Las farmacéuticas estadounidenses Merck (MSD) y Pfizer anunciaron resultados alentadores para los primeros tratamientos orales contra COVID-19, mientras un antidepresivo también mostró signos prometedores, lo que podría abrir un nuevo capítulo en la lucha contra la pandemia.
Se habla de tratamientos orales, píldoras o pastillas, que se administrarían en cuanto aparecen los primeros síntomas de COVID-19, con el objetivo de evitar formas graves de la enfermedad y, por tanto, la hospitalización.
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Tras meses de investigación, dos gigantes farmacéuticos estadounidenses acaban de anunciar que lo han conseguido: Merck, a principios de octubre, con el molnupiravir, y Pfizer, este viernes 5 de noviembre, con el paxlovid.
Se trata de antivirales que actúan reduciendo la capacidad de replicarse del virus, frenando así la enfermedad.
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Ambas compañías informan de una fuerte reducción de las hospitalizaciones entre los pacientes que tomaron sus tratamientos: a la mitad en el caso de molnupiravir y casi al 90% en el de paxlovid, aunque las comparaciones directas sobre la eficacia no son posibles debido a los diferentes protocolos de los estudios.
En paralelo, un antidepresivo que ya está en el dominio público, la fluvoxamina, mostró resultados alentadores en la prevención de las formas graves de COVID-19, según un estudio publicado en octubre por investigadores brasileños en la revista Lancet Global Health.
Si se confirma que estos fármacos resultan eficaces, será un gran paso adelante en la lucha contra la pandemia porque complementarían, pero no sustituirían, a la vacunación en el arsenal terapéutico contra el virus.
Aunque ya existen tratamientos --principalmente en forma de anticuerpos sintéticos-- son fármacos para pacientes que ya padecen formas graves de la enfermedad y que se inyectan por vía intravenosa y por tanto son complejos de administrar.
Por el contrario, una píldora o un comprimido puede recetarse rápidamente al paciente, que puede tomarlo fácilmente en casa.
Los tratamientos de Merck y Pfizer, que también tendrían pocos efectos secundarios, prevén diez dosis durante cinco días.
"El éxito de estos antivirales abre potencialmente una nueva era en nuestra capacidad para prevenir las graves consecuencias de la infección por SARS-Cov2", dijo el virólogo británico Stephen Griffin en Science Media Center.
Sigue siendo difícil evaluar el interés de los tratamientos de Merck y Pfizer, ya que los dos grupos solo han publicado hasta ahora comunicados de prensa, sin dar detalles de sus ensayos clínicos.
Por eso estos anuncios deben “tomarse con cautela” hasta que se disponga de los estudios, señaló en setiembre la especialista francesa en enfermedades infecciosas Karine Lacombe, quien subrayó que estos tratamientos representan un mercado “potencialmente enorme” para los fabricantes.
Pese a todo, hay claros indicios de que Merck y Pfizer no están haciendo promesas vacías.
En cuanto a la fluvoxamina, aunque el estudio es accesible para todos, no está exento de críticas.
Varios investigadores lamentan que los autores no hayan evaluado únicamente la frecuencia de las hospitalizaciones, sino también la frecuencia de las estancias prolongadas en los servicios de urgencias, lo que complica la interpretación de los datos.
El molnupiravir de Merck ya está aprobado en el Reino Unido, donde las autoridades sanitarias dieron el jueves 4 de noviembre luz verde a su uso en pacientes con al menos un factor de riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad, como edad avanzada, obesidad y diabetes.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) también están revisando en urgencia el medicamento.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) prometió el jueves "acelerar" el proceso, aunque no quiso dar una fecha.
Varios países ya han pedido reservas de monulpiravir, como Francia --50.000 dosis-- y sobre todo Estados Unidos --1,7 millones de dosis.
El pedido estadounidense da una idea del alto precio de este medicamento: representa $1.200 millones, es decir, unos 700 dólares por dosis.
En cuanto a Pfizer, que por el momento solo menciona una solicitud de autorización en Estados Unidos, no ha detallado el precio del paxlovid, prometiendo que sería “asequible” y diferenciado según los países y su nivel de desarrollo.