El sector productivo ha experimentado diferentes versiones de la crisis por coronavirus: mientras algunos negocios han cerrado, a veces en forma definitiva, otros anuncian inversiones y nuevos puestos de trabajo. El impacto de la pandemia en el país aún está en desarrollo, pero la etapa de medidas estrictas de confinamiento ya provocó cambios en el panorama para los negocios.
Apenas tres días después del primer caso de la pandemia en Costa Rica, el sector de eventos masivos debió cancelar operaciones. Para el segundo día de abril ya los negocios de turismo habían entrado en “temporada cero” y a partir de ahí, restaurantes y otros minoristas siguieron el camino de reducciones de jornada, suspensión de contratos y cierres.
La ministra de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Victoria Hernández, explicó que el sector más golpeado es el turismo, luego comercio, servicios y transporte.
En cierta normalidad estarían operando la construcción (el gobierno se comprometió a potenciar la ejecución de grandes obras de infraestructura vial, mediante alianzas público privadas), actividades industriales de zona franca o de otros volúmenes de producción. Y mediante actividades reconvertidas, se ubican la gastronomía, empresas de reparto (incluidos los rent a car que han asumido este rol) y negocios tecnológicos.
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“Tenemos ahora un consumo que cerró la brecha entre el productor y el intermediario (...) Este va a ser un tema importantísimo, vamos a tener una nueva economía girando alrededor de una inteligencia conectada”, afirmó Hernández.
Para sobrevivir
Los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) actualizados al 29 de abril muestran que 8.345 empresas han solicitado modificaciones legales en sus relaciones laborales: 3.910 pidieron suspensión de contratos (30 ya fueron rechazadas) y 4.435 optaron por las reducciones (nueve han sido rechazadas).
El MEIC aplicó una encuesta al sector de las microempresas, tomando como universo de estudio a las pymes registradas, que son alrededor de 22.000: la mayoría (cerca del 50%) ha apostado por una reducción de jornada, sobre todo en los giros de negocio encadenados con el turismo.
En este momento, el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) está trabajando en un plan para el relanzamiento del sector, mientras la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) piden que se extienda la exoneración del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) a los servicios turísticos por un año más.
El presidente de Canatur, Rubén Acón, aseguró que para el sector es muy importante que el turista posponga sus vacaciones en lugar de cancelarlas pero si los empresarios deben aplicar el 4% del cobro del IVA, se da una modificación de la tarifa final, y esto lleva a los consumidores a cancelar su reserva.
La CCH además instó al Gobierno de la República a definir las pautas que permitan la reapertura de la actividad hotelera.
El IVA en turismo |
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El transitorio IX de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas establece que los servicios turísticos estarán exentos del durante el primer año de vigencia de la ley, posteriormente, se gravarían con un 4% a partir del segundo año, un 8% el tercero y un 13% de tarifa plena a partir del cuarto año. Esto quiere decir que a partir del 1 de julio los servicios comenzarían a gravarse con un 4%. |
Fuente: Canatur |
Otro sector que busca condiciones adecuadas para la supervivencia es el de eventos, donde se formó una cámara de empresarios y un grupo empresarial de proveedores. Los primeros buscan cambios en las condiciones generales del negocio, para reactivar el sector, mientras las empresas más operativas requieren subvenciones y apoyo para cubrir préstamos, inventarios y planillas.
Los servicios de transporte operaron durante la mayor parte de abril a un 20% de su capacidad y aseguran que la medida fue posible porque también se dio una reducción de la demanda, además de las condiciones impuestas por el gobierno.
Y la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), aunque su actividad sigue, hizo un llamado para que también desde el Estado se impulse la inversión en la construcción de infraestructura pública como acueductos, centros educativos y de atención de la salud, para mantener así indicadores positivos en finanzas y empleo.
Sector fuerte
Aunque algunas empresas transnacionales, como Bridgestone, decidieron aprovechar la pausa de Semana Santa (ubicada este año entre el 5 y el 12 de abril) para detener temporalmente su producción y disminuir riesgos de contagio, las operaciones de Zona Franca en Costa Rica están saludables. Incluso en el país opera una sede de 3M, la casa productora de mascarillas N95 y cuyo negocio global creció un 45% en el primer trimestre del 2020.
Además, a lo largo de esta coyuntura de pandemia, la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) ha informado sobre nuevas oportunidades de empleo en empresas de inversión extranjera directa: Amazon, Cargill, Micro Vention, Prodigious, P&G, Tek Experts y otros anunciaron contrataciones, mientras Everty anunció una inversión de $100 millones y East West otra de $2 millones, justo en medio de la pandemia.
También la Cámara Costarricense Norteamericana de Comercio (AmCham) aprovechó su fortaleza operativa para lanzar la campaña Testing Proactivo Covid-19 en Costa Rica, en equipo con la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) y la Fundación Costa Rica Estados Unidos de América para la Cooperación (CRUSA).
El grupo anunció el 27 de abril que habría alcanzó el objetivo de dotar a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) con 40 máquinas y casi 30.000 kits de prueba, según requerimientos y especificaciones establecidas por las autoridades de Salud.
Gisela Sánchez, presidenta de AmCham, explicó que la iniciativa cuenta con el apoyo de más de 350 empresas e individuos.
Esta es una de las iniciativas que el sector privado está impulsando bajo el eslogan #SaldremosAdelanteCR. Según el corte más reciente, las donaciones de este grupo empresarial alcanzaron los $1.808.387, para cubrir los equipos y las pruebas adquiridas.
El sector es claro al afirmar que la sostenibilidad de los negocios depende de que se incorporen la solidaridad y colaboración en las relaciones entre sector privado, la sociedad y el Estado.
¿Qué sigue?
Tanto las empresas golpeadas por la crisis, como las que continúan, deben aplicar ya los ajustes que permitan operar con éxito en una nueva normalidad de negocios.
La ministra Hernández afirmó que en el MEIC esperan que uno de los efectos directos de la crisis sanitaria sobre los negocios sea la obligación de estructurar diferente la operación y pasar del concepto generalizado de metas de ventas a una versión más humana del producto y el servicio.
“(Como empresa) tengo que ser muy eficiente para capturar esos nichos de mercado y darles, atención porque después de COVID-19 van a quedar lo físico y lo digital prácticamente en el mismo nivel. Eso cada día me va a obligar a ser más creativo, estar aprendiendo con más rapidez y sin dejar de lado los temas del balance con el ambiente”, aseguró la jerarca.
Y el papel de los consumidores, además de ocupar una posición de mayor poder, conlleva responsabilidad: en el MEIC afirman que la reactivación de la economía va de la mano con la capacidad de la población para reducir la eliminación del virus.
“Si bien la apertura de los sectores económicos es esencial, mucho va a depender de cuánto logramos acatar normas”, puntualizó Hernández.