Los vuelos locales han estado fuera de la lista de actividades restringidas por el COVID-19, pero las empresas que los operan sí debieron detenerse, debido a la caída en la demanda. En marzo había cuatro aerolíneas cubriendo 10 rutas, mientras a octubre solamente Sansa reactivó sus actividades regulares a esos destinos.
La Dirección General de Aviación Civil Costa Rica explicó, vía correo electrónico, que en el marco de la emergencia nacional por COVID-19 la única prohibición de vuelos fue para empresas con operaciones internacionales, con el fin de impedir que transportaran hacia el país a personas extranjeras no residentes, pero nunca se restringió el transporte aéreo interno.
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En principio, los vuelos locales son un servicio de traslado general, con lo cual se trasciende la actividad turística. Sin embargo, en la práctica los operadores de vuelos nacionales tienen su mercado principal en el movimiento de turistas dentro del país.
“Con la restricción migratoria y las medidas de cierre de comercios y restricciones vehiculares disminuyeron mucho las operaciones”, reconocieron los voceros de la DGAC.
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En marzo estaban activas cuatro empresas de vuelos regulares y especiales:
-Sansa (Con base de operación en el Aeropuerto Juan Santamaría)
-Heliservicios Aerobell (Aeropuerto Tobías Bolaños Palma)
-Skyway (Aeropuerto Juan Santamaría)
-Costa Rica Green Airways (Aeropuerto Juan Santamaría)
Otras doce compañías cuentan con un certificado de explotación que les permite operar vuelos especiales, por lo que pueden operar hacia cualquiera de los aeródromos autorizados por la DGAC tanto ahora como antes de la pandemia. Entre ellas figuran servicios de helicóptero y opciones de transporte de lujo.
Rutas internas |
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Sansa vuela a 10 localidades dentro de Costa Rica los lunes, miércoles, viernes y sábado. En caso de no tener pasajeros el vuelo es cancelado el día anterior, 24 horas antes, por lo tanto, quienes requieran el servicio deben adquirir sus espacios con anticipación. |
-Golfito -Puerto Jiménez -Quepos -Drake -Tambor -Nosara -Tamarindo -Liberia -Limón -Tortuguero |
Fuente: DGAC |
En solitario
Al 11 de noviembre del 2020, sólo Sansa ha solicitado y reactivado sus operaciones regulares, mientras una compañía con certificado de vuelos especiales tramitó la suspensión de sus operaciones.
Las aerolíneas locales deben solicitar formalmente una pausa en sus actividades a la DGAC, pues por su carácter de concesionarias, pueden caer en condición de incumplimiento si operan en forma irregular sin autorización.
Mario Zamora, gerente general de Sansa, aseguró que la reticencia de los empresarios del sector para volver a la actividad se debe a factores previos a la crisis, como los altos costos operativos.
“Los costos de aterrizajes y operación en general son astronómicamente altos, están fuera de la norma de la región centroamericana y no están en línea con las operaciones de las aerolíneas doméstica. En general nuestros costos limitan nuestra competitividad y en esta situación son un enorme peso para todos los operadores nacionales”, lamentó Zamora.
El gerente afirmó que su reinicio de operaciones ha sido lento y cuidadoso, y responde a las necesidades de comunidades y clientes corporativos. Además, hizo un llamado a la revisión de las estructuras de costos de los aeropuertos nacionales y su impacto en los operadores.
“No existe una diferenciación de los costos de un vuelo doméstico y un avión pequeño como el que utilizamos para 12 pasajeros y un avión grande de las internacionales, únicamente en el costo de aterrizaje que es por peso, esto en el caso del Santamaría”, insistió Zamora.
Para mantener activa su operación, Sansa ha desarrollado actividades y alianzas que buscan la activación de los mercados en los destinos locales, e impulsar un crecimiento del turista costarricense, mientras aumenta el flujo de visitantes extranjeros.
Una de estas iniciativas arrancó en octubre y se desarrolló en conjunto con los hoteles de la cadena Marriott, para permitir que los clientes de ambas marcas reciban tarifas reducidas, sin penalización por cambios de fecha.
La unión con servicios de hospedaje resulta natural en medio de la crisis que vive el segmento turítico en Costa Rica y el mundo.
Por ejemplo, la aerolínea Emirates, la más importante de Oriente Medio, anunció el 12 de noviembre unas pérdidas semestrales de $3.400 millones, las primeras que registra en 30 años, debido a los efectos de las medidas globales para contener la pandemia.
Datos de la firma de investigación de mercados Euromonitor International, reflejaron que en octubre un 22% de los consumidores globales de viajes internacionales habían decidido reducir sus salidas en forma permanente.
La consultora estadounidense McKinsey calculó en agosto que el turismo correspondía al 10% del PIB global y proyectó que el gasto en turismo podría recuperar sus niveles precrisis apenas a partir de 2024. Los analistas lamentaron que la cadena de valor turística, de proveedores e intermediarios, esté fragmentada y con escasa coordinación entre las pequeñas y medianas empresas que conforman gran parte del sector, pues esto se traduce en una situación de fragilidad y riesgo para unos 120 millones de empleos en todo el mundo.