados (amateurs) solamente el 35% recurría a un entrenador o un grupo de corredores, a la hora de entrenar.

Pérez reconoció que el negocio todavía tiene ciertas particularidades, pues provee productos para actividades donde se deben tomar medidas de salud y la seguridad. “Incluso nos ha llamado gente que nos agradece porque en la tienda los devuelven cuando les dicen que las tennis que tienen aún funcionan”, agregó Pérez.

Un panorama diferente se da cuando se deben señalar errores. Si bien el atletismo ha desarrollado niveles de conocimiento y profesionalización que reconocen el rol de las tiendas especializadas, ese desarrollo está aún en proceso para el senderismo.

Roberto Castillo, de los lugares para senderismo y carrera de montaña Senderos Colón y La Angelina, aseguró que varias veces al mes detectan visitantes con zapatos o vestimenta inadecuada y que se toman a mal las recomendaciones.

“No todo el mundo recibe esas observaciones bien. Sobre todo si está mojado, hacemos mucho énfasis en que usen buenos zapatos de caminar, porque nos ha tocado que vienen con tenis para salir en la ciudad y se les destapan o no tienen ninguna tracción. Se les hace el comentario y aunque alguna gente lo entiende otra más bien se ofende, porque se siente menospreciada”, relató Castillo.

¿La razón? Existe una percepción generalizada de que si cualquier persona puede caminar, también puede hacer senderismo. La realidad es que una mala condición física puede traer experiencias desagradables, como malestar significativo o lesiones serias, a cualquier edad. Castillo afirmó que hace poco un adolescente de 14 años debió regresar al punto de partida antes de los primeros 100 metros, abrumado por el esfuerzo físico.

¿Cómo se sabe si la condición física es adecuada? Castillo recomienda entrenar caminata. “Si puede salir a caminar por el barrio una hora sin sufrir, tiene condición suficiente”, explicó.

Demanda constante

EF consultó 15 tiendas especializadas en deportes de aventura, de las cuales ocho respondieron las preguntas enviadas. De este grupo, cuatro aseguraron que la demanda se ha mantenido o incluso ha crecido a pesar de la pandemia y la crisis económica, otros tres comercios aseguraron que la demanda venía en aumento, la pandemia la desaceleró, pero ahora ya está en recuperación. Solamente un local consideró que la demanda es estática. (Vea Dónde comprar)

Las personas consultadas indentificaron dos prácticas como los principales errores entorno al senderismo:

-Priorizar productos en tendencia sobre las necesidades específicas de la actividad.

-Comenzar con rutas que requieren más experiencia (y creer que los productos reemplazan esa experiencia).

Marielos Chavarría, de tienda Mundo Aventura, en Paseo Colón, también destacó el desconocimiento sobre las características de los productos especializados y su valor.

“Algunas personas piensan que no es importante, o no quieren gastar, y creen que con un jeans se pueden hacer caminatas. Comprar zapatos un día antes es de lo peor, tienen que ir con los zapatos que ya han usado para ese fin y les hayan funcionado”, advirtió Chavarría.

De hecho, el calzado y la ropa son los dos principales accesorios especializados para la práctica segura del senderismo, según consenso de todos los voceros (Vea: Indispensables)

Los zapatos pueden comenzar alrededor de ¢40.000 y superar los ¢130.000, con un rango medio entre ¢80.000 y ¢100.000.

Las prendas especializadas dependen del tipo de ruta, el lugar y el clima, pero en general debe ser ropa liviana, de secado rápido (descartar algodón y mezclilla, por ejemplo) y si la ruta es de exigencia moderada a alta, se debe optar por ropa técnica. Esta se puede encontrar en un rango muy amplio que comienza en unos ¢15.000 para camisetas y puede acercarse los ¢100.000 en pantalones.

Otra inversión necesaria es la botella con filtro, que permita, por ejemplo, tomar agua de un río si es necesario. Y para todo, una mochila adecuada.

Mónica Monge, de Totto, aseguró que se trata de un bulto liviano, de material resistente, resistente al agua y con rain cover. Debe incluir múltiples compartimientos de fácil acceso para llevar los implementos necesarios como porta botellas, mosquetones, correas, y demás.

“En cuanto a los mochileros, que sean ergonómicos, con soporte lumbar y ajustables a la estatura de cada persona”, recomendó Monge.

Zapatos, vestimenta, mochila y botella son los accesorios más votados, pero las necesidades se extienden con el nivel de especialización y conocimiento. Andrea María Céspedes, de Everything Adventures, en La Fortuna de San Carlos, aclaró una gran cantidad de artículos se pueden considerar indispensables para cada caso.

“Cuando nos referimos a botella, queremos decir hidratación, no necesariamente debe ser una botella, incluso mucho mejor si es una bolsa de hidratación que se agrega a la mochila, es mejor para así llevar siempre las manos libres incluso si está hidratándose, y estar hidratados es indispensable en el senderismo. Saber utilizar la brújula correctamente en caso de sentirse perdido en algún momento, un pito de alta frecuencia especial para rescate para ser escuchado y sonarlo cada vez que sea posible, la ropa debe ser resistente contra roces extremos y contra mosquitos, y con protección solar, los zapatos deben ser contra agua y seguros, con buen soporte en los tobillos para proteger de una torcedura y suela antideslizante. Yo agregaría una manta térmica desechable que no agrega nada de peso a la mochila pero agrega mucha seguridad, previniendo un caso de hipotermia”, enlistó.

A todo esto se debe agregar planificación, asesoría y preparación física y mental, para así obtener la experiencia adecuada a lo largo del sendero.