Tras desligarse de los supermerados –el negocio tradicional de su familia por más de 54 años–, Rodrigo Uribe comenzó a darle forma a Cuestamoras.
Este proyecto inició en el 2008, y con él regresó, y al mismo tiempo dio un giro y diversificó su enfoque empresarial.
Ahora, traza un nuevo y cuidadoso camino en áreas totalmente distintas pero que, a su criterio, tienen potencial en el país y en la región: el urbanismo, la inversión de capital privado y proyectos de energía limpia.
¿En qué áreas de negocios se ha involucrado Cuestamoras ?
Estamos con desarrollo de urbanismo, también enfocados en hacer inversión de capital privado, en la que tomamos posesión de una parte minoritaria de una empresa para aportarle conocimientos de administración, finanzas, control, gobernanza, para llevarla de vuelta al mercado y venderla a un socio estratégico.
“Damos soporte técnico pero también invertimos y tomamos propiedad en los desarrollos y terminamos siendo copropietarios o propietarios.
“También estamos incursionando en energía limpia como coinversores en proyectos eólicos y un proyecto hídrico”.
En relación con el negocio de la cerveza, ¿están comprando alguna empresa o tienen relaciones con alguna cervecería?
Eso es parte de los proyectos de capital privado donde tomamos una posición en algunas empresas fuera de Costa Rica. Tomamos una posición en un modelo de negocios que no es solo la cerveza sino de también una línea de pubs ; entonces es un modelo combinado de tipo comida con cerveza artesanal que se expende; es un modelo interesante.
¿Con cuáles empresas y de qué países tienen relaciones comerciales en este momento?
En Colombia con la Bogota Beer Company (BBC), en el proyecto de cerveza.
“Con Meso Power (Globeleq Mesoamerica Energy), en el tema eólico, que tiene inversiones en Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Y tenemos alianza con Gas Natural Fenosa, en el sector hidroeléctrico.
“En bienes raíces hemos tenido relación con Desarrolladores 506 (Momentunm Escazú y Pinares) con Génesis Desarrolladores (Forum), GTU (Distrito Cuatro), y también estamos en hotelería”.
¿Cuáles son los proyectos que veremos de Cuestamoras a corto, mediano y largo plazo?
Los principales proyectos nuestros todavía vienen de camino, pero van a estar en los campos de urbanismo y tenemos expectativas de poder trabajar en el campo de capital privado.
“Esperamos trabajar también en el campo de energía en lo que se pueda en Costa Rica y, en un sentido bastante más amplio, y en otros lugares que sí se puede trabajar en todo el espectro de lo que es la industria de energía que incluye distribución, poder contratar privadamente, algo que produce un mercado más eficiente que el que tenemos acá”.
¿Cómo cree que seguirá el comportamiento del sector inmobiliario en el país?
Difícil pronosticarlo porque depende de variables macroeconómicas, donde el déficit probablemente es el mayor enemigo del país en este momento. Pero habrá que encontrarle la comba al palo. Esa es la labor del empresario, con una cávea, de que las empresas de cierto tamaño no tienen porqué quedarse en Costa Rica. Si las cosas se ven muy mal aquí, el capital se va a invertir a otros lugares donde hay bastantes más facilidades.
¿Cuestamoras seguirá enfocando sus proyectos solo en Costa Rica y el resto de la región en este momento?
De momento, en la región por la cercanía y por conocimiento.
¿Cuán riesgoso se está convirtiendo para los empresarios el clima de inversión en el país?
Hay señales muy confusas, hay oportunidades y se han hecho muchas cosas buenas que están todavía dándole sustento al proceso, pero hay mensajes a veces poco claros y mixtos que si se acumulan en un momento dado, las expectativas, aunque son expectativas, al final tienen efectos reales, y ese es el peligro de los mensajes poco claros que hay en este momento.