Si desea purificar el agua en su casa presupueste al menos $300 para instalar un sistema de punto de uso —es decir, tendrá agua purificada solo donde lo necesite, por ejemplo en la cocina— como el de ósmosis inversa. Este sistema remueve malos olores y sabores del agua, y también elimina contaminantes orgánicos, minerales, metales pesados, virus y bacterias del agua.
Eric Goñi, gerente general de Juturna Water, mencionó que la filtración de ósmosis inversa es capaz de bloquear minerales y componentes químicos nocivos para el consumo humano, incluyendo el clorotalonil que se ha reportado en ciertas zonas del país.
De acuerdo con tres empresas consultadas por El Financiero el sistema de purificación de punto de uso más común en las residencias de Costa Rica es el de ósmosis inversa, el cual está diseñado para ser colocado debajo del fregadero.
Esto, a pesar de que el sistema en mención, según el dueño de Hidroteco, Jorge Vieto, rechaza el 50% del agua y lo envía al desagüe (a través de una manguera), ya que ese porcentaje no logra pasar por la etapa que contiene la membrana de ósmosis inversa, la cual se encarga de eliminar minerales, virus, parásitos y bacterias.
El objetivo de este artículo es dar una idea de cuánto debe destinar para instalar un sistema de purificación de agua en un punto de su casa, pero para saber realmente qué es lo que necesita en su hogar, la recomendación es que se le haga un análisis al agua en un laboratorio o si la empresa en la que cotizó el sistema de purificación lo hace, para que le instalen el sistema que requiere.
Nosotros vendemos soluciones. Antes de venderle a alguien algo hacemos un análisis de agua (que tiene un costo) para eso Juturna es la única empresa que tiene, al menos del medio que estamos, su propio laboratorio certificado (...) Eso nos dice qué es lo que la necesita la gente.
— Eric Goñi, gerente general de Juturna Water
El sistema de ósmosis inversa
Juturna Water ofrece una propuesta residencial que consiste en un sistema de cuatro etapas de filtración bajo el fregadero, que incluye un reservorio o tanque de almacenamiento y un grifo para dispensar el agua. Este producto cuesta entre $300 y $400 aproximadamente, y para su instalación se requiere una presión constante de al menos 40 libras por pulgada cuadrada.
El primer filtro es de sedimento y en él se retienen los sedimentos y las impurezas expuestas o disueltas en el agua. El segundo es de carbón activado y elimina los olores y sabores provocados por el cloro, por ejemplo. El tercero cuenta en su interior con una membrana de ósmosis inversa que evita que virus, bacterias y minerales —como calcio, magnesio, arsénico y cobre— lleguen al organismo de las personas.
“(La tercera etapa) funciona forzando el agua a través de una membrana semipermeable bajo presión. Esta membrana elimina impurezas y partículas en suspensión, dando como resultado agua pura. Es comúnmente utilizada en sistemas de filtración residenciales para proporcionar agua limpia y segura para beber”, describió Goñi.
El proceso de filtración finaliza con un filtro de post-carbón que asegura una mejor calidad del agua y elimina cualquier residuo de mal sabor que pueda seguir presente después de la tres etapas anteriores.
“Son cuatro filtros con un reservorio que incluye un pequeño grifo (por el que sale el agua purificada). La instalación ya está incluida. El mantenimiento anual consiste en el cambio de filtros que puede rondar los $150″, dijo.
Ericka Pérez, encargada del área comercial residencial de Aquapura, también comentó que el equipo de ósmosis inversa consta de cuatro etapas: la de sedimentos, la de carbón activado, la que tiene la membrana de ósmosis y la de post-carbón. Este sistema de purificación, que también incluye un pequeño tanque y un grifo, tiene un costo de ¢170.000 (unos $318, aproximadamente), incluyendo la instalación.
“El único requisito para instalar un equipo de ósmosis es que tenemos que tener como mínimo 30 libras de presión a la entrada del agua (...) Recordemos que cada filtro es como una pared que el agua debe atravesar, entonces necesitamos una presión mínima para que el agua tenga esa fuerza para poder atravesarlas”, explicó Pérez.
La funcionaria indicó que el equipo de purificación de ósmosis inversa no depende de electricidad, y garantiza agua 98% libre de sales y 99,99% libre de virus, parásitos y bacterias. Además, el sistema cuenta con una capacidad de producción de agua purificada de hasta 50 galones por día.
Con respecto al cambio semestral del filtro de sedimento, carbón y post-carbón que recomienda la empresa, este, en conjunto, sale en aproximadamente ¢30.000. En tanto, la membrana de ósmosis se cambia cada dos años y tiene el mismo costo de ¢30.000.
Aunque los técnicos de Aquapura le hacen test al agua para determinar cuál sistema es el que soluciona el problema del cliente, no dan un diagnóstico completo, entonces el análisis se debe hacer en un laboratorio y los resultados se le comparten a la empresa.
Por su parte, en Hidroteco el sistema bajo fregadero de ósmosis inversa tiene un valor de entre $400 y $650 más el impuesto al valor agregado (IVA). De acuerdo con el dueño de la firma, la instalación tiene un precio que oscila entre $100 y $150.
“...tiene que ponerse un tanquecito aparte y se le tiene que poner un tubito aparte entonces ya eso encarece el sistema”, dijo Vieto, quien agregó que la presión mínima que se requiere para instalar el equipo de ósmosis en un hogar es de 35 libras. Para medir la presión del agua se puede utilizar un manómetro.
(El sistema de ósmosis) tiene un tanque presión que permite entregar agua al cliente cuando lo ocupa, porque produce muy lento, produce cerca de 50 galones por día. Si usted se pone a servir un vaso va a durar un montón a la velocidad que lo produce. Entonces primero llena un tanque de agua con unos 20 litros y esos 20 litros cuando usted abre el chorro lo que se está sirviendo es lo que está en el tanque de agua.
— Jorge Vieto, dueño de Hidroteco
El dueño de Hidroteco recordó que es importante realizar un mantenimiento periódico del sistema para que esté en óptimas condiciones. “Normalmente, cada seis meses hay que hacer cambios de los primeros dos cartuchos y una vez cada dos años de la membrana de ósmosis”, comentó.