La pandemia aceleró la adopción del teletrabajo a nivel mundial, transformó radicalmente la manera en que trabajamos. Sin embargo, a medida que la situación sanitaria mejoró, muchas empresas vuelven a una modalidad de trabajo más presencial o bien hacia un esquema híbrido, pero priorizando los días en las oficinas.
Esta decisión, aunque puede estar justificada por diversos factores como fortalecer la identidad corporativa e incluso controlar de mejor manera la productividad, plantea un reto significativo: cómo evitar la fuga de talento que podría desencadenarse. Los empleados, acostumbrados a la flexibilidad y autonomía que brinda el trabajo remoto, podrían buscar nuevas oportunidades laborales que se ajusten mejor a sus necesidades y preferencias.
Ante esta perspectiva, los empleadores que planean reducir el teletrabajo se enfrentan a un dilema crucial. Por un lado, desean recuperar la dinámica y la colaboración propias de un entorno de oficina tradicional pero por el otro, reconocen que el teletrabajo ha demostrado ser una herramienta valiosa para aumentar la productividad, reducir costos y atraer a un talento más diverso.
¿Qué pueden hacer los patronos para evitar la fuga de talento?
Roy Campos, especialista en gobierno y clima organizacional, explica que, desde la teoría, en estos procesos de cambios de modelos existen varios pasos importantes. El primero tiene que ver con crear el sentido de urgencia, es decir, “que la gente vea porqué es importante hacer el cambio”, explicó Campos.
Posteriormente se debe crear una coalición de personas convencidas y dispuestas para que lideren este proceso de cambio y eso va de la mano con crear una visión corporativa. “Un ejemplo de la visión puede ser: vamos a trabajar virtualmente o de manera híbrida, porque vamos a interactuar mejor, vamos a tener resultados mayores, etcétera”, agregó Campos.
Una vez superada esa etapa viene la comunicación de la estrategia a todos los niveles organizacionales, puede ser a nivel personal como por otros mecanismos a lo interno de la compañía.
El especialista señala que es clave planificar y crear triunfos a corto plazo, o sea que las personas realmente se den cuenta que hay beneficios tangibles de haber hecho la modificación del modelo de trabajo.
Enfoque centrado en el colaborador
El éxito de un cambio es que se centre en los protagonistas, en este caso en los colaboradores. De acuerdo con Miguel López, socio director de la firma Recluta Talent Hunter, lo ideal es iniciar con un enfoque centrado en el colaborador, escuchando sus inquietudes y necesidades.
“Una política híbrida gradual, que permita días de teletrabajo junto con algunos días en oficina, suele tener buena acogida. También es crucial comunicar claramente los beneficios y objetivos detrás de cualquier cambio, para que los colaboradores comprendan la decisión y se sientan parte del proceso”, detalló López.
La adaptabilidad es fundamental en el mundo laboral actual, y las empresas que integren esta flexibilidad en sus políticas y cultura estarán mejor preparadas para mantener su talento humano y evitar fuga de personal.
Victoria Scott, Directora en Consultoría de Compensación y Beneficios, para PwC Costa Rica, considera que “para fidelizar al personal lo primero que debemos hacer es conocerlo y entender cuales son sus necesidades”. Según ella, hoy existen herramientas de Inteligencia Artificial y análisis de datos que permiten a los patronos establecer una estrategia de comunicación basada en el bienestar de cada uno de ellos.